|Campos de oro ll|
4 meses después.
Ally despertó renovada. Habían vuelto a su antigua habitación, porque al día siguiente la planta baja sería un caos.
–Te dejaría dormir un poco más, pero ahora sí necesitas levantarte –La mano de él recorrió despacio su pecho y después la curva ascendente de su vientre abultado–. La peluquera te está esperando.
Ally abrió los ojos y trató de enfocar en medio de la oscuridad algo que le diera un indicio de qué hora era. Se quiso levantar, pero las manos de John la detuvieron donde estaba.
–Tranquila.
–¿Qué hora es?
–Te lo diré si lo tomas con calma –Abrió aún más los ojos y giró la cabeza a la mesa de luz de su marido, donde estaba el reloj alarma.
–¿Las tres?
–Cálmate, relájate... está todo hecho.
–¿Cómo que todo hecho? ¡Dormí todo el día! ¿Cómo pudiste dejarme?
–Estabas exhausta. Camila y Normani se encargaron de todo y ya están preparándose. Ellas ya se peinaron, así que, si me dejas ayudarte, puedes darte una ducha y después la peluquera pasará a peinarte y... –Ally se zafó de sus manos y se incorporó, primero sobre los codos y después sentándose en la cama.
–¿Qué hicieron? ¿Por qué me dejaron dormir? ¿Por qué me dejaron fuera? –Las lágrimas le saltaban de los ojos, la angustia ilógica que le había ganado el pecho la hacía sollozar como si se hubiera perdido la ceremonia.
–Cálmate, mi amor. Te llamé varias veces, pero estabas tan dormida que no pude insistir más. No te enojes, por favor. Es un día muy importante.
–¡Por eso! ¡Justamente por eso! Quizás no pueda estar para el casamiento de ella, y me perdí de participar en los preparativos de el de Seth.
–No pienses así, Ally. No te perdiste de nada, tú organizaste todo, las chicas y los empleados hicieron el resto. El trabajo fue maravilloso porque tú lo ordenaste.
–Yo quería estar allí –dijo compungida contra el pecho de su marido, sonando como una niña caprichosa.
–Vamos, ¿quieres que te ayude a bañarte? –John se puso de pie y la ayudó a salir de la cama.
....
Ally estaba sentada frente al tocador, envuelta en una bata de baño blanca, cuando John terminó de secarse y sacó la percha con su traje, para ir a cambiarse a la habitación de Seth. Antes de salir de la habitación, se acercó al lugar donde su mujer se desenredaba el pelo y dejó un beso en su frente.
–Haré pasar a tu séquito de embellecedoras.
–Gracias –Puso la mano en su hombro y ella la estrechó–. Gracias por todo.
Le guiñó un ojo, cómplice y seductor, y Ally volvió a sentir el calor treparle por las piernas. Sonrió y trató de concentrarse de nuevo en su cabello, mirándolo salir. Casi al mismo tiempo, Camila se abría paso a la habitación seguida por dos mujeres, la peluquera y la maquilladora.
–Buenas tardes, Bella Durmiente –dijo dejando un beso en su mejilla–. Voy a buscar tu vestido mientras te preparan. Tengo que terminar de ayudar a Normani con el tocado y verificar que Seth, John, Simon y Robert hayan entendido las indicaciones.
–Lamento haberme quedado dormida –Camila hizo un gesto con la mano y desapareció en el closet, para volver con el vestido que ya conocía. Ella estaba enfundada en un vestido negro al cuerpo, largo hasta el piso, con un profundo escote en la espalda y abierto sobre una pierna al límite que dictaba la discreción.
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Lie to me - Camren G!P
Fanfiction+Historia temporal. Recuerda que es una historia publicada de manera privada, por lo que necesitas seguirme para acceder a todos los capítulos. Una vez que leas toda la historia, puedes dejar de seguirme si así lo deseas. Si no te aparecen los capít...