Tenía tantos sentimientos encontrados... la culpa de haberles dado la espalda me estaba matando, quizás si yo los hubiera ayudado aún estaría con vida. Recordé cuando era pequeña y se podía pasar horas cepillando mi larga cabellera la cual corte cuando ellos me dieron la espalda era una manera de cerrar ese ciclo, lo dejé crecer hasta que me case con Alaric. Me había acostumbrado a no necesitarlos, a no extrañarlos, los saque de mi vida y que ahora que aparezcan trayendo con ellos todo mi pasado era bastante duro.
Mi madre era hermosa, simplemente perfecta y ella buscaba que yo fuera igual. Ella me metía al ballet y yo terminaba en clases de twerk... me metía a clases para aprender a comportarme como una señorita y yo terminaba jugando basket con mis amigos de la escuela. Éramos polos opuestos pero sin ella no sería la mujer que soy hoy. A pesar de todo ellos me hicieron más fuerte.
Necesitaba tanto a anthony a mi lado pero entendía sus responsabilidades.
Me arme de valor y llame a mi padre para saber que iban a hacer. Para mi sorpresa me respondió muy calmado sin afán de pelear o recriminarme algo. Ya veremos cuando dura el encanto.
Más tarde me arreglé para ir a donde velarían su cuerpo, no quería ir sola pero tampoco tenía quien me acompañara, no iba a molestar a la familia de anthony por esto, así que iré sola. Me puse un vestido negro largo en tubo hasta abajo de la rodilla, unas zapatillas negras con la suela roja, maquillaje discreto y mi cabello lo recogí en una coleta.
Anthony me había contratado un guardaespaldas para los días que él no estuviera aquí, yo sabía manejar pero anthony era necio y quería que dicho personaje hiciera todo eso. Subí a la camioneta y fuimos directo a la dirección que me dio mi papá.
Cuando llegamos el tipo grande y musculoso no se separaba de mi y estaba bien, no sabemos que pueda pasar acá pero me sentía extraña con esta persona a mi lado. Me sentía no se, "la importante".
Entre al lugar y había poca gente pero enseguida reconocí a algunos... familia, socios y colegas de mi papá. Seguí caminando y vi a mi papá junto a mi hermano sentados en el sillón. Quería salir huyendo pero la mirada de mi papá me lo impidió, se paró enseguida y se acercó a mi.
–Mi niña– me abrazo y yo solo me quede pasmada.
Mi guarda espaldas noto mi incomodidad y le toco el hombro para que me soltara.
–Ven hija, acércate– me quiso llevar al féretro de mi mamá pero yo no quise.
–Sinceramente no se por que estoy aquí...– susurre.
–Tu mamá te perdono hija, no tenía rencores mi niña– intento acariciar mi cabello y me aleje.
–¿Me perdonó? Yo no le hice nada– me altere.–Ustedes fueron los que...
–No es el momento para tus dramas– mi hermano me dijo al oído y me apretó el brazo con fuerza.
–Suéltame– lo fulmine con la mirada, mi hermano estaba cortado por la misma tijera que mis padres.–No debí venir–me giré para irme pero mi papá me detuvo.
–Hija... no tenemos como pagar todo esto, no podemos pagar los gastos funerarios tenemos las cuentas bloqueadas.
Me reí por lo tonta que soy. Solo para eso me querían aquí.
–No es mi problema papá. Yo tampoco tengo como pagarlo.
–Por Dios Debora, si tu bolso y tus zapatos son bastantes costosos, no puedes ser tan egoísta– soltó mi hermano.
–Tu esposo...– dijo mi papá refiriéndose anthony.
–Mi esposo está muerto... y el papá de Matías no tiene por que cargar con cuentas que no son de él.
–Por Dios hija... tú puedes sacarle dinero, te necesitamos...
–Son unos sin vergüenza, yo no voy a pedirle a anthony un solo dólar– me di la vuelta y salí a un pequeño patio, necesitaba tomar aire. Le indiqué al guardaespaldas me dejara 5 minutos sola, necesitaba pensar.
Cuando me tranquilice y me decidí a decirle a mi papá que de mi no verían ni un solo centavo, me giré y me encontré de frente a la persona que jamas imaginé.
–Hola– seguía igual de perfecto pero más maduro, más alto y varonil. Su perfume invadió mis fosas nasales, era un tipo de henry cavill de alguna dimensión desconocida. Este era el hombre que tanto daño me había hecho.
Me quede muda.
–¿Debora verdad? Sigues igual de hermosa– dijo mientras de balanceaba un poco con sus manos metidas en las bolsas de su pantalón.–Tanto tiempo.
¿Que le iba a decir? ¿Tu también sigues hermoso Hdtpm? Lo odiaba y mucho. Que fuera guapo no le quitaba el horrible ser humano que era.
–¿No vas a decirme nada?– sonrió.
–¿Que quieres que te diga?– me cruce de brazos y puse mi peor cara.
–¿Enserio sigues molesta conmigo? Éramos jóvenes e inmaduros...
–Destruiste mi vida.
–Por Dios debsita, solo te ayude a quitarte un peso de encima. ¿Que íbamos a hacer con un hijo tu y yo? Ni siquiera éramos pareja solo nos estábamos divirtiendo.
Me hirvió la sangre.
–Pensándolo bien... nunca te di las gracias por que a pesar de que gracias a ti no puedo tener hijos. Agradezco infinitamente el hecho de no tener nada que me una a ti por que eres un ser despreciable y te imaginas que mis "hijos" tuvieran una figura paterna como tú?
Al tipo de ardió la sangre también. No me gusto lo que escucho.
–¿Todo bien señora?– se acercó el guardia al verme conversar con mi oponente.
–¿Entonces si lograste atrapar a alguien con dinero? Por que claro, si no era yo tendrías que buscar otra víctima– tenía una sonrisa sarcástica que no dude en quitársela de una bofetada.
–Vete a la mierda.
–Nunca pudiste tener buenos modales debora– mencionó mientras sobaba su mejilla.
–Ya veras que no...

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Clandestino / Romeo Santos
RomanceDespués de conocerse casualmente en una tienda, Debora y Anthony se reencuentran pero su relación se vuelve imposible por miedo a lastimar a los que los rodean.