Capítulos Extras |2|

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|La chica del otro lado de la pantalla|

Punto de Vista de Lauren Jauregui.

Las campanadas del Big Ben dando las 12 retumbaron en sus oídos. Una ambulancia pasó por un costado y todo giró a su alrededor con el bullicio de la gente que tironeaba de su ropa, acariciaba su cabello, una marea humana que la arrastraba de un lado al otro, sin piedad. La falta de aire la estaba ahogando y estiró la cabeza hacia la luz para poder respirar. La luz parpadeó hasta el infinito, hasta dejarla ciega también. Un fotógrafo, mil flashes.

Despertó jadeando y cayó al piso desde el sillón.

Su teléfono móvil vibraba en la mesa y el de la habitación también clamaba por atención, pero a los gritos. Levantó el más pequeño y caminó a los tumbos hasta algún lugar donde el sonido agudo restallaba una y otra vez.

—Hola.

—Hola. Estaba preocupada por ti —Crystal, su compañera de reparto y actual compañera de cama, exhaló del otro lado de la línea.

—Estaba durmiendo.

—¿A qué hora te acostaste ayer?

—Tarde —cuando ella se dio cuenta que esa era la única respuesta que iba a obtener, volvió a exhalar, ahora con un suspiro de resignación.

—¿Recibiste el mensaje de Jack?

—Sí. ¿A qué hora en tu casa?

—Cuando quieras. Supongo que el resto llegará a la noche.

—¿Sólo me hiciste madrugar a mí? —miró el reloj en su muñeca, se restregó los ojos y vio las cinco y media. ¿De la mañana o de la tarde?

—No. También llamé a Keana. Está viniendo a comer en un rato.

—Qué bueno —dijo entre dientes.

—OK. Entiendo que las 11 de la mañana no sea un buen horario para ti, más cuando... —Lauren, sentada de nuevo en el sillón, dejó caer el teléfono entre sus piernas mientras se frotaba el rostro con fuerza, tratando de despejarse y de no escuchar a Crystal. Volvió a tomar el aparato.

—¿A qué hora quieres que vaya? — Ella dejó de hablar. El silencio entre ambas no era una buena señal. ¿Habría una discusión? No lo iba a poder soportar a esa hora.

—¿Quieres que te vaya a buscar?

—Si quieres...

—OK —respondió ella, con sequedad.

—Gracias, Crystal —la muchacha no respondió. Cortó la comunicación y Lauren hizo lo mismo un segundo después.

Alguien golpeó la puerta y acto seguido la abrió, sin darle tiempo a ponerse de pie. Esa misma persona habló sin entrar a la habitación.

—¿Estás decente?

—No, pero pasa.

Carter, su agente y en los últimos tiempos el suplente de su sombra, incluso en días sin sol, entró y se detuvo junto al sillón.

—¿Te dormiste vestida otra vez?

—No llegué a la cama todavía.

—Deberías dejar de beber.

—No estaba borracha. Simplemente...

—Aprovecha a dormir hoy, Lauren. Comenzarán días largos de tomas y promoción... y sólo es el comienzo.

Lie to me - Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora