|Vestir a las muñecas|
Era sábado cuando Camila despertó. Sábado al mediodía. El sol entraba desde el centro del cielo por la ventana y aun con el cortinado azul queriendo contenerlo, la plenitud del astro llenaba la habitación. Podía escuchar a lo lejos risas de niños y ladridos de perro, pero no sabía muy bien de dónde. Su mente estaba como en el medio de una resaca que le hizo dudar de su cordura. Hasta donde ella recordaba, había bebido agua mineral durante la cena y ni siquiera había cafeína en su sistema circulatorio. Acercó las rodillas al pecho y masajeó sus sienes buscando un poco de claridad en medio del dolor.
¿Y todo esto era sólo por haberla visto desde la ventana?
Estiró lo mejor que pudo la salida de cama que nunca se había sacado y peinó su cabello antes de dejar la habitación. Sin abandonar el piso superior, siguió las risas y las voces y entreabrió la puerta de la habitación de la pequeña Jane, buscando una ventana para mirar a la parte de atrás de la casa.
Allí estaban: Ally, Normani, Dalia, Tristan, Jane y la perra saltando como loca entre los niños.
El rostro de Ally era grave mientras escuchaba a Normani. Ambas sonreían sólo cuando los niños las hacían partícipes de sus juegos. Apostaría su mano izquierda sin temor a perderla a que Normani estaba poniendo al día a su amiga y suegra sobre los acontecimientos de la noche anterior.
Ally elevó los ojos a la ventana y Camila levantó la mano para saludarla. Normani giró la cabeza y sonrió, levantando un pulgar indicándole que todo estaba bien. Ally se puso de pie y entró a la casa, de seguro para hablar con ella. Camila hizo lo propio y abandonó la habitación de la niña. Se encontraron en el pasillo.
—Buenos días.
—Buenas noches ¿Qué hora es?
—Pasado el mediodía. No quise despertarte tan temprano.
—¿A qué hora se levantó Dalia?
—No te preocupes, han estado entretenidas y portándose muy bien. ¿Cómo estás? —Camila se cruzó de brazos y encogió un hombro evitando mirar a Ally.
—Bien.
—Te escuché llorar anoche. Y lo peor de todo es que ya estabas dormida y seguías llorando.
—Debe haber sido un mal sueño —Ally inspiró y meneó la cabeza resignada.
—Te dejé todo lo que necesitas para bañarte en el baño de Seth. Normani te espera para llevarte a almorzar e ir a una prueba de vestuario.
—¡Oh, no! —Camila se tapó la cara con ambas manos y quiso gritar—. No puedo ir.
—Convéncela tú, yo hace tres horas que lo intento.
Camila bajó un rato después, bañada y cambiada con un jean amplio y gastado, zapatillas y una camiseta blanca.
—¿No tienes otra cosa? —Fue el cordial saludo de bienvenida de Normani.
—No.
—Vamos a casa, yo puedo prestarte...
—¿Cómo? ¿No era que es sólo una prueba de vestuario? —Ally enarcó una ceja mirando a Normani.
—Por supuesto, pero tampoco tiene que ir como si fuera parte del staff de limpieza.
—Yo lo veo un vestuario adecuado para un sábado a la tarde —Camila se miró a sí misma sin un dejo de vergüenza. Mientras más sencilla, mejor.
—Quería que fuéramos a almorzar a un restaurante cerca del set que es fabuloso.
—¿Y sólo se puede entrar vistiendo de etiqueta? —Camila la miró arrugando la frente y Normani apretó los labios sin encontrar más argumentos.
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Lie to me - Camren G!P
Fanfiction+Historia temporal. Recuerda que es una historia publicada de manera privada, por lo que necesitas seguirme para acceder a todos los capítulos. Una vez que leas toda la historia, puedes dejar de seguirme si así lo deseas. Si no te aparecen los capít...