–Confía en mi anthony, voy a recuperar a Matías. Te lo prometo– trate de tranquilizarlo pero no lo logré.
–Debora... somos una pareja, los dos... es nuestro hijo. ¿Por que quieres hacer las cosas sola? ¿No puedes confiar en mi? Soy su papá, estoy desesperado y tú sólo quieres hacerme a un lado.
–No quiero hacerte a un lado. Quiero protegerte Anthony, si esa mujer te hace algo, me muero– acaricie su rostro con ternura.
–No puedo quedarme con los brazos cruzados y pretender que no está pasando nada.
–Tengo que hacer las cosas a su modo, si lo que quiero es mantenerlos a salvo.
–Me haces sentir un estupido. Un pendejo que no puede cuidar a su familia.
–Está bien... vamos a hacer esto juntos Anthony, pero prométeme que vas a apoyarme en cualquier decisión.
–Tampoco quiero perderte deb...Tengo miedo de lo que pueda suceder– sus ojos empezaban a ponerse rojos y su voz estaba quebrándose.
–No me vas a perder, nunca... de cualquier modo voy a estar a tu lado.
–No hables así, entiendo el mensaje oculto de tus palabras– me abrazo y comenzó a llorar.
–Vamos a estar bien mi amor– toque su cabello para tratar de tranquilizarlo pero termine llorando junto con él.
Hablamos durante horas, tratando de buscar la mejor opción para rescatar a nuestro hijo. Él estaba dispuesto a entregar la cantidad que fuera necesaria pero esa maldita vieja no quería dinero, me quería a mi, quería verme sufrir.
–Es lo mejor anthony. Prométeme que vas a cuidar a Matías mientras yo no esté.
–Te lo prometo.
–Te amo, te amo con todo mi ser Anthony. Nunca mi amor, nunca lo olvides o lo pongas en duda– me colgué a su cuello y no pude contener las lágrimas.
–Yo te amo mas mi debby– me dio un beso en los labios y limpio mis lagrimas.
–¿Estas segura de hacer esto?– me pregunto tío, trataba de hacerme cambiar de opinión.
–Si... cuídalos por favor– le di un abrazo y me despedí de todos. Era lo mejor y lo más seguro para que me hijo estuviera de regreso.
Tome las llaves de la camioneta de Anthony, me subí y la puse en marcha. No podía mirar atrás, no podía ver el rostro desencajado Anthony, sabia que estaba metiéndome en la boca del lobo y que esto podría salir mal pero tenía que arriesgarme.
Maneje hasta el departamento de David, aún tenía asuntos que arreglar con él. Cuando llegue le pedí que me ayudara a transferir el dinero que había adquirido por el seguro de vida de Alaric y lo de la venta de la casa. Ojalá le sirva a esa mujer para mantenerse lejos de la bruja de su suegra.
–Podemos enviarlo a una cuenta fantasma... No tienes por que acceder a estar cosas, era tu esposo.
–Pero ella tiene un hijo de él.
–Adulterio le llaman– David encogió los hombros.
–No me interesa el dinero, solo quiero de regreso a mi hijo.
–Tu mandas hermosa– Hizo una mueca y volvió a su computadora para hacer la transferencia.
–Entonces... ¿Tu papá aún no retira los cargos en mi contra?
–No, iba a hacerlo hoy.
–Perfecto... Gracias por todo, me tengo que ir...
–Todo va a salir bien... – me dio un abrazo y me acompañó a la salida.
Subí a la camioneta y tomé un respiro.
Tome mi celular y le marqué a la vieja bruja de la madre de alaric. Un timbrazo y nada... hasta el cuarto respondió.
–Diga...
–Ya transferí el dinero... Voy a hacer lo demás pero antes quiero a mi hijo.
–¿Y crees que soy tan estupida para entregártelo sin que hayas completado tu misión?
–¿Y usted me cree tan pendeja para entregarme sin tener la seguridad de que mi hijo está bien?
–Envía a alguien que no sea tu... que no sea el infeliz que suplió a mi hijo. Que venga al hotel, en cuanto tú te entregues le entrego a tu bastardo.
Vieja infeliz, ojalá se muera pronto.
Llame a David y le pedí que fuera por Matías, era la única persona en la confiaba después de Anthony.
Cuando llegue a la policía, logré visualizar al hombre que me había estado siguiendo y que me llevo hasta mi ex suegra. Tenía una mirada tan horrible que daba escalofríos, era obvio por que estaba aquí, venía a asegurarse que cumpliera con lo que me pidieron.
Entre a la delegación y segundos después entró él. Siempre con su celular en la mano.
–Buenas tardes... quiero hablar con él oficial Richard Johnson– estaba tan nerviosa, estaba apunto de llorar.
–¿En que puedo ayudarla?–el oficial se acercó a mi con cara de pocos amigos.
–Quiero entregarme por fingir un suicidio y por el desfalco que hice en la empresa donde laboraba– le dije al oficial en turno.
El oficial se me quedó viendo muy extraño como diciendo ¿Y esta vieja loca? –¿Está usted segura?
–Si, mi esposo se suicido hace tiempo... eso fue lo que les hice creer a todos pero yo lo maté– trataba de sonar lo más convincente posible.
–Ya lo hizo– escuche a mis espaldas.–pero aún no la detienen.
–Voy a tomarle su declaración, por el momento, mientras se hacen las averiguaciones pertinentes, queda bajo arresto– el oficial me tomo de las manos y me puso las esposas.
–El trabajo está hecho señora– escuche a mis espaldas y no pude contener las lágrimas.
No me metieron a una celda, si no a un cuarto donde había una mesa y una silla. Me quitaron las esposas y me dejaron sola ahí.
Escuche timbrar mi celular y era un mensaje de David.
"Tengo a tu hijo, Matías está bien"
Lo llame enseguida y le pedí a david que me pasara a mi hijo.
–Matías mi amor estar bien?
–Mamiii, si toy bien, la guela me daba mutos dulces.
–Ok mi amor, escúchame. Voy a ausentarme por unos días, David va a llevarte con tu papá ok?
–Con adaric?
–No mi amor, con Anthony. Tu papá.
–No quiedo, él es malo.
Lo que me faltaba, que envenenaran a mi hijo en contra de su papá.
–No matty, olvida todo lo malo que te haya dicho tu abuela sobre Anthony. Él es tu papá y te ama. Tengo que irme mi cielo, te amo. Pórtate bien.– colgué la llamada.
Solté el llanto con más ganas, todo esto había valido la pena, mi hijo estaba bien.

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Clandestino / Romeo Santos
RomansaDespués de conocerse casualmente en una tienda, Debora y Anthony se reencuentran pero su relación se vuelve imposible por miedo a lastimar a los que los rodean.