Lie to me - Camren G!P

Capítulos Extras |5|

|¿Quién y por qué?|

La cena había terminado en la casa de Normani. La paz duró poco. El teléfono celular de Seth vibró sobre la mesa de centro, Normani lo miró como si con los ojos pudiera prenderlo fuego. Él dudó pero arrugó la frente al ver el origen y se apuró a tomarla.

—Lauren.

—Hola, Seth... Disculpa que te moleste.

—No hay problema, ya terminamos de cenar.

—Lamento la hora, pero...

—No te preocupes más. ¿Estás bien? —Seth parecía terminar dos de cada tres frases que intercambiaba con Lauren Jauregui con esa interrogación. Hacía un tiempo que la notaba dispersa, distraída... Pero en los últimos días parecía estar directamente en otra dimensión. Estando tan cerca del final, quizás era la presión, los nervios, o la expectativa... Pero algo le estaba pasando y él no sabía qué. Por alguna razón sintió que estaba a punto de averiguarlo.

—Oye... Estoy en la puerta de tu casa.

Seth saltó del sillón como un resorte y en tres zancadas estuvo en la puerta de entrada de su hogar. En efecto, el automóvil blanco de Lauren estaba allí. Un halo de humo subió desde la puerta cuando su dueña bajó del vehículo. La actriz miró a la casa y siguió hablando mientras el joven director abría la puerta pero no salía. Los dos siguieron la conversación por sus móviles.

—¿Qué pasó?

—Hace horas que estoy dando vueltas... No sabía qué hacer... A dónde ir...

—Eres bienvenida.

—¿Qué estás haciendo? —Normani lo miraba extrañada e hizo lo mismo hacia el exterior. Lauren y Seth cortaron la comunicación y la visitante se acercó a la entrada.

—Buenas noches, Normani. Disculpa la hora.

—Hola, Lauren.

—Pasa —dijo Seth—. Buscaré unas cervezas.

Lauren entró a la casa pero no avanzó en su interior. Seth se fue a la cocina a buscar el six-pack que había abierto para la cena. Normani les habló despacio.

—Voy a acostar a Tristan. No les quiero tomando en mi puerta. Esto es una casa de familia.

La miraron subir con el niño en brazos. Cuando la puerta de la habitación se cerró, Seth subió dos escalones. Lauren seguía con la espalda pegada a la puerta.

—Vamos al ático.

—No puedo encerrarme...

—¿Eres claustrofóbica?

—No, pero voy a necesitar fumar.

—Deberías pensar seriamente dejar esa mierda de una vez.

—No me jodas con eso tú también.

—Vamos —dijo Seth.

El ático parecía Kosovo. Nadie se animaba a entrar a limpiar u ordenar, nadie lo haría hasta que la parte principal de filmación estuviera terminada. Seth esquivó maquetas y modelos, dejando el six-pack en una mesa cubierta de muestras de tela, hasta la pared opuesta a la entrada. Allí abrió una ventana y Lauren llegó allí casi corriendo.

—Solo cuida que no entre mucho humo. Ya viste como se pone mi mujer...

—Es extraño verte tan seguro y mandón en el set y tan sumiso en casa.

—No soy sumiso...

—Oye, no te critico. Yo quisiera tener a alguien como ella esperándome.

—Yo quiero terminar de filmar para no perderla —dijo sin un toque de gracia o sarcasmo en su voz. Sonó serio y preocupado —. ¿Qué pasa, Lauren? Me tienes preocupado.