|Lizzi Gale|
Año: 2021
Robert ya no se sentaba con esa pose jovial, echado hacia adelante en la punta del asiento, con los codos apoyados en las rodillas mientras bebía su cerveza, ahora se reclinaba hasta el respaldo, con los brazos siguiendo la silueta del apoyabrazos de la silla, y el tobillo de la pierna derecha elegantemente apoyado en su muslo izquierdo, su cabello seguía revuelto, pero a un nivel más bajo, sin embargo, Robert seguía siendo el hombre letalmente sexy que había conocido hacía años atrás, y no le sorprendía; un hombre como Robert jamás dejaría de ser sexy, desde que habían tenido a Richard se cuidaba un poco más porque quería ser un padre activo y saludable, y él lo era.
Ella seguía siendo delgada, su abdomen era firme gracias al ejercicio diario. Se pasó las manos por el bajo vientre mientras subía a su habitación, en la ducha se percató que los años no pasaban en vano, haría todo de nuevo, eso sin duda, pero tal vez lo habría hecho todo más joven.
Era una tontería, pero después de haber tenido a Emma había tomado por costumbre hacer el amor con Robert a oscuras, totalmente a oscuras, y si era de día, corría las cortinas hasta sumirse en la mayor oscuridad posible. Y de eso ya hacía casi 3 años.
–Eres tan tonta –Dijo a su reflejo en el espejo cuando terminó de desenredarse el cabello y ajustándose la bata de paño un poco más.
Apagó la luz del baño, y cerró la puerta que daba a la habitación que también estaba a oscuras, por intuición, fue al closet donde estaba la última crema que supuestamente quitaba estrías, no tenía muchas, pero tenía.
Se desanudó la bata y embadurnó las manos con crema, y se las pasó por todo el estómago, luego bajó por las piernas, con fuerza, como si mientras más brusca fuese más factible sería que las marcas desaparecieran. Suspiró con una última pasada, justo cuando la luz se encendió y la puerta se cerró. Robert estaba allí, de pie. Paige se agachó tan rápido como pudo para recoger la bata de paño y meterse en ella. Todo inútil, una de las mangas estaba al reverso. Robert caminó hasta ella. Y detuvo la acción separando las solapas.
–¿Qué está pasando, Paige? –Ella negó con la cabeza, mientras intentaba reparar la manga.
–Nada –Dijo apartando las manos de Robert, le dio la espalda y finalmente logró su cometido, se anudó la bata con tanta fuerza que se le contrajo el estómago. Robert la abrazó por la espalda.
–Lo preguntaré una vez más, y espero una respuesta distinta: ¿Qué está pasando? –Paige se estremeció con el aliento cálido de Robert en su oído.
–Todo está bien, bonito.
–¿Por qué será que no te creo?
–No tengo idea –Se salió de los brazos de Robert y se encaminó a la cama, pero Robert volvió a interceptarla.
–Estoy hablando en serio, Paige. Llevas bastante tiempo actuando extraña en la habitación.
–No pasa nada.
–¿Qué crees que está mal con tu cuerpo? –Paige se quedó helada. No es que ella demostrara sentirse incómoda con su cuerpo ahora, que tuviesen sexo a oscuras sólo era un condimento erótico, ¿no?
–Nada.
–Paige, no me mientas. Te he visto, pasas mucho tiempo viéndote al espejo en el baño, y terminas molesta. En cualquier momento libre te matas haciendo abdominales como si fueses un soldado, y gastas más dinero en cremas anti estrías que en libros, y eso viniendo de ti, es una locura.
–Sólo trato de cuidarme.
–Amor, cuidarte es trotar 40 minutos al día, tú estás obsesionándote con tu cuerpo. Y no entiendo por qué, puesto que está perfecto así como está ahora.
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Lie to me - Camren G!P
Fanfiction+Historia temporal. Recuerda que es una historia publicada de manera privada, por lo que necesitas seguirme para acceder a todos los capítulos. Una vez que leas toda la historia, puedes dejar de seguirme si así lo deseas. Si no te aparecen los capít...