Lie to me - Camren G!P

Epílogo Final

|Once Upon A time|

Lugar: Casa Jauregui

Junio de 2017 

Edades: Camila 44. Lauren 31. Dalia 7. Jane y Tristan 6. Drew 15. Mellizos 3. 

—"Había una vez, en un reino muy muy lejano..."

—Mamá, parece Shrek, no improvises, lee el cuento nada más.

Camila carraspeó y Dalia bufó antes de hacerle una seña para que retomara la lectura.

—"Había una vez, en un reino muy lejano..." —la morena levantó la vista apenas del texto y la niña, de cuyo cabello no se veía nada bajo el disfraz, levantó ambos pulgares con felicidad ante el gran logro de quien la trajo al mundo. Lauren, que sostenía el escenario, en ese momento una cartulina que simulaba un castillo de piedras, apenas podía evitar caer al suelo de la risa—. "... una princesa encantadora recorría el bosque buscando flores, sin percibir el peligro que la acechaba".

Lauren movió la cartulina para convertir el castillo en un bosque y Jane, con su vestido rosa y su corona, apareció cantando una canción. Las dos adultas se detuvieron con una sonrisa, mientras ella interpretaba su papel, levantando flores y girando como le enseñaban en su clase de danza. Dalia, desde atrás, tosió de manera exagerada para sacar a sus madres del ensueño.

—"De pronto, todo se oscureció y la tormenta encerró a la princesa. Pero no era una tormenta común, era ella... Maléfica, que había venido como una ráfaga, para cumplir con el destino fatal de la princesa."

Y entonces, Dalia hizo su aparición. Lauren hizo con la boca ruidos de rayos y centellas y la niña caminó acechando a la más pequeña, arrastrando su larga capa, su vestido negro y violeta, encasquetada con ese espectacular tocado que la ojiverde había conseguido en Los Ángeles para ella, y el bastón largo que la caracterizaba.

—Tan lejos de tu casa... —dijo Dalia, elevando el mentón y mirando a la aterrada princesa desde arriba.

—No me haga nada, solo quiero volver a casa.

—Tienes un destino que cumplir, y lo harás —gritó con voz aguda mientras Lauren aplicaba los efectos especiales de graznidos de pájaros huyendo, y más rayos y tormenta.

—"Entonces... Maléfica empuñó su bastón mágico y el hechizo se concretó. La princesa cayó a sus pies, herida de muerte... Aunque un beso de amor de su príncipe, podría salvarla para siempre".

Se hizo un silencio sepulcral pero nada ocurrió. Dalia, disgustada, levantó su vestido con ambas manos y fue detrás del cortinado. Allí encontró a Tristan, sentado con las piernas y los brazos cruzados, sin su disfraz de príncipe.

—¿Qué sucede que no estás cambiado? —reclamó Dalia.

—No quiero ser el príncipe, quiero ser el dragón.

—Oh, por el amor de Daenerys —dijo Dalia levantando las manos al cielo—. Hoy no puedes ser un dragón, necesitamos un príncipe.

—En el cuento hay un dragón. Quiero ser un dragón —y acto seguido, levantó las manos como garras y aulló como un dragón escupe fuego.

Lauren y Camila se sumaron al caos detrás de escena.

—¿Qué pasa, cariño?

—No quiero ser un príncipe, quiero ser el dragón. —Las dos mujeres se miraron y después miraron a Dalia, que bufó enojada y meneó la cabeza teatralmente. Camila se inclinó a la altura de Tristan y trató de negociar.