–Ve a bañarte– le ordene. No me replicó nada y fue directo al cuarto.
Estaba furiosa, no entendía por qué seguía aquí. Por qué no tomaba mi bolso y me iba pero algo me retenía, quizá mi manía por el orden y la limpieza, este lugar era un caos.
Tome una bolsa negra y comencé a tirar todo ¿tanto le dolía dejarla?
En menos de media hora había dejado el departamento reluciente. Me senté en el sillón y me quite los tacones. Meti la mano debajo del cojín y sentí un papel. Era una foto... Anthony y yo en Ibiza.–Cuando éramos felices– escuche a Anthony.
Voltee a verlo y ¡Dios mío! Solo tenía una toalla enredada en la cintura y estaba secándose el cabello con otra. Algunas gotas de agua adornaban sus hombros y su pecho. Se había rebajado la barba y a pesar que estaba más delgado, seguía siendo el hombre de mis sueños. Baje la viste y vi La foto, realmente nos veíamos felices, los dos teníamos una sonrisa real. Mis ojos comenzaron a humedecerse, no quería que Anthony se diera cuenta, levante la vista pero él ya no estaba. Volvió a salir del cuarto pero ya estaba cambiado, tenía un pants y una camiseta blanca.
–Ya me voy. Espero te sientas mejor– dije poniéndome mis tacones y tomando mi bolsa.
–No te vayas... por favor– dijo tomándome de las manos.–Quiero hablar contigo.
–Tienes un minuto.
–Un minuto no me es suficiente para todo lo que tengo que decirte.
–Anthony... yo ya no puedo con esta situación. En verdad, me duele el corazón cada que te tengo cerca, siento una presión horrible que va a terminar por matarme– dije con la voz quebrada.
–Perdóname por todo por favor. En verdad lo siento. Se que todo lo que hago termina lastimándote también se que he sido muy egoísta. No puedo dormir por que cada noche me despierta una pesadilla en la cual te pierdo a ti y a mi hijo. Por mis estupideces los puse en peligro y no puedo perdonármelo– Ant estaba apunto de llorar.
–Si... has sido muy egoísta. No tienes idea del infierno que viví y no por lo que pudiera sucederme a mi, por lo que pudiera haberle pasado a mi hijo, mi hijo es todo para mi. Has sido muy egoísta desde el momento en que nos trajiste a Nueva York. Yo aquí no tengo a nadie Anthony, nadie. Ya no tengo amigos, no tengo familia, no tengo nada. Lo único que tenía era a ti y sabes que? Nunca has estado para mi, más que cuando querías saciar tu lívido. Me llenaste la cabeza de tu labia y destruiste mi matrimonio.
–¿En verdad crees que solo eres sexo para mi? Estas muy equivocada debora. Se que la he cagado y en grande pero en verdad no te has dado cuenta de lo mucho que te amo? Cada beso, cada te amo han sido genuinos. Y si, he sido egoísta por qué los quería cerca de mi. Quería, quiero ver crecer a mi hijo. Y no me culpes de todo... por qué los dos tenemos responsabilidad en los hechos.
–¿Estas así por ella?– pregunte señalando el departamento.
–Estoy así por todo... por ti, por ella... por lo que creía que era y no lo es– se dio media vuelta y tomó un sobre, me lo dio en las manos.
–¿Que es esto?– pregunte viendo intrigada el sobre blanco.
–Ábrelo.
Lo abrí y era una prueba de ADN. Era negativa.
–Tenias razón. No es mi hijo.
Me quede muda. Me quede sin palabras, mis sospechas eran ciertas.
–Por eso me puse así. ¿Te imaginas todo lo que hice, lo que deje ir por ese niño? Que ahora resulta que no es mi hijo. Verlo nacer, vivir creyendo que era parte de mi, que llevaba mis genes. Todo pendejo diciendo "Se parece a mi, saco mi nariz" para que al final de cuentas sea hijo de quien sabe quien.–dijo alterado y sus ojos reflejaban profunda tristeza y dolor.
–Lo siento– dije cerrando el sobre.
–Lo siento yo debora. Te trate tan mal cuando me lo dijiste, cuando lo único que querías es abrirme los ojos. Perdóname. Te deje ir por ella, por mi "hijo"... nunca debí dejarte ir– dijo dejándose caer en el sillón con sus manos en la cabeza.
–¿Ella sabe lo de la prueba? Por qué acostumbras a hacer estas cosas a escondidas.
–No, no lo sabe–dijo limpiando sus ojos de algunas lágrimas que habían logrado escaparse.
–¿Que vas a hacer?
–No lo se– dijo soltándose a llorar. No me gustaba verlo tan vulnerable, él era el fuerte no yo. Deje mi ira a un lado y lo acerqué a mi para abrazarlo. Me partía el corazón escucharlo llorar de esa manera, podía sentir como estaba humedeciendo mi blusa con sus lágrimas.
Espero no me llene de mocos.
Parecía que era a Matías a quien tenía entre mis brazos. Era muy gracioso por lloraban igual. Con una mano frotaba su espalda y con la otra acariciaba su cabello para calmarlo.
–Que buen sitio escogí para llorar– dijo él muy descarado al notar que estaba recargado en mi senos. Le di una palmada en espalda y río bajo.
Escuche como tocaron el timbre.
–¿Esperas a alguien?– le pregunte quitándomelo de encima.
–No– dijo limpiándose los ojos.
Me levante y abrí la puerta, era una chica alta, de cabello negro muy largo, de ojos color marrón. Era muy bonita.
–¿Si?– pregunte molesta.
Ella se sorprendió, seguramente no esperaba que yo abriera la puerta.
–Oh... ¿Está Anthony?– pregunto aleteando sus pestañas.
–Está ocupado– dije contrayendo la mandíbula.–¿Quien lo busca?
–Soy su nueva vecina, yo solo venía a entregarle esta taza que me prestó– dijo la chica un poco nerviosa entregándome el artefacto.
–Gracias– dije cerrándole la puerta en la cara.– Que acomedido eres eh– dije aventándole la taza a Anthony.
–¿Estas celosa?– pregunto jalandome por la cintura.
–Suéltame– dije forcejeando con él para que me soltara pero sólo conseguí sentarme sobre él.–Enserio Suéltame.
El silencio nuevamente se apoderó de la situación. Estábamos viéndonos fijamente, sus ojitos se veían rojos y humedecidos. ¿Por que lo quería tanto?
–No debes preocuparte por más nadie Debby. De ahora en adelante sólo tengo ojos para ti y voy luchar para que me perdones. Yo se que ahora mismo no quieres tenerme cerca, que me aborreces por eso voy a darte tu tiempo y tu espacio pero escúchame bien... Voy a GANARME con hechos la oportunidad de volver a tu lado. Quiero que me vuelva a amar y quieras estar conmigo.
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Como dato curioso entre las dos temporadas este viene siendo el capítulo 100😱

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Clandestino / Romeo Santos
RomanceDespués de conocerse casualmente en una tienda, Debora y Anthony se reencuentran pero su relación se vuelve imposible por miedo a lastimar a los que los rodean.