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Me quede realmente sorprendida, no sabia como reaccionar, lo había soñado pero ahora... Dios mío, me quede paralizada.

–Relájate– me dijo david acariciando mi cuello pero sinceramente no podía y anthony se percató de eso. Cambio el lugar con David y se puso frente a mi, me dio una mirada intensa, puso una mano en mi cuello y me acercó a sus labios, me beso de una manera apasionada, recorriendo con su lengua cada rincón de mi boca, David empezó a besar mi cuello y a pasar sus manos por mis brazos mientras pegaba su cuerpo al mío. Bajó lentamente los tirantes de mi vestido, siguió su camino hasta llegar a mis caderas mientras su lengua recorría toda mi espalda descubierta. Anthony no dejaba de besarme y una de sus manos comenzó a acariciar mi cuerpo mientras yo metía mis manos por debajo de su saco para quitárselo.

Eran demasiadas sensaciones para esta pobre mujer.

Volvieron a intercambiar lugares, ahora David estaba frente a mi. Era tan guapo...

–Si tú no quieres podemos parar– me susurro al oído.

Como se te ocurre muchacho, claro que quiero.

No le dije nada y lo jale de la corbata para besarlo, si íbamos a hacer esto, lo íbamos a hacer bien. Trate de deshacer el nudo de su corbata pero casi lo ahorco en el intento, así que él solito se deshizo de ella y de su saco, mientras que anthony estaba manoseándome el trasero a su antojo y a su vez aprovechando para bajar el cierre de mi vestido que se encontraba en el lateral. El vestido cayó en el suelo y a David se le iluminaron los ojos al ver mis senos desnudos. Anthony sin dejar de besar y morder mi cuello, deslizo sus manos hasta llegar a mis senos para estrujarlos y tomarlos como si estuviera haciendo una ofrenda la cual David tomo gustoso. Sus labios fueron directo a mis senos, Anthony se pego más a mi cuerpo y deslizó su mano por la parte de enfrente hasta llegar a mi punto más sagrado.

David paró sus movimientos para quitarse la camisa y volvió a su tarea. Ambos me soltaron y me giraron con brusquedad, dejándome frente a Anthony. Mis manos volaron a los botones de su camisa y se la quite, desabroche su cinturón y su pantalón para deshacerme de ellos, iba a proseguir pero me detuvo. Me tomo por la cintura y del trasero para que enredara mis piernas en su cintura, camino hacia la cama y me tiro en ella. David se acercó pero ahora sólo llevaba sus bóxers puestos y maldita sea... eran blancos. Anthony acariciaba mis piernas pretendiendo llegar a la última prenda que llevaba puesta mientras que david se acercó para besarme y estrujar mis senos. Anthony saco mis pantys con mucha lentitud, me abrió las piernas y pasó dos de sus dedos por mi hendidura, me mordí los labios cuando los antes mencionados fueron sustituidos por su boca y su lengua que me hacían sentir cosas indescriptibles. David saco su miembro y comenzó a tocarse, se veía que él tenía experiencia en estas cosas. Me lo acercó a la boca y chupe la punta, empecé a hacerlo con el mismo ritmo que anthony me lo hacía a mi.  Ambos pararon e intercambiaron de lugar, David se metió entre mis piernas y anthony se acercó a besarme, metí la mano dentro de sus bóxers y saqué su ereccion, lo toque y después pase mi lengua de arriba a bajo sin ningún pudor, era mío, podía tocarlo a mi antojo. David sabía muy bien lo que hacía, cuando estaba apunto de explotar paraba y después continuaba hasta que me hizo ver estrellas fugaces del inmenso placer que sentí.

Anthony me tomo por las caderas y me puso en cuatro, tomo mi cabello en un puño y con algo de rudeza hizo que me inclinara para hundirse por completo dentro de mi, lo sentía diferente... como si la adrenalina le hubiera provocado algo. Mientras anthony bombeaba en mi interior David se colocó frente a mi y me beso, mientras tocaba mis senos, su mano fue bajando hasta encontrar mi punto más sensible y lo toco dando pequeños círculos sobre el, eso intensificó las sensaciones de lo que anthony estaba haciéndome.

Solo podía gemir y de invocar a Dios que nada tenía que ver esto. Los dos eran unos putos Dioses. Cogían como dioses.

No pude mas y explote en un orgasmo mientras anthony se sostenía mis caderas sin dejar de moverse, no paso ni un minuto cuando volví a tener un segundo orgasmo, Anthony se quedó quiero mientras se vaciaba en mi interior. Me dio un beso en la espalda y se separó de mi.

Caí agotada en la cama pero sabía que esto aún no terminaba, Anthony se sirvió un trago y me quede observándolo, me encantaba, todo él era perfecto, toda su anatomía, su color de piel, todo.

David se colocó encima de mí, sus precios ojos me veían con una chispa especial, como si quisiera decirme algo... me beso y comenzó a acariciar mi cuerpo con delicadeza, mordió y lamió mis senos, se puso de pie y me jalo hacia la orilla de la cama, se puso un preservativo y entró lentamente en mi. Subio una de mis piernas en su hombro y sentí más invasion, su miembro hacía fricción en un punto en específico que me hacía sentir el doble de excitación.   Incremento sus movimientos mientras yo estrujaba mis senos, giré la cabeza y vi a anthony sentado en el sillón, estaba enojado, su quijada estaba apretada y su mirada me perturbó, tomo sus bóxers y se salió de la habitación. David sin darme tiempo a nada, acelero todo y por un momento me olvide de anthony. Bajo a besar y chupar mis senos sin dejar de cogerme, de un momento a otro se me nubló la mente y solté un grito que fue callado por la mano de David. Sentí como si me hubiera hecho pipí pero no era eso... era algo que nunca en mi vida había experimentado. Quede exhausta, quería recuperar mi respiración pero no podía.

En ese momento regresó a mi mente Anthony y el por que se había ido.

Clandestino / Romeo Santos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora