Después de conocerse casualmente en una tienda, Debora y Anthony se reencuentran pero su relación se vuelve imposible por miedo a lastimar a los que los rodean.
Llegue a mi departamento después de hacer las compras, termine por comprarle un perfume a mi novio, ojalá le guste.
Escuche el timbre y sabía que era él, así que fui directo abrirle.
-Hola- le dije sonriendo.
-Hola princesa- dijo dándome un corto beso en los labios.-¿Donde estuviste todo el día?
-Fui de compras, estaba comprándote tu regalo de cumpleaños.
-Oh deb, no era necesario amor- dijo dándome un beso en la frente.
Ambos pasamos adentro y nos sentamos en la sala.
-¿Quieres que hagamos algo especial ese día?- le pregunte entusiasmada.
-De hecho... mis amigos me organizaron una fiesta ese día. Quiero que me acompañes.
-mmmmm, no lo sé Cédin.
Si, ese era el nombre extraño de mi novio.
-Anda, quiero que vayas conmigo, que conozcas a mis mejores amigos, a la gente que me rodea, por favor.
-Esta bien, solo que me da un poco de miedo que no les caiga bien o no se, se que son muy unidos.
-Venga, se van a caer bien, son muy graciosos y buenas personas.
-Esta bien, voy a acompañarte solo por que es tu cumpleaños- le dije dándole un beso en los labios.
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Hoy era cumpleaños de cédin , lo llamé desde temprano y le canté las mañanitas, con lo cuál sólo logré causarle un ataque de risa.
Debía arreglarme ya que él pasaría por mi a las 7pm, por suerte que es sábado y no tengo que ir hoy al trabajo.
Mi cabello era corto y negro, solo le pase la plancha un par de veces y estaba listo. Opte por ponerme un vestido negro corto y sin mangas, con cuello alto. Me maquille y pinte mis labios de color rojo.
Mi novio llegó súper puntual por mi.
-Te ves hermosa- dijo sonriendo.
-Gracias, no sabía que ponerme... No conozco a tus amigos, no sé qué Tan extravagantes son o que tan sencilla sería la reunión.
-Tranquila, son chicos normales- dijo riéndose dando un beso.- Y estas perfecta.
Llegamos a su auto y me abrió la puerta como todo un hombre caballeroso, El llevaba puesta una camisa negra, pantalón de mezclilla y botas.
-¿Lista?- Me preguntó sonriendo, yo estaba tan nerviosa que solo asentí con la cabeza. Sentía las manos sudorosas y tenía demasiado calor.
-No trajiste abrigo, te me vas a congelar más tarde- dijo volteándome a ver.
-Lo olvide por completo, pero ahora mismo sólo tengo calor.
-No estes nerviosa, no pasa nada- dijo poniendo su mano sobre mi rodilla.
Después un rato llegamos a una casa normal, se veía movimiento, la puerta estaba abierta y había muchos carros estacionados alrededor.
-¿Cuantos amigos tienes?- le pregunte limpiándome las manos sudorosas en el vestido.
Soltó una carcajada.-Muchooos.-Rodeó el carro y me ayudó a bajar.-Anda ¡vamos!- Me dijo obligándome a salir del coche.
Nos dirigimos a la casa y cédin puso su mano en mi cintura para guiarme por el lugar, eso me dio un poco de confianza. Al entrar todos gritaron "FELIZ CUMPLEAÑOS" lanzaron confeti y serpentinas, me sentía atareada, a donde volteaba solo veía personas desconocidas. Todos estaban abrazando a mi novio, deseándole feliz cumpleaños, entonces fue que lo vi... Dándole un abrazo a cédin, el chico del otro día en la tienda, el de la hermosa sonrisa. Le decía un montón de cosas a cédin y cuando volvió a abrazarlo efusivamente su mirada se clavó en la mia.
Me puse tan nerviosa, no sabía por qué pero quería irme de ahí... cuando estaba dispuesta a irme, cédin tomo mi mano jalándome hacía sus amigos.
-Amigos... Les presento a mi hermosa novia.
El chico de la tienda sonrió levantando una ceja, tomándole a su trago.
Yo estaba tan nerviosa que sonreí hipócritamente.
-Un gusto- dijo aquel chico su voz ronca.
-Mira, él es Anthony, mi mejor amigo. Nos conocemos desde niños, es una persona muy importante en mi vida.
Yo solo asentí con la cabeza.
-Anthony... ella es mi chica, de la que tanto te he hablando.
-Debora entonces?- dijo él viéndome acusadoramente.
Asentí levemente con la cabeza, esto es demasiado vergonzoso, por lo menos para mi. Cédin me presento a sus demás amigos, mientras yo no hacía más que pensar en escapar de este lugar. Cuando tuve oportunidad me senté en banco que había en la barra de una pequeña cantina. No se de quién es esta casa pero es hermosa.
-Hola- dijo Anthony con un vaso con coñac en su mano.
-Hola- le respondí sin ganas.
-¿Lo estás pasando bien?- dijo dándole un trago a su vino.
-No como debería- dije volteando a ver mi bebida.
-Hey, tranquila. Por mi no te preocupes, no es que voy a decirle a cédin que no lo conoces bien y no sabías qué regalarle- dijo riéndose.
No pude evitar reírme.
-Ni tampoco que a ese campeón no le has dado un poco de diversión- dijo riéndose con cara de travieso.
-¡Oyeee!- le dije pegándole en el brazo.
-Soy una tumba, lo prometo- dijo levantando su mano.
-Ya veo que es verdad lo que dijiste.
-¿Que cosa?- dijo Anthony arrugando la frente.
-Que en realidad eres un excéntrico y compraste esa camisa Tan horrible- le dije riéndome al ver que compro la camisa que vimos en la tienda.
Soltó una carcajada.
-Le compre una igual a cédin- dijo sin dejar de reírse.
-Dios Mio, que horror.
-Bueno, me alegra ver que se llevan bien- dijo cédin acercándose a nosotros.
-No la dejes tanto tiempo sola, por que te la pueden robar- dijo riéndose guiñándome un ojo.
Yo rodé los ojos y cédin le dio un golpe a Anthony.
-¿Que te parece Anthony?- dijo acercándose a mi, poniendo sus manos en mi cintura.
-Se ve que es buen chico y que te quiero mucho.
-Mas que un amigo es un hermano. ¿De que hablaban?
-De que te compro una horrible camisa igual a la suya- le dije riéndome.
-¿Quiere que parezca un payaso?
-No lo sé- le dije riéndome encogiendo los hombros.
-Oye Anthony- le gritó.
Anthony se acercó y pasó su brazo por arriba de sus hombros.
-¿Que quieres, cabron?
-¿y a ti de que circo te sacaron?- le dijo cédin viendo su camisa.
-¿Esto es obra de tu novia verdad?- dijo viéndome acusadoramente.
-Lo Siento es horrible- le dije riéndome.
Entonces se me borro la sonrisa cuando una mujer de estatura mediana, de muy buen cuerpo, muy bonita se acercó a Anthony para abrazarlo.
