Clandestino / Romeo Santos

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–Ya no te creo nada Anthony– dije tratando de levantarme pero me tenía bien agarrada por la cintura.

–No te estoy pidiendo que me creas, ni siquiera estoy pidiéndote una oportunidad, no estoy pidiéndote nada. Solo te dije que voy a luchar por ti.

–¿Y si yo no quiero que lo hagas?– al estar sentada encima de él me daba más altura, por lo tanto me sentía superior a él.

–Bueno tampoco te estoy pidiendo permiso. Te dije que lo voy a hacerlo.

–¿Que vas a hacer con tu bruja?

–Voy a hablar con ella y decirle que se la verdad.

–Jamás lo va a aceptar.

–No me importa. Solo quiero liberarme de ella y realmente quiero saber el hijo de quien estaba criando– dijo con tristeza.

–¿Tienes la duda?– pregunte con ironía.

–No creo que Cedin allá sido tan cabron como yo. Él no es así.

–Aveces la gente de puede sorprender– dije encogiendo los hombros.

–Gracias– dijo dándome un beso en el brazo.

–¿De que o que?– dije confundida.

–Por estar aquí. Se toda la furia que sientes contra mi, sin embargo estas aquí, de una u otra forma dándome tu apoyo.

–Te vi mal Anthony. Flaco, ojeroso y sin ilusiones. ¿Como iba a dejar al padre de mi hijo así?

–¿Solo por que soy el padre de tu hijo? – dijo con cara de perrito rechazado.

–Bien sabes que no, sabes que tienes un papel importante en mi vida. Me diste lo más valioso que tengo, siempre voy a preocuparme por ti aunque seas un pendejo.

Anthony soltó una carcajada. Amaba su puta risa escandalosa.

–No me quieras tanto– dijo riéndose.

–¿Te sientes mejor ahora?– pregunte metiendo los dados entre su cabello.

–Si, necesitaba desahogarme con alguien, necesitaba pedirte perdón. Me sentía asfixiado.

–Bueno yo no te he perdonado.

–Lo harás. Con el tiempo lo harás.

–¿Tienes la esperanza de que algún día estemos juntos?

–Eso va a suceder. Mira que yo soy Bien positivo y eso va a pasar.

–¿Te casarías conmigo?– le pregunte, sé que con su bruja nunca quiso hacerlo.

–Para serte bien sincero, no.

Levante una ceja al escuchar su positiva respuesta,

–Mira yo no creo en esas cosas del matrimonio. Dime una cosa...

–¿Que?

–¿Por que te casaste con Alaric?

Que buena pregunta.

–Creo por qué lo amaba y estaba dispuesta a formar una familia con él.

–Tu no lo amas y nunca lo has amado.