Capitulo 58

586 44 31
                                    

Estaba recostada en el hombro de Anthony mientras intentábamos ver una película en mi habitación después de haberme hecho el Amor por cada rincón de mi departamento.

—Debby...— me dijo Anthony llamando mi atención.

—mmmmm...

—¿Ya vas a decirme que tenías?— dijo entrelazando su mano con la mía.

—No es nada.

—Confía en mi... por favor.

Solté un suspiro y me enderecé para verlo.

—Me encontré a tu ex novia o novia, no sé ya...

—Ex-novia... — dijo acomodando un mechón de mi cabello.—¿Que pasó? ¿Te dijo algo?

Moví mi cabello y desvié la mirada hacia otra lugar.

—Sabe lo nuestro... Y me dijo que— me tape la cara por la frustración que sentía.

—¿Que dijo?— dijo quitándome las manos de la cara.

—Que no habías terminado con ella... Que solo me tenías para satisfacer tus deseos y un sin fin de tonterías— dije soltando un suspiro.

—Eso es mentira. Yo termine con ella, me costó mucho, si, pero lo hice, te dije que lo haría.

No sé por qué pero no le creía. Anthony parecía leer mi mente por qué sacó su celular y me mostró los mensajes de texto que confirmaban que sus relación había terminado. Eso me dio un poco de tranquilidad.

—¿Te dijo algo más? Te noto intranquila.

Sentía unas terribles ganas de llorar. Últimamente estaba muy susceptible.

—Que siempre estaría ella por encima mío y que era el amor de tu vida— dije con la voz quebrada.

—Mami... ahora estoy contigo. No dejes que te manipule y juegue con tu mente.— dijo acariciando mi cabello.

Sus palabras no me tranquilizaban, yo necesitaba que me dijera que eso no era así.

—Ok— dije fingiendo estar bien.

—Te tengo una propuesta— dijo tomando mis manos.

—¿Cuál?

—Trabaja para mi.

Fruncí la frente al escuchar su propuesta.

—¿De esclava sexual o de qué?— le dije riéndome por lo absurdo de su propuesta.

—Estaría bien, pero no. Quiero que seas mi asesora en imagen para que así puedas ir conmigo de gira y podamos estar juntos sin levantar sospechas.

—Estas loco. Por su puesto que no.

—¿Por que no?

—Por que yo...

—Puedo pagarte el doble o el triple si quieres— dijo tratando de convencerme.

—No es eso, no me lo tomes a mal pero trabajar contigo no veo como pueda crecer profesionalmente, yo aspiro a más.

Anthony Arqueo una ceja por mi confesión.

—¿Te parezco poca cosa?— dijo confundido.

—No amor, no me malinterpretes. Si no que... a mi nunca me ha interesado el mundo de la música. A mi me gusta el mundo de la moda.

—Ah...— dijo decepcionado.

—No te enojes, solo no es lo que quiero... ademas... ¿Como es que voy a lidiar con miles de locas que te quieren manosear y llevarte a su cama?— dije frustrada.

Anthony se hecho a reír de forma escandalosa.

—Nadie va a llevarme a ningún lado— dijo riéndose.

—No lo soportaría Ant. Y menos cuando subes viejas para besarlas— dije torciendo los ojos.—¿En verdad es necesario eso? Digo... puedes ponerlas a bailar, a cantar pero ¿por qué a besarte? 

—Hey... yo te adoro Deb pero hay cosas que nunca van a cambiar. Así como para ti tu trabajo es primordial, el mío lo es para mi. Mis fanáticas son lo más importante y ellas solo obtienen un beso de mi, tú tienes toda mi vida.

—Oigan a este pues... que buenos pretextos pones para andar besuqueando viejas— dije bromeando para tratar de relajar el ambiente.

Anthony empezó a reírse.

—¿Cuál es tu verdadera nacionalidad?— pregunto riéndose.

—¿Que? ¿Por que?

—Me confundes debora... aveces me hablas como Neoyorquina, como Dominicana, como mexicana, como boricua y ahora como colombiana?

—Bueno papi... yo soy de donde tú quieras mi amor— dije mordiéndome los labios.

—¿Quien eres en realidad?– estaba riéndose a lo loco.

—Soy agente de la DEA y vengo a arrestarte— dije burlándome.

—¿Cuales son  mis delitos?— dijo coqueteándome.

—Robarte mi corazón— le dije sonriendo.

—Soy culpable— dijo levantando las manos mientras sonreía.

Me empecé a reír y me abalancé sobre él para besarlo.

—¿Que haremos mañana?— pregunto Anthony mientras me abrazaba.

—Conquistar el mundo cerebro— le dije riéndome y él también.

—Me gusta verte de buen humor— dijo dándome un beso en la cabeza.

—A mi me gustas tú— dije antes de darle un beso en los labios.

Y así pasábamos los días tratando de fortalecer nuestra relación llena de bellos momentos y pláticas absurdas e irrelevantes pero aún me costaba asimilar que todo estaba bien entre nosotros, me aterraba la idea de que algo pasara y tuviéramos que separarnos.

Estaba tan acostumbrada a tenerlo...estar en su casa o él en la mía, incluso estaba tomándole cariño a las bestias peludas que tenía de mascotas.

Anthony tenía al poder de manejarme a su antojo, sabía que me tenía totalmente embelesada, perdía toda mi autonomía a su lado, estaba volviéndome dependiente de él y en cierto modo me gustaba. Nunca había estado tan enamorada de alguien como lo estoy de él.

Estaba tan enamorada que estaba planteándome seriamente la posibilidad de aceptar su oferta de trabajo. A estas alturas no sé si soportaría estar lejos de él por meses.

Clandestino / Romeo Santos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora