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Me gustaba tanto estar entre sus brazos después de haber hecho el amor de 10 mil maneras. Me gustaba recargarme en su pecho desnudó y escuchar los latidos de sus corazón. Me gustaba como frotaba mis brazos con sus manos y como sorpresivamente me daba un beso en la frente.

–En este lugar me convenciste de ser infiel–dije acariciando su abdomen.

–Debo admitir que me causa cierto morbo saber que aún eres una mujer ajena– dijo riéndose.

–Eres un cabrón– dije riéndome.–pero así me encantas– dije acostándome arriba de él.

–¿En que lugar habremos hecho a Matías?– preguntó riéndose mientras acomodaba un mechón de mi cabello.

–Anthony por Dios... ¿Nueva York? No lo sé, cogíamos como conejos, no sé en qué momento me preñaste– sonreí.

–Por tu culpa mi hijo es español, coño.

–Así se dieron las circunstancias– dije encogiéndome de hombros.

–Ojalá nunca me hubieras abandonado– dijo con tristeza.

–Ojalá hubiera sido tu prioridad...

–Lo eras debby, en ese momento lo eras pero tomaste tu decisión...

–Ya no quiero pensar en el pasado ni en nuestros errores, no quiero abrir heridas y que terminemos mal. Quiero disfrutar de este momento– finalice dándole un beso en el pecho.

–Sabes que si me gustaría...

–¿Que?

–Hablar con Cedin... Ambos fallamos en nuestra amistad, quizá podamos... se que no será lo mismo de antes pero en verdad lo extraño.

–¿Crees que ella ya se lo haya dicho?

–No, por algún motivo ella sigue aferrada a mi.

–La entiendo sabes... eres un buen tipo, con sus matices claro está pero un buen partido... Eres fácil de querer Anthony.

–Yo soy un facilote– Sonrió y me acaricio el trasero.

–Eres un caliente es lo que eres.

–Cachondo por favor, Cachondo– se empezó a reír.

Me quede pensativa un momento mientras hacía círculos con mi dedo en su pecho.

–¿En que piensas?– dijo Anthony acariciando mi cabello.

–En que me gustaría pasar el resto de mi vida junto a ti.

–Que rápido caíste– sonrió haciendo que sus hoyuelos se marcaran.

Sonreí desganada– Siento que lo nuestro es tan frágil... que cualquier situación puede separarnos de nuevo.

–Debemos trabajar en eso, han sido tantas cosas... Tantas cagadas de mi parte– se tapó la cara con las manos.

–Me gustaría que esto funcione...

–Va a funcionar mi amor, créeme que voy a poner todo de mi parte.

–Y yo de la mía, aunque todavía tengo que lidiar con Alaric, se que no me la pondrá fácil.

–Va a tener un hijo fuera del matrimonio, eso es suficiente para que te den el divorcio.

–Ojalá...– dije recargándome en su pecho.

Pasamos toda la noche en el yate, cenamos y disfrutamos de nuestra compañía. Al día siguiente Anthony daría un concierto así que volvimos temprano al hotel.

Clandestino / Romeo Santos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora