–Te amo– anthony me dio un beso en la frente y me abrazo después de haberme dado el revolcón de mi vida. Aveces no se de donde saca tanta energía. –¿Tu me amas?
Hice un ruido afirmándole que también lo amaba, yo si me sentía muy cansada, no quería ni hablar, solo quería dormirme llevaba despierta casi 32 horas.
–Gracias por todo lo que haces por mi Deb– fue lo último que escuche antes de quedarme dormida entre sus brazos.
Cuando desperté eran casi las 6 de la tarde, Anthony no estaba a mi lado pero escuche a lo lejos las risas de él y de mi hijo. Por lo menos me dejo descansar y reponer mis horas de sueño. Al poco rato anthony entró a la habitación para verificar si ya había despertado.
–Hola hermosa– se acercó y se sentó a mi lado.
–Hola– me estire y di un bostezo mientras me cubría hasta el cuello con la sábana.
–Encargamos pizza quieres?
–Ustedes se alimentan muy mal cuando yo estoy indispuesta.
–Uy la fit– se rio y puso su mano mi estómago.–Anda vamos pero ponte algo primero– no recordaba que estaba como Dios me trajo al mundo.–Te espero abajo que ese diablillo no puede quedarse solo mucho tiempo por que acaba con la casa.– se rio y salió del cuarto.
Me di un baño rápido y me puse algo cómodo, baje con la cara lavada y un chongo en el cabello. Mis dos hombrecitos estaban sentados en el suelo de la sala viendo una película mientras comían y se reían. Se me derretía el corazón de verlos así. ¿Cuanto me durará esta tranquilidad?
Me senté junto a ellos y comí algunos pedazos de pizza, la película terminó y pusieron otra. No se como anthony aguantaba tanto tiempo viendo películas animadas. Me recargue en anthony y enseguida me abrazo. La película no iba ni a la mitad cuando vi que Matías estaba totalmente dormido en la alfombra.
–Ya puedes quitar eso por favor– le hice un puchero.
–¿Que tiene? Esta buena– fingió poner atención.
–¿Que tiene de buena?– me reí y lo abracé.
–Nada– soltó una carcajada y paró la película para concentrarse en abrazarme.–Eres tan linda– paso una mano por mi cabello y pellizco mi nariz.
–Me tratas como al perro— me reí.
–Ya quisieras que te trate como a gordo.
–Te amo– me reí y tome su rostro para besarlo.
–Deb... quiero proponerte algo.
–¿Matrimonio?
–¿Que? No– hizo una mueca de disgusto y yo me reí.
–Entonces...
–En un mes salgo de gira... será larga de unos 4, 5 meses... yo se que tú puedes viajar cuando quieras para reunirnos pero me gustaría que tomáramos unas vacaciones tú y yo solos, unos cuantos días.
–¿Y Matías? La última vez...– recordé y me tape la cara de frustración.
–No va a volver a suceder. Ahora lo pueden cuidar mi mamá y mi hermana además de que su niñera estará con él todo el tiempo.
–Yo no quiero que mi hijo crezca queriendo más a la niñera que a su mamá. No quiero que sienta que lo abandono.
–Eso no va a pasar. Sabes que él es un niño muy noble.
–¿Por que no van con nosotros? Matías y la niñera.
–Quiero que si me da un ataque de amor poder hacerte lo que quiera sin tener que limitarme o estarme cuidando de quien está.
Solté una carcajada.
–Anthony tu te pasas. Lo que tú quieres es darte un encerron conmigo para satisfacer todas tus necesidades carnales.
–No te voy a decir que no por que algo hay de eso pero quiero compartir contigo, no quiero que nos volvamos aburridos y bueno... voy a pasar meses separando de ti.
–Aunque no lo creas me cuesta trabajo separarme de mi hijo.
–Va a estar bien, solo será una semana.
–¿A donde me piensas llevar?– le sonreí.
–Alguna isla... sol, mar... playa.... tú y yo solitos...– sonrió y me guiño un ojo.
–¿Cuando?
–La próxima semana.
–Por Dios anthony en una semana no alcanzó a bajar esta panza–Me levante el suelo.– ¿No ves más gordita?
–Estas perfecta– me tomo por la cadera y me abrazo.
–Perfecta para kilos mortales– Anthony soltó una carcajada de esas exageradas. Y es que si había ganado un poquito de peso pero no en exageración, aún me cerraban mis pantalones.
–Me gustan las gorditas– se rio y me hizo que me
Volviera a sentar a su lado.–Cuando ya no me pueda ni parar del sillón no vas a decirme lo mismo.
–¿Entonces?
–entonces... ¿Vas a seguir subiendo viejas al escenario para besuquearlas?– pregunte espontáneamente.
–Es una tradición mi vida– se rio y encogió los hombros.–Es parte de mi show. ¿Te imaginas si dejo de hacerlo?
–No me parece– me cruce de brazos. Entendía su trabajo pero me daba rabia que lo besuquearan.
–Bueno mi amor no tienes de otra, no voy a dejar de hacerlo– se encogió de hombros.– Y espero que esto no sea motivo para pelearnos.
–Imagina que...
–No– me interrumpió poniendo su mano en mi boca. Él sabía lo que iba a decir y se perfectamente lo que recordó y bueno ya la cague. –No quiero ni recordarlo, no lo soporto debora– cerro los ojos con rabia.
–Perdóname, no fue mi intension, solo quería... nada, olvídalo si?
Asintió, tomó su teléfono y se levantó. –Enseguida vuelvo– salió de por la puerta de la entrada.
¿Tan difícil fue para él verme con otro hombre? Bueno, no es como que yo pudiera soportar verlo con otra. La mato y la dejo pelona.
Ahora entiendo cuando una amiga en la facultad me llamaba "Chernobyl".
Tome mi celular y le envíe un mensaje a anthony.
"Si quiero ir de vacaciones contigo. Te amo"
10 minutos después me respondió con un Sticker de un monito brincando.

ESTÁS LEYENDO
Clandestino / Romeo Santos
RomanceDespués de conocerse casualmente en una tienda, Debora y Anthony se reencuentran pero su relación se vuelve imposible por miedo a lastimar a los que los rodean.