|Nunca más|
La librería en Mayfair, estaba abarrotada, había sido invitada allí dado el lanzamiento de un libro de la última exposición de fotografías de estilo vintage del fotógrafo con el que había trabajado para la realización de la portada de su más reciente libro. Tras dos años y medio viviendo en Inglaterra, comenzaba a sentirse bastante inglesa, pero seguía siendo gaucha.
Los últimos días habían estado tensos, por puras tonterías, era evidente que la rutina empezaba a afectar, además, Robert estaba pasando demasiado tiempo en el trabajo, tenía a dos mujeres del departamento de reposo en pre y post natal.
Ella tenía una gira en USA el siguiente mes, y comenzaba a preocuparse. Necesitaba estar bien con Robert. Ambos estaban tensos y poco cooperadores.
¿Qué clase de idiotez era esa? Estaban actuando como imbéciles.
Su móvil sonó. Hablando del Rey de Roma... Se fue a la parte más lejana de la multitud y respondió al tercer repique.
–Hola –Contestó. Y su voz, sin quererlo, sonó fría. Diablos, no debía haber contestado así.
–Hola –Respondió Robert de igual manera al otro lado, después de contener la respiración por un breve instante. La conversación iba a ser un infierno.
–¿Ocurre algo?
–Sí. Tengo que ir a una reunión importante cerca de la editorial, voy en camino. –Paige cerró los ojos, y suspiró. Robert no llegaría a la exposición–. No es mi culpa.
–Supongo... –Contestó ella, era jueves, y en toda la semana no habían cenado juntos, ella dejaba la comida de Robert sobre la mesa de la cocina y se cansaba de esperarlo.
–Estoy molesto todo el tiempo... –Soltó de repente–, y tú también.
Paige buscó la pared con desesperación para no perder el equilibrio, se aterrorizó con esas palabras. Tal vez eso era todo, tal vez ese era el fin de su relación. Su corazón se contrajo.
–Robert... –Sonó como un gruñido, pero era porque tenía la garganta seca.
–Tenemos que hablar... –Paige ahogó un sollozo.
–No –Soltó, no sonó como el ruego que era. Y Robert alzó la voz.
...
Robert dejó caer la cabeza en el asiento mientras el semáforo estaba en rojo. La ansiedad lo estaba matando. Accionó de nuevo el limpia parabrisas que estaba comenzando a fallar, a muy mala hora, pues estaban en pleno apogeo con las lluvias.
–¿No quieres hablar? –Exclamó en voz alta–. ¡No quieres resolver esto! –Más silencio. ¿A qué estaba jugando Paige? Sentía que en cualquier momento tendría un ataque de pánico, si ella no quería resolver las cosas, era probable que ya no quisiera seguir con él y pensar en eso lo volvía irracional. Un dolor lacerante se apoderó de su corazón–. Paige... –Dijo mientras el semáforo pasaba al verde.
Todo pasó muy rápido. Un rayo iluminó la oscuridad, la bocina del auto, una voz muy conocida y lejana salida de no sabía dónde gritando: ¡Vira, Robert!
–Mierda –Exclamó. Y de inmediato: La nada.
...
–¡Robert! –Gritó Paige al oír un impacto–. ¡Robert, contesta! –Volvió a gritar mientras sus manos temblaban–. Robert... –Paige miró la pantalla del móvil, la llamada se había cortado. La angustia la dominó. Salió de la librería, mirando a lado y lado de la calle. No se había llevado su auto. Llamó a Robert, pero sabía que no contestaría, cayó de rodillas sobre la acera, cuando la llamada entró directamente al buzón de voz–. Dios mío... –Exclamó secándose las lágrimas. No podía respirar, unas manos la asieron por detrás, Louis, el fotógrafo.
ESTÁS LEYENDO
Lie to me - Camren G!P
Fanfiction+Historia temporal. Recuerda que es una historia publicada de manera privada, por lo que necesitas seguirme para acceder a todos los capítulos. Una vez que leas toda la historia, puedes dejar de seguirme si así lo deseas. Si no te aparecen los capít...