Clandestino / Romeo Santos

Capitulo 6.

Había pasado más de una semana desde que fuimos al parque de diversiones, estaba sentada en mi escritorio pero no lograba concentrarme, no podía dejar de pensar en Anthony, en sus ojos, en su sonrisa, en su forma de cuidarme...

Quería saber de él, pero ¿que iba a hacer, Preguntarle a cedin muy casualmente por su mejor amigo? Soy lo peor, enserio que si.

—Deb, el jefe te quiere ver en su oficina- dijo mi asistente sacándome de mis pensamientos.

—Gracias Sofía, enseguida voy.

Me levante y fui a la oficina de mi amargado jefe, es un crack de la moda pero para ser exactos es miranda priestly en hombre.

—¿Hola, puedo pasar?

Mi amado jefe solo asintió sin quitar la mirada de su computadora, me senté frente a él y crucé las piernas.

—Tengo un encargo para ti— dijo volteándome ver mientras analizaba mi atuendo.

—Soy toda oídos.

—Me llamaron de la revista "Fader". Necesito que busques los mejores atuendos para un hombre, es una sesión de fotos, un artículo y la portada.

—Ok pero yo no me encargo de eso.

—¿No puedes hacer un favor? Quién lo hace esta fuera del país.

—Pero yo tengo demasiado trabajo con la pasarela en Ibiza.

—No te va a tomar mucho tiempo, es solo una sesión de fotos— me lo dijo en un tono que me hizo sentir estupida.

—Está bien, pero necesito fotos del modelo, sus medidas, la temática de las fotos.

—Foto del sujeto no enviaron, pero enviaron sus medidas, tés morena, Bla Bla. Encárgate de esto— dijo dándome una carpeta.

Solté un suspiro, tomé la carpeta y me fui a mi oficina. ¿Por que tengo yo que hacer esto? Esto lo hacía cuando inicie aqui... Ahora tengo demasiadas cosas y... no tengo más remedio que hacerlo.

Di un vistazo a las hojas, a las descripciones que me dieron, era más difícil si no habían incluido una foto, no podía ver su estilo, qué tipo de ropa le quedaba pero bueno... haría mi mejor intento.

Hice unas llamadas, pedí sacos, pantalones, camisas, playeras, suéteres,  chamarras, zapatos, tenis de los mejores diseñadores, en todos los colores, algo debía de funcionar y si no funcionaba sería problema de mi jefe.

La sesión de fotos sería mañana, así que en la tarde deberían de estar aquí todas las prendas que pedí, las revisaría y me iría a casa. Al fin y alcabo no había sido tan complicado.

—Deb, tienes una llamada del jefe.

—Envíala- le dije torciendo los ojos.

—Si, dime—le respondí.

—¿Como vamos con lo de la revista?

—Bien, en la tarde tendré todo listo aquí.

—Ok, necesito que envíes todo al lugar de la sesión y por favor vayas tú misma a la sesión, que las piezas lleguen y regresen en perfectas condiciones.

—¿Y yo por qué? Ese no es mi trabajo.

—Hazlo.- dijo antes de colgar la llamada.

¿Que le pasa a este estupido? Enseguida me envío la dirección acompañada de una amenaza si no me presentaba mañana a la sesión.

Al día siguiente desperté con mi peor humor, odio que me impongan las cosas así y mas si se trata de mi trabajo.

Me metí a bañar, seque mi cabello y lo alise, Me puse un vestido color vino, tacones negros y una chamarra negra de piel.