Clandestino / Romeo Santos

3-40

Anthony estaba feliz por lo del viaje, estaba alistando todos los detalles. Yo aproveché para ir de compras mientras él se iba al estudio de grabación. Nunca quiere mostrarme adelantos de lo que hace. "Hasta que este lista, tal y como quiero que suene"

Todo el día estuve en el centro comercial junto con Matías, comimos ahí, después fuimos a un lugar de juegos para que se distrajera de las compras de su mamá y regresamos a casa para la cena.

–Hola– entró anthony a la casa, dejó sus llaves en la mesita y se dirigió a nosotros. –¿Que tanto compraste?– inspeccionó las bolsas con curiosidad.

–Cuerdas para someterte– bromeé.

Elevó las cejas y me dio una sonrisita traviesa sin decirme nada mientras seguía husmeando en las bolsas.

Matías empezó a llorar por que se machucó un dedo por estar de travieso y anthony fue a revisarlo. En ese momento también escuché el timbre, no esperábamos a nadie.

Me levante y abrí la puerta.

En ese momento sentí que se me bajaba la presión y que me faltaba el aire. Eche un vistazo rápido hacia atrás pero anthony no estaba cerca. Cerré la puerta de tras de mi, me enfrente al hombre que estaba parado frente a mi y lo tome del brazo para que no estuviera a la vista de anthony.

–¿Que haces aquí?– me cruce de brazos. Me sentía muy molesta por esta visita inesperada.

–¿No me extrañabas mi muñequita?– intento tocar mi cabello pero me aleje.

–¿Que haces aquí? ¿Como me encontraste?

–Es fácil ahora que eres la mujer de un famoso. Que lejos llegaste.

–No te quiero aquí. No te quiero cerca de mi familia– lo amenacé.

–Pero muñequita, tu y yo somos familia.

Cerré los ojos para buscar paciencia dentro de mi.–No me digas así y vete de acá.

–Deb... mi pequeña Deb, no debes guardar tanto odio.

–¿Que es lo que quieres? Dinero no tengo así que si es lo buscas estas perdiendo el tiempo.

–Lo dudo estando con quien estas... pero la verdad es que te extraño.

–Ay por Dios. ¿Ahora es que te dio el amor por mi? Quiero que te vayas. No quiero que anthony te vea.

–¿Así es que vas a tratar a tu padre?

–Hace mucho que dejaste de serlo. Vete– lo empuje y él me tomo de los brazos, me empecé a llenar de rabia y comencé a pegarle en el pecho. Lo odiaba mucho y lo quería fuera de mi vida. –Quiero que te largues, vete.

–Te va a dar un infarto Debora tranquilízate.

–Que te vayas– le grite pero el intento someterme.

–¿Que está pasando?– escuche la voz de anthony y deje de forcejear y me deje abrazar por quien decia ser mi padre. Las lágrimas comenzaron a salir pero de rabia. –¿Debora?

Me separé mi papá y me limpié las lágrimas.

–¿Estas bien? ¿Quien es él?– se acercó a mi y me revisó.

–Soy su papá, mucho gusto– le dio una mano. Se me adelantó el infeliz.

Anthony estaba totalmente sorprendido pero Obviamente tenía muchísimas preguntas. Lo invito a pasar a la casa, cosa que no me pareció pero anthony es muy cortes y no sabe lo que realmente paso con mi padre o con mi familia completa.

–Él ya se iba, tiene cosas que hacer– intente impedir que entrara a mi casa.

–No para nada mi niña, nada como pasar tiempo contigo después de tanto– le sonreí hipócritamente. Anthony nos estaba analizando, yo se que él presentía que algo más pasaba acá.

–Bueno si tiene cosas que hacer, vuelva luego. Un gusto– anthony intento desinvitarlo pero no lo logro.

–No, no, no te preocupes. Tengo suficiente tiempo, ademas quiero conocer a mi nieto.

La sangre me hirvió cuando mencionó a mi hijo.

–No está aquí. Esta con sus primos, otro día será– mencione rápidamente.

–Hija, me sorprende tus descortesía. No pensé que nuestro encuentro fuera así.

¿Y que esperaba? después de lo que me hizo.

–Papá... perdóname anthony pero esto llegó a mi límite... Quiero que te vayas y no quiero verte nunca mas. No te quiero ver cerca de mi familia y mucho menos de mi hijo– la voz comenzaba a quebrarseme.

Así es como Debora problemas regresa con su nueva temporada.

–Muñequita... estoy arrepentido, vine a pedirte perdón.

–¿Perdirme perdón? Eres un hipócrita. ¿Ahora es que te importan más tus hijos que él dinero? ¿Que tus negocios? Me diste la espalda y nunca te lo voy a perdonar ni a ti y mi madre.

–Debora tu mamá está enferma...

–No me importa, no me importa lo que digas– comencé a llorar. Todo lo que había reprimido por años estaba volviendo.–No me importa lo que pase con ustedes, los borre de mi vida y así quiero que se queden.

–Te necesitamos.

–Basta...– me giré y volví al ataque.– Yo también los necesité y que paso? Me dieron la espalda.

(A anthony solo le faltan las palomitas para este chisme que se esta aventando)

–Hija– intentó tocarme.

–NO ME TOQUEEES– grite con rabia.–Por mi pueden irse al infierno tú, mi madre y toda tu descendencia junta. Te odio papá y eso no va a cambiar.

–Señor le pido por favor que se vaya de nuestra casa– dijo anthony con la paciencia del mundo.

–No me voy a ir, necesito hablar con mi hija.

–Otro día cuando esté más calmada.–Anthony me tomo por lo hombros y me giro.–Entra a la casa, por favor...

–No hasta que este hombre de vaya, no quiero que te manipule con sus mentiras.

–Hija– intentó tocarme pero anthony se lo impidió.

–Váyase si no quiere que llame a la policía o mis guardias para que lo echen de acá.

–Esto es con mi hija, tu no te metas.

Anthony perdió la paciencia, lo tomo por la chaqueta y lo guió a la salida.

–Déjela tranquila o aténgase a las consecuencias. Ella no está sola.

Anthony regreso y me abrazo. No pude contenerme y me solté a llorar.