|La boca del lobo|
Camila detuvo su carrera contra la nada dos calles antes de llegar a la casa de Ally. El cielo todavía estaba iluminado con los colores de la tarde, ese anochecer tardío de verano que le hacía perder la noción del tiempo. Ya tendría que estar cenando. Ally debía estar esperándola.
Estar en la casa de Ally era como enfrentar la boca del lobo, de hecho, estar en frente, considerando que la casa de Normani estaba a metros de distancia. En cuanto ellos vieran su Van allí, darían el alerta. Ally sería un escollo difícil de superar, pero ella accedería a verla para evitar un escándalo.
Puso la mano en la palanca de cambios para meter reversa y buscar otro escondite. Su primera opción era Dover. Por mucho que supiera de ella, no se animaría a seguirla hasta allá, pero no se sentía tan fuerte como para resistir el acoso de las preguntas de su suegra, los planteos, los consejos no solicitados.
Si Dinah estuviera viva, huiría a su casa sin dudarlo y nada traspasaría esa puerta.
Golpeó el volante con la frente y decidió seguir con su apuesta, quizás el lugar más obvio sería el primero en descartar y por ende, el más seguro. Puso en marcha la Van y llegó por fin a la casa de los Taylor.
En efecto, Ally estaba esperándola. Con la pequeña Jane en brazos, mirando por la ventana lateral de la puerta, ni bien la vio estacionar, salió a la calle y aguardó en los escalones de piedra de la entrada.
Camila bajó a Dalia, después se encargó de su ligero equipaje y la perra. Su mirada de disculpa arrancó una sonrisa de labios de Ally, que puso a Jane en el piso y la dejó esperar el encuentro de su mejor amiga.
—No quise dejar a Bobby sola en la casa.
—No hay problema.
—Es una buena perra... no te destrozará el jardín.
—Olvídalo. Me alegra que hayas cambiado de opinión —Los ojos de Ally preguntaban lo que sus palabras no hacían, el por qué de ese cambio. Camila miró a las dos niñas y esgrimió sólo una parte de la verdad.
—Lo pensé mejor y no quiero pasar la noche sola en la casa.
—Estarán bien aquí —Ally tomó la maleta de Dalia y siguió a las niñas cuidando cada uno de sus pasos. Camila mantuvo a la perra a su lado y miró a sus espaldas, revisando el lugar que, por el momento, era seguro.
Disfrutaron el tiempo hasta la cena, la comida misma y la sobremesa, distraídos por la interacción de Jane y Dalia. John se encargó de entretenerlas un rato mientras las mujeres terminaban de levantar los platos, ordenar la cocina y dejar todo listo para ir a dormir.
Ally aprovechó ese momento para indagar a Camila.
—¿Has pensado qué vas a hacer?
—Exactamente lo que estoy haciendo —Huir.
—Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites. Sé que a veces soy una madre muy sargentona y te toca sufrirme, espero poder cambiar un poco para no arruinarle la vida a Jane.
—Estás exagerando —Ally enarcó una ceja y Camila se inclinó para acomodar los platos en el lavavajillas y disimular su cara.
—Casi lo hago con mi hijo... imagina si él hubiera tenido un poco menos de personalidad y yo hubiera logrado desviarlo de su vocación.
—No lo hiciste por maldad, lo hiciste por lo que todo padre lo hace, por su bien.
—Casi lo aparto del amor de su vida —Camila cerró el lavavajillas y se apoyó en él con las manos cruzadas en su espalda.
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Lie to me - Camren G!P
Fanfiction+Historia temporal. Recuerda que es una historia publicada de manera privada, por lo que necesitas seguirme para acceder a todos los capítulos. Una vez que leas toda la historia, puedes dejar de seguirme si así lo deseas. Si no te aparecen los capít...