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–Con Anthony no te atrevas–El innombrable quiso írsele encima pero lo detuve, no iba a permitir que le tocara un pelo a mi anthony.

–Necesitas de una mujer para que te defienda– quería provocar a anthony y lo estaba logrando.

–Hazte a un lado Debora.

–No me voy a quitar, no voy a dejar que se peleen– me sentía como los referís del box. –Si sigues molestándome o te atreves a tocarle un solo pelo–señale a anthony.– Voy a buscar a tu papá y le voy a decir toda la verdad.

–No te va a creer– se acomodo las mangas de su saco.

–Rétame y verás de que soy capas.

–Vamonos ya – anthony me jalo por la muñeca y asentí.

Cuando estábamos a punto de subir a la camioneta, mi papá se acercó.

–¿Hija podemos hablar? Es un son de paz, lo juro– levanto las manos como si estuviera haciendo una promesa.

Asentí y nos alejamos de anthony. Si escuchaba que me pedía dinero era capaz de dárselo con tal de que me dejen en paz.

–Dime– me cruce de brazos.

–Quiero pedirte una disculpa por mi comportamiento. Lo siento hija. Es solo que todo esto... – se tocó el puente de la nariz como si estuviera evitando llorar.

–Solo me comprobaste que tome la decisión correcta al alejarme de ustedes.

–Tu mamá quería buscarte desde hace mucho tiempo pero tenía miedo de tu reacción.

–¿Tenía miedo? O tenía la agenda demasiado apretada con idas al club y sus comidas sociales.

–Hija... No somos como tú piensas, el concepto que tienes de nosotros es herrado.

–¿Que Es lo que quieres?– pregunte con seriedad.

–Hablaste con...– mi papá se puso nervioso.

–¿Con quien?

–Con Ryan...– ryan era el innombrable.

–¿Sobre que?

–Su propuesta...– En ese momento sentí que me saldría fuego por las orejas. Una vez más estaba dispuesto a sacrificar la felicidad de su hija por dinero.

–No me voy a casar con ryan.

–pero hija... es la oportunidad perfecta para que nos ayudes a recuperar lo que es nuestro.

–¿Por que tengo que ayudarles? – me reí con sarcasmo.

–Por que somos tu familia y tu madre...

–Deja de meter a mi madre en esto, ella sólo era ficha más en tu tablero que manejabas a tu antojo. Deja victimizarte, no me voy a casar con ese hombre y no les pienso ayudar en nada por que aunque tengan tu sangre no son mi familia.

–Hija por favor...

–Papá por dios, que tienes en la cabeza? Yo ya tengo una familia, estoy con alguien que amo con mi vida. No voy a dejar lo que tengo por tu cochino dinero.

–No es necesario que lo dejes... es solo una firma, un convenio– mi papá estaba desesperado por tener su fortuna de regreso.

Clandestino / Romeo Santos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora