2-43🔥

670 40 27
                                    

–¿Como sabias?– dije sorprendida volteándolo a ver. Ni siquiera yo lo recordaba, nunca me había gustado celebrar mi cumpleaños.

La decoración era perfecta. Había globos rose gold, globos negros y globos que decían "Happy birthday" y otros que formaban mi nombre. Además de eso la cena estaba servida, una botella de vino, un pastel y un ramo de rosas rosas.

–¿Te gusto mi sorpresa?– dijo Anthony girándome para verme de frente. Paso su brazos por mi cintura y me apretó hacía su cuerpo.

–Me encanto, muchas gracias– le di un beso corto en los labios.–Me gusto mucho los colores que elegiste– dije girándome a ver la decoración.

–¿Que quieres hacer primero? ¿Cenar o abrir tus regalos?– dijo emocionado.

–¿Regalos?– pregunte entusiasmada.

–Casi mando pedir la tienda entera. Quiero poner el mundo a tus pies, ya no se que mas hacer para consentirte– dijo agarrando una bolsa de regalo.

–¿Sabes que no es necesario, cierto? Con que te portes bien es suficiente para mi.

–Me tienes loco mi amor, no quiero que te falte nada...

¿Que su fumo? Estaba más feliz e inquieto de lo normal.

–Si tú y hijo están conmigo no me falta nada– dije tomándolo de las mejillas.

–Te amo Debora– dijo antes de apoderarse de mis labios. Sus manos se enredaron alrededor de mi cintura. Sus besos iban subiendo de tono y tuve que pararlo.

–¿Donde están mis regalos?– pregunte sonriendo.

Anthony soltó un bufido de molestia y se sentó en el sillón. Me dio un montón de bolsas, era una locura la inmensidad de cosas que había comprado para mi. Había perfumes, vestidos, zapatos, joyas, ropa interior...

–¿Y esto?– dije mostrándole un conjunto de lencería demasiado sexy en color negro.

–Es para que me lo modeles– dijo con una sonrisa seductora.

–Es mi cumpleaños no el tuyo– dije riéndome por que recordé el consejo que me dio cuando lo conocí.–¿O me lo vas a modelar tu?

Anthony soltó su contagiosa risa exagerada que tanto me gustaba. –No creo que me vea bien con eso puesto.

–Gracias– le dije sentándome en sus piernas y le di un beso en los labios.

El muy listo comenzó a deslizar sus manos por debajo del vestido.

–Calmado tigre– sostuve sus manos traviesas.

–Oh lo había olvidado...– dijo hechando su cabeza hacia atrás.

–¿Sabes algo?– dije pasando mi dedo por su cuello.

–¿Que?

–Te mentí– dije sonriendo traviesa.

–¿Con que?– dijo frunciendo la frente.

–No estoy en mis días– le dije riéndome.

Anthony entrecerró sus ojos y negó con la cabeza–Eres una bandida ¿Por que me haces esto?

–Quería probar cuánto tiempo aguantabas sin meterme mano pero ahora la que te quiere meter mano soy yo.

Soltó una carcajada.

–Ahora soy yo él que no quiere meterte nada– dijo indignado cruzando los brazos.

–¿Nada nada?– dije mordiéndome los labios.–¿Ni esto?– dije moviéndome encima de su entrepierna.

–Eres una sucia– dijo quitándome de su regazo.

Me empecé a reír. Anthony se levantó y abrió la botella de vino, tomó dos copas y comenzó a llenarlas mientras yo aprovechaba el momento para deslizar mi vestido hasta dejarlo caer en el suelo, quedando únicamente con las bragas puestas.

Cuando Anthony volteó estaba dándole un trago a su copa, al verme escupió el líquido y empezó a toser de la impresión.

–Ay Dios mío pero ¿tú me quieres matar?– dijo aún tosiendo con una mano en su pecho.

Le sonreí mientras pasaba mis manos por mi cuello, bajando hasta llegar a mis senos acariciandolos con delicadeza. Anthony tomó la botella y le dio un trago sin dejar de observarme. Sonrió y se acercó a mi, con una mano me tomó por la cintura, la otra mano la enredó en mi cabello y me beso con fiereza, con una intensidad desmedida, desatando una pelea apasionada en un beso.

Comencé a desabrochar su camisa mientras Anthony no dejaba de besar cada rincón de mi cuello. Abrí su camisa y Deslice mis manos acariciando su tersa piel hasta deshacerme de su estorbosa camisa. Toque su espalda y lo acerque a mi cuerpo, quería sentirlo junto a mi, extrañaba tanto la calidez de su piel, su olor, sentir su respiración agitada y sus suspiros cerca de mi oído.  Entre besos y caricias bajo mi mano hasta tocar la hebilla de su cinturón y lo desabrocho, prosiguiendo con el botón de su pantalón.

Anthony me guió hasta recostarme en el sillón y se quedó observándome.

–Eres hermosa– dijo mientras se quitaba el pantalón.–Y eres mía, solo mía.

–Lo soy– dije sonriendo para después morder mis labios.

–¿Que?

–Ambas cosas– dije paseando mi mirada por su exquisito cuerpo.

Ant se inclinó sobre mí y volvió a besarme, era adicta a sus labios. Cerré lo ojos y me deje llevar por la sensación que me producían sus manos al acariciar cada parte de mi anatomía, me estremecí al sentir la suavidad de sus manos al tocar mis senos mientras un río de deseo se acumulaba entre mis piernas.

Estoy loca por él, mi boca y mi piel está llena de sus besos, mi cuerpo derrama deseos por su anatomía, mi corazón explota de pasión por su alma. Su amor  lo pienso y lo siento mío. Él es mío y yo soy completamente suya.

Su boca bajo a mis senos y comenzó a deslizar su húmeda lengua sin dejar un rincón sin saborear mientras con sus dedos acariciaba mi labios y después bajo su mano por mi cuello pasando por mis senos, mi cintura hasta llegar al borde de mi panty.

No necesitábamos música cuando solo podíamos escuchar el sonido del agua que se mezclaba con nuestras respiraciones y gemidos. Este momento era perfecto y definitivamente sería mi cumpleaños favorito.

Clandestino / Romeo Santos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora