Capitulo 35

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Narra Debora.

Sentir las caricias y el olor de Anthony me hacia perder la cordura, me hacia romper las promesas que me hice, me hacia olvidar lo mucho que quería alejarme de él.

—No puedo sacarme de la cabeza que te hayas acostado con él— me dijo Anthony colando sus manos por debajo de la blusa.

—Quería darte una lección.

—La lección te la voy a dar yo, por hacerme sentir esta horrible sensación en mi pecho— dijo Anthony tocando el centro de su pecho.

—Te lo merecías— le dije molesta.

—Yo lo se, estoy consiente de eso— dijo tratando de quitarme la blusa pero lo detuve.

—No voy a acostarme contigo— le dije alejándome de él.—Voy a cambiarme para ir a poner la denuncia— dije tomando mi ropa de closet y entré al baño. No se la iba a dejar tan fácil.

Después de poner la denuncia, Anthony me llevo a un hotel argumentando que estaría más segura ahí, él se encargaría de que fueran a asegurar la puerta y las ventanas de mi departamento, en realidad no era necesario por que estúpidamente fui yo qui...

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Después de poner la denuncia, Anthony me llevo a un hotel argumentando que estaría más segura ahí, él se encargaría de que fueran a asegurar la puerta y las ventanas de mi departamento, en realidad no era necesario por que estúpidamente fui yo quien les abrió la puerta.

—Anthony, esto no es necesario,enserio— dije entrando a la habitación del hotel.—Puedo llamar a mi NOVIO y quedarme con él.

—¿Crees que quiero que estes con él?— dijo poniendo los brazos en la cintura.

—¿Y tú crees que a mi me importa lo que tú quieres?— dije imitándolo.

—¿Sigues molesta conmigo?— dijo acercándose a mi peligrosamente.

—No estoy molesta, estoy decepcionada de ti— dije alejándome.

—Te salve la vida!— dijo en tono bromista.

—¿Cuando?— pregunte confundida.

—En la mañana, si no hubiera llegado a tu departamento quién sabe qué hubiera pasado... te hubieras muerto de hambre o quién sabe si esos hombres volvían.

—No trates de usar la psicología conmigo Anthony— le dije acercándome a él amenazantemente.

—Perdóname— dijo poniendo sus manos en mi cintura.

—Te perdonó pero tenemos que parar...   No podemos vernos más, Quiero darle una oportunidad a Cedin...

—Te amo...— dijo Anthony dejándome helada.

—¿Que?— dije confundida, había escuchado perfectamente, pero quería confirmarlo.

—Que te amo debora, te amo—dijo tomando mi rostro entre sus manos.

Estaba en shock, esperaba todo de Anthony menos que me dijera que amaba, esto cambiaba todo.

—¿Como se que no estas usando de nuevo la psicología conmigo?

—Por que ya no es solo atracción sexual... quiero protegerte, cuidarte, me gusta compartir tiempo contigo, escucharte hablar, verte reír, siento cosas aquí en mi pecho cada que estoy cerca de ti que ni yo mismo me explico.
Todo el día pienso en ti, en qué estarás haciendo, si estás pensando en mi, si me extrañas del mismo modo que yo a ti... No encontraba o más bien no quería aceptar que al igual que tú... Me enamore... Me enamore de ti Deb...

No sabía como reaccionar, por fuera estaba paralizada pero mi yo interno brincaba y gritaba de emoción.

—Dime algo...— dijo Anthony poniendo mi cabello detrás de la oreja.

—No se que decirte— le dije soltando una pequeña sonrisa.

—¿Que también me amas?— dijo sonriendo.

—Eso ya te lo había dicho.

—Necesito escucharlo de nuevo...

—Te amo... pero Dios mío— dije tapándome el rostro.

—¿Que pasa?— dijo divertido quitándome las manos de la cara.

—Me siento tan estupida... el hombre al que amo acaba de decirme que me ama y yo no sé qué decir! Me he quedado en blanco, tampoco se como debo reaccionar... si besarte o decirte que lo nuestro no puede ser... he visto tantas novelas donde pasaba esto y ahora yo estoy en blanco— dije frustrada y riéndome a la vez.

—Podrías besarme y después solucionamos lo demás— dijo tomándome del rostro y unió sus labios con los míos.

El muy listo me arrastro hacia la cama mientras me besaba y yo no tenía fuerza de voluntad para detenerlo.

—¿Me vas a dejar hacerte el amor?—me pregunto al oído.

—Que buena táctica... Primero me confiesas tu amor para poder llevarme a la cama.

—Acertaste— dijo mordiendo el lóbulo de mi oreja.

—No voy a poner resistencia, me tienes totalmente engatusada.

Estaba parada al borde la cama y él frente a mi, comenzó a desabotonar mi blusa y la abrió con mucha lentitud.

—Le pedí a Dios que me enviara a un angel... pero tal parece que me envío a Lucifer— le dije al ver ese fuego en su mirada cada vez que me hacía suya.

—Vine para llevarte a conocer mi infierno. — dijo sonriendo con maldad.

—Muéstramelo— dije mordiéndome los labios.

Me tiro en la cama con brusquedad y saco mi pantalón con todo y pantis dejándome semi Desnuda ante él.

—Vine a reclamar lo que es Mio— dijo antes de hundir su boca entre mis piernas.

Clandestino / Romeo Santos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora