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En todo el camino Anthony no dejaba de burlarse de mi, me lanzaba miraditas traviesas y se reía.

—Deja de burlarte de mi– el idiota me habia hecho sonrojar al recordar mi sueño.

Al llegar a casa fui directamente a dejar a Matías en su cama, estaba rendido no se había despertado para nada desde que salimos de la casa de David. No me quería separar de él ni un segundo por lo menos la vieja horrorosa de mi ex suegra no lo había tratado mal, aunque aún tenía que resolver toda la intriga y maldad que le dijo de anthony pero de eso íbamos a salir pronto.

Lo amaba tanto y aunque creciera, tuviera barba y fuera más alto que yo, Siempre sería mi bebé, mi todo.

Me recosté a su lado y lo abracé, era precioso. Sus ojos eran la réplica exacta de su papá al igual que los lunares de la frente y debajo del ojo. Su piel era tan tersa, amaba acariciar sus mejillas. No tenía ningún parecido a mi más que el carácter de mierda aunque también era dulce, espontáneo y creativo como Anthony.

–¿Piensas dormir aquí?– preguntó thony recargado en el marco de la puerta.

–No quiero separarme de él– estaba observando sus carita detalladamente.

–Vamos, déjalo descansar. No seas cansona– me tomo de la mano y me hizo que me levantara. Me parece a su lado y lo abracé.

–Es precioso ¿verdad?

-Claro, se parece a su padre– sonrió y me dio un beso en la frente.

–Quisiera llevarte la contraria pero es verdad– me acerque a tapar a Matías y le di un beso en la frente –I love you my little boy.

Salimos de su habitación y fuimos a la nuestra. Anthony entró al vestidor y minutos después salió solo con un pants gris puesto, no llevaba camisa e iba descalzo. Pego un brinco a la cama y se sentó con las piernas cruzadas.

–Venga, cuéntame tu sueño– parecía un niño chiquito esperando a que su mamá le contara un cuento.

–No anthony, no jodas con eso– me acerque a la cama para dejar mis aretes y el reloj en el buró pero me interceptó y me tiro a la cama encima de él.

–Cuéntame anda.

¿Por que quería saberlo?

–¿Para que quieres que te cuente?

–Para hacértelo realidad– comentó bromeando.

JAJAJAJAJAJA SI COMO NO. Si no supiera lo celoso y posesivo que es otra cosa seria.

–No puedo, no quiero contarte.

Me fulmino con la mirada, me quito de su regazo y se volteo a dormirse. No pude evitar soltar una carcajada. Lo adoraba, yo tenía a dos niños que cuidar en esta casa.

–Está bien, te voy a contar pero tienes que prometerme algo.

–¿Que?– preguntó sin voltear a verme.

–Mírame.

Se giró y se acostó boca arriba. –¿Que quieres que te prometa?

Me senté arriba de él, estaba tomando fuerzas para contarle, enserio me daba mucha pena lo que anthony fuera a pensar de mi o lo que piense por estar fantaseando con otros hombres.

–Que no te vas a enojar y que ante todo tengas muy presente que te amo mas que a nadie en este mundo.

–Ay no– se tapó la cara.–Ya, ya me imagino que estabas soñando descarada.

Su cara era de preocupación, enojo y un toque de diversión.

–Dime aunque me rompas el corazón– era bien dramático pero sobre todo chismoso.

–Me da vergüenza pero eres mi pareja se supone debemos tenernos confianza... soñé que... ¿Que haces?– se estiró y tomo un clinex.

–Es por si lloro.

Solté la carcajada.

–Bueno... soñé que estábamos en el departamento de David y me ofrecían una copa, después me senté a observar lo divinamente hermoso que eras. Todo un Monumento, mi chico malo con su chamarra de cuero... No me vas así anthony– me tape la cara de la vergüenza y eso que todavía no le contaba lo bueno.

–¿Como te estoy viendo? Si quieres grábame un audio y me lo mandas– otra vez se estaba burlando de mi.

Tome aire y continúe. Iba a omitir algunas partes Ant no necesitaba tanto detalle.

–bueno... entonces me jalaste y me besaste entonces– me tape la cara y solté el aire, volví a mirarlo– sentí a alguien detrás de mi, besándome el cuello, era David y pues una cosa llevo a la otra.

–Detalles, quiero detalles para saber hasta donde llega tu infidelidad– se limpio una lágrima imaginaria.

–Anthony no puedo...

–Cuéntame mami– su manos volaron a mi trasero y me apretó contra él.

–Prácticamente me estabas ofreciendo, tu iniciabas y él continuaba, me desnudaste, me sentaste en el sillón y me amarraste las manos para que no pudiera moverme ni tocarlos.

–Son negros– movió su pants y sus bóxers eran justo como en mi sueño.

Me reí y cerré los ojos por que los recordé a los dos.

–¿Que mas? – preguntó y volví a mi realidad.

–Pues ya anthony, los dos me toqueteaban y me hacían cosas depravadas– me tape los ojos y me recosté en su pecho.

–¿Cual se lució más?– preguntó divertido.

Pensé que se pondría furioso y me haría una escena de celos en cambio esta juguetón y bromista.

–Tú mi amor– le di un beso corto en los labios.–¿pero tú no estabas llorando?

–Me quiere llorar otra cosa en estos momentos– se rio.

–Anthony por Dios– me reí y le pegué en el pecho. Cuando me senté sobre él de nuevo pude sentir su ereccion. ¿Le puso mi historia con otro hombre?

–¿Que es esto?– pregunte traviesa tocando su miembro por encima del pantalón.

–Una inyección– me encantaba cuando se ponía juguetón y travieso.

–¿Donde se pone? ¿Vas a ponerme una?– pregunte mordiéndome los labios.

–Si, ahorita te voy a decir donde se pone– me tomo por la cintura y me tumbo en la cama quedando encima de mi.

Clandestino / Romeo Santos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora