Lie to me - Camren G!P

Capítulos Extras |20|

|Y más allá|

Después de ser trasladada a la Suite Fitzrovia en el tercer piso, Lauren salió de la habitación y se encontró con el doctor Kramer, que leía muy concentrado los resultados de Camila.

—¿Cómo está?

—¿Honestamente? Perfecta. Tengo dos tandas de análisis y los dos parecen haber sido tomados en dos fechas diferentes o a dos pacientes diferentes.

—¿Puede haber un error?

—No creo. El laboratorio es muy eficiente, sobre todo en lo que hace a pacientes internados. Hablé con el técnico y verificó las muestras.

—Y todo esto... ¿En dónde nos deja? —Kramer suspiró.

—Con estos resultados, tendría que dejarla ir a casa, pero no me animo. De hecho, quiero administrarle el surfactante para los pulmones de los bebés ya mismo y dejarla internada hasta el momento del parto.

—Pero ella está bien... —dijo mirándolo, como queriendo inducir su respuesta. Kramer la miró como si estuviera loca.

—Ya te dije que sí. Acabo de controlarla otra vez. Los valores de su presión son perfectamente normales. Voy a pedirle la cena.

—Doctor... —Lauren lo sostuvo del brazo antes de que se marchara—. Necesito su ayuda.

—¿Qué pasa? —Cuando Lauren miró a sus espaldas, recién entonces el doctor se percató de que no estaban a solas.

—¿Conoce al padre Francis?

—Me estás asustando, Lauren. Ella está bien.

—¿Tan bien como para casarse conmigo?

—Eso tiene que ver con su salud mental, yo soy obstetra.

—Quiero pedirle que se case conmigo... ahora.

—¿Ahora?

—El padre Francis puede hacerlo. Si usted me dice que está bien. —Kramer sopesó la situación. Conocía algunas pacientes que habían entrado en crisis por estar dando a luz sin haberse casado. ¿Sería el caso de Camila?

—No lo sé, Lauren. Es un estado muy inestable. Una emoción fuerte y todo podría dispararse e irse al demonio... Perdón, padre.

—Lo tomaremos con calma. Le diré al padre que hable con ella. Lo tomará con calma. Lo que ella no quiere es que se sepa. Aquí estamos seguras.

—¿Sabes lo que está pasando afuera? —Lauren exhaló—. Déjame revisarla de nuevo y te diré. Acompáñame.

Los dos entraron a la habitación y el padre Francis tomó asiento en el sillón junto a la puerta.

.....

Camila descansaba en la penumbra, jugueteando con su teléfono, imposibilitada de llamar a nadie. Lauren volvió de su ronda de cigarrillo y se sentó a su lado. Estaba nerviosa, podía sentirlo, aunque su sonrisa de costado quisiera aparentar que nada sucedía.

—¿Cómo te sientes?

—Igual que hace 10 minutos. Tardaste menos.

—Te diré mi secreto: Encontré una ventana abierta y una enfermera que, por una foto, me permite fumar allí.

—¿Una foto?

—Pidió algo más, pero le dije que estoy comprometida. Y de eso te quería hablar —Camila puso los ojos en blanco, apoyó una mano sobre el colchón duro de esa cama de hospital y se incorporó sobre las almohadas.