Capítulos Extras |Final|

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|Vida por vida|

Robert se empinó la primera cerveza y se sentó en la mesa del jardín junto a Camila, aprovechando que el resto andaba disperso por la casa. Camila seguía con la mirada a Phoenix y Quinn mientras jugaban con Richard y Emma.

Todavía había veces que se veía sorprendido por lo rápido que crecían sus propios hijos, Richard estaba creciendo a pasos agigantados, a sus 6 años ya estaba a la altura de un niño de 8, y era el último de la fila de su salón de clases, y era obvio que sería muy parecido a él, la pequeña y hermosa Emma, ya tenía 3 años. Era una miniatura de Paige, sólo que, con los ojos azules, como él. Eran niños sanos e inteligentes, Richard era el más rebelde, pero bastaba que Paige lo mirara con severidad para que se aplacara, y Emma era absurdamente perfecta. Su proyecto de vida estaba materializado en su esposa, a la que amaba con locura tras 8 años juntos –Cómo de rápido pasaba el tiempo–, un trabajo estable, una casa de dos plantas con más habitaciones que habitantes, y sus dos hijos, todo de acuerdo al plan. Pero la vida siempre sabrá sorprenderte.

–Paige está embarazada, tiene 8 semanas –Le susurró a Camila sin mirarla siquiera. La mujer a su lado, soltó una carcajada sonora.

–Admítelo, Bobby, estás intentando superar mi récord.

–Mila, 3 apenas es la mitad de 6... Simples matemáticas. Además, cerraremos la fábrica. Ya sabes, por prevención, una palabra que evidentemente ignoras. ¿Cuántos hijos tienes ya... 14 –Camila sonrió.

–Daría lo que fuera por verte tragar tus palabras.

–Si de algo te sirve, el plan eran 2.

–El mío también –Comentó y ambos sonrieron, evidentemente era una ironía. Se quedaron mirando un rato a los niños.

–Es una niña.

–¿Y si es tan despistada como yo? –Preguntó Camila.

Robert la miró ceñudo, cuando se enteró que Paige esperaba una niña en su segundo embarazo, rezó como con Richard para que fuese saludable, obvio, pero en lo profundo añadió que no se pareciera a Camila. No es que fuese algo malo, sólo... ¡Vamos! Él tenía un repertorio de chistes para ella.

¿Sería que Dios le enviaría una pequeña revancha? Elizabeth sería como Camila, lo sabía.

–Seguro es igual de inteligente que Emma –Dijo, no iba a admitir lo que seguro sería un hecho.

–El Karma es una perra.

–Sólo si tú también lo eres.

Camila sonrió con suficiencia. Se puso de pie seguramente para ir tras los mellizos.

–Buena suerte, Bobby.

....

Paige escogió los mejores lirios que había en el pequeño quiosco de flores, se acomodó la enorme bolsa con toda la variedad de gomitas ácidas que encontró en la tienda de comestibles, buscó en su bolsillo el dinero para pagar por las flores, le costó un poco debido al abultado vientre de 8 meses de embarazo.

-Muchas gracias –Dijo cuándo el vendedor le dio el cambio, y volvió a reír, todavía se le hacía gracioso su acento inglés con cadencia argentina.

Eran las cinco de la tarde y todo estaba cerrando ese domingo, pero ella quería gomitas y lirios, y como Robert estaba con los niños en casa de Beth y Sam, ella misma tenía que proveerse de sus extraños antojos tardíos.

Lie to me - Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora