Capítulos Extras |17|

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|El pasado de Camila|

Un domingo silencioso, algo extraño en esa casa poblada de sonidos, música, risas, gritos, niños. Los últimos días de verano traían un calor calmo a Kew, donde la familia Jauregui Cabello había establecido, por fin, su residencia definitiva. El parque era enorme pero aún así, Lauren y Camila compartían el mismo sillón reclinable de madera junto a la piscina, la morena entre sus piernas, con los ojos cerrados de cara al sol del atardecer, Lauren dibujando figuras al azar en su vientre abultado, donde sus hijos crecían. Camila suspiró.

—¿Qué piensas?

—Todo está tan tranquilo... —Dalia estaba en la casa de Ally, compartiendo el fin de semana, los tres mayores todavía no habían regresado de las vacaciones con su padre—. Sin los niños la casa está tan vacía y carente de vida. Me hace recordar la casa de mi infancia.

—Nunca hablas acerca de eso —dijo Lauren muy despacio, como si temiera espantar el recuerdo que apenas había despertado.

—¿Qué es eso?

—Tu familia. —Camila entrelazó sus manos con las suyas y rodeó su vientre con ellas.

—Esta es mi familia.

—Sabes lo que quiero decir...

—¿Qué quieres saber?

—Quiero todo lo que quieras compartir conmigo... Pero si por alguna razón no quieres hacerlo, para mí la vida comienza y termina contigo. Así que está bien para mí.

Camila inspiró, como si tomara fuerzas para hundirse en un océano de recuerdos que, ante sí, se veía oscuro y ajeno, algo muy lejano y olvidado.

—Nací en Birmingham. Vivía en una casa enorme, llena de habitaciones que nunca se ocupaban y salones repletos de cosas que no se podían tocar. Teníamos mucamas, mayordomos y niñeras. Los odiaba...

—Por eso no querías tanta gente en casa —Camila asintió, acomodándose en su regazo, un poco de costado, dejándose abrazar.

—Mis padres no estaban mucho en casa, viajaban, salían, asistían a galas y fiestas de beneficencia, en fin... lugares y eventos donde no puedes ir con niños.

—¿Y con quién te quedabas?

—Durante el año estábamos en colegios internados. Mi hermano mayor fue al colegio militar y yo a uno muy exclusivo y religioso. En verano, teníamos campamentos, todos los años un mes de una temática diferente y el resto, medio día con tutores, medio día libre. Me la pasaba en la piscina hasta que se iba el sol.

—¿Dónde aprendiste tantos idiomas?

—Me resultaban fáciles. El colegio tenía cursos obligatorios y optativos, y podías sumar créditos tomando talleres adicionales. Teníamos todo un día que llenar. A fin de año nos tomaban exámenes de nivel con calificación internacional. Mientras mis amigas tomaban danza y patín artístico, yo estudiaba latín y español. Mi suplicio empezaba en el verano, cuando los campamentos se centraban en lo físico y yo lo único que quería era sentarme con una taza de chocolate caliente y un libro en la biblioteca. Mi hermano me odiaba.

Camila pudo sentir a Lauren tensarse y acarició sus brazos para relajarla.

—Él era cool y yo una nerd. Sufría bullying en mi propia casa. Las cosas cambiaron cuando cumplí 16.

La tensión la hizo temblar y Camila se estiró para acariciarle el rostro.

—¿Qué pasó?

—Mi hermano terminó sus estudios en la academia militar sin la mínima intención de seguir la carrera... Ni ninguna otra carrera. Lo único que quería era vivir de fiesta con el dinero de papá. Él era un genio con ellos, sabía qué decir y cómo decirlo para lograr lo que quería. Le dijo a mis padres que quería ir a la Universidad pero todavía no había decidido que hacer. Los dos le creyeron y aceptaron de buen grado que tomara un año sabático.

Lie to me - Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora