Lie to me - Camren G!P

Set me free - Capítulo 14

|Abril|

Camila llegó al lugar indicado, como su regla de etiqueta le indicaba, treinta minutos después de la hora señalada. No sería ella si llegaba en horario a alguna cita. Detuvo la Van detrás de la camioneta que en otro momento le había pertenecido, cuando Seth estaba por subir, pero eligió desviar su destino para saludarla.

–Ya te estaban criticando –dijo divertido, apoyándose en la ventanilla del conductor.

–Ni me hables –se bajó de la Van, dejó un beso en la mejilla del joven que le tendía la mano y manoteó su cartera–. Por suerte estaba cerca del colegio. Me llamaron para retirarlos por una amenaza de bomba.

–¿De verdad?

–Me parece que los del instituto secundario están aprovechando nuestros miedos terroristas para escapar de los exámenes.

–No me extrañaría –Camila levantó varias cosas desparramadas en el asiento del acompañante, metiéndolas dentro de su cartera.

–Oye, me vienes como anillo al dedo. Necesito información –Camila miró por sobre su hombro con mirada asesina a los ocupantes de los asientos posteriores, mientras sus hijos mayores intentaban bajarse del automóvil sin autorización. Los tres retrocedieron y Dalia bramó por su libertad.

–Dime.

–¿Qué sabes de Lauren Jauregui? –Camila apretó los labios e intentó hacerse la desentendida, pero el silencio alrededor de ella se hizo aún más delator. Sus tres hijos varones la miraban inquisitores, a la espera de su respuesta.

–Es... una actriz.

–Sí. Conoces su biografía como los libros de bebés de tus hijos –Miró por sobre su hombro y el Triunvirato de la Inquisición sonreía divertido.

–Algo...

–Dime, del uno al diez ¿cómo canta?

Camila no necesitó verse en un espejo para saber que estaba palideciendo, así que sacudió la cabeza y buscó las dos bolsas de comida que acababa de comprar en una cadena de comidas rápidas y las pasó para atrás.

–Es algo... raro. Fuerza demasiado la voz y parece que fuera a lastimarse la garganta. No es su mejor faceta como artista.

–¿Irías a verla cantar ópera? –Ella entornó los ojos como si estuviera meditándolo, como si lo necesitara... Lauren no era una cantante entrenada, de eso estaba casi segura, pero era talentosa. La música que había escuchado de ella, no estaba dentro del rango de lo clásico, pero...

–No creo... tendrías que preguntarle a David. Él es el especialista en Ópera.

–Ya veo. ¿Tiene una película como cantante, verdad?

–No sabría decirte –dijo algo ahogada–. Hace bastante que no sigo su carrera artística.

Los tres hijos de Camila hicieron un comentario que no pudo distinguir detrás de las risas y los miró con otro gesto asesino que logró hacerlos callar.

–No importa.

–Lamento no haberte sido útil.

–No te preocupes. Era sólo curiosidad. No conocía a ninguna fan de ella.

–Ya no la sigo. Lo siento.

–Lo que sea. Nos vemos esta noche.

–¿Esta noche?

–Habla con Normani.

Se despidió con la mano mientras se alejaba rumbo a la camioneta. Camila bajó mirando hacia el lugar que Ally y Normani habían elegido para el picnic, bajo el árbol más frondoso. Abrió la puerta de la Van y finalmente Damián y Dylan salieron corriendo y empujándola, desesperados por comer.