Lie to me - Camren G!P

Forgive me - Capítulo 23

|El punto de no retorno|

Fue un verdadero regalo de Dios que no hubiera nadie más en esa sala de maquillaje. Ni siquiera Normani estaba allí. Paige traía casi a rastras a Camila después de rescatarla del susto del demonio que se había pegado y fue una suerte que estuviera allí. Podría haber rodado por las escaleras con el envión que la empujó fuera del camerino. La pregunta del millón era, ¿qué hacía ella allí? La excusa perfecta era que se habían encontrado en la puerta o que se había equivocado de camino, culpando un poco a su habitual despiste y otro poco al alcohol del almuerzo.

Paige abrió un mini bar que estaba allí, sacó una botella de agua mineral y ni siquiera se molestó en buscar un vaso. Con cuidado, como si fuera una niña o un paciente enferma, inclinó la botella sobre sus labios temblorosos y le dio de beber. Tenía que lograr calmarse, era demasiado drama por sólo un susto, por una máscara obvia. O el encuentro con una actriz. Camila se incorporó en la silla y tomó con su propia mano la botella, para beber mejor.

—Gracias.

—Calma, todo está bien.

—Lo siento, de verdad... me asusté.

—Claro —Paige la miraba en silencio mientras terminó de beberse el medio litro de agua. Ya estaría atando cabos en silencio: Con el incidente del sábado, las dos abandonando la cena juntas, cualquier cosa que Normani le hubiera contado avivaría las llamas de su imaginación, la muchacha vivía de eso. Y ahora ese encuentro. No había que ser un genio para adivinar qué pasaba, bastaba con ser un poco mal pensado. Camila buscó distraer la atención por sobre ella.

—¿Y Normani?

—No lo sé, estaba aquí —Una mujer desconocida entró y saludó a Paige con afecto—. Hola, Diana.

—Hola, querida. Normani me pidió que te avise que está con Seth.

—¿Pero Seth no está filmando?

—No en este momento —El gesto de la mujer puso en alerta a Paige por alguna razón. Giró para mirar a Camila, apoyando una mano en su hombro.

—¿Estás mejor? ¿Puedes quedarte sola?

—¿Sola? ¿Por qué?

—Quiero ver qué pasa.

—¿Por qué? ¿Qué pasa?

—No lo sé, pero tengo el presentimiento de que no es nada bueno —Camila sintió la garganta seca pese a la cantidad de agua ingerida—. Quédate aquí. Cálmate. Yo iré a ver qué pasa.

Paige abandonó la sala de maquillaje y Camila la siguió dos pasos atrás. Nunca había sido una chica obediente.

Las dos, vestidas de época y Camila descalza, recorrieron la calle que separaba el edificio B del C, donde había un revuelo de gente vestida de civil. Pocos de ellos tenían ropa que se correspondiera con los personajes de la película, por lo que había que suponer que la mayoría eran miembros del equipo de filmación, y los demás actores y extras de la obra. Paige habló con dos hombres y se mezcló con el resto de la gente. Camila, en el medio de los desconocidos, encontró a un costado un rostro familiar. Apuró el paso a donde ella estaba.

—Ivy —La actriz favorita de Seth levantó la vista y sonrió al verla.

—¡Camila! ¿Qué haces aquí?

—Normani me arrastró a una prueba de vestuario.

—¿Vendrás a la fiesta de cierre? ¡Es genial! —Ivy era la contracara del resto de la gente que la rodeaba. Camila se acercó un poco más al saludarla y le susurró al oído.