Anthony Tomo la cinturilla de mi falda y la bajo junto con mi ropa interior, dejándome desnuda ante él. Volvió a atacarme con sus labios mientras sus manos recorrían mi cuerpo. Me giro pegando mi espalda con su pecho, saco su lengua y la pasó desde mi hombro hasta mi oreja, una de sus manos fue a mis senos y la otra se deslizó por mi abdomen hasta llegar a mi punto más sensible, estaba tocándome de una manera agonizante que me hacía retorcerme contra su cuerpo...
–Has sido muy mala conmigo– me susurro al oído sin dejar de torturarme con sus magníficos dedos.
Anthony sabía dónde y cómo tocarme, con una simple caricia me hacía delirar. Pasó su lengua por mi barbilla y terminó chupando y mordiendo el lóbulo de mi oreja, mientras con su otra mano me sostenía por la cintura, el placer que me causaba hacía que mi trasero se restregara en su miembro erecto. Saber que estaba así por mi, a pesar de todo lo que había dicho, me engrandecía que yo seguía ejerciendo cierto poder en él.
Soltó mi cintura y tomó mi cabello en un puño con fuerza, con la otra mano me guió a la mesa y me tumbo en ella. Mis senos se estrellaron en el frío cristal. Escuche como bajo el cierre de su pantalón y este cayó al suelo.
Gire la cabeza y lo observe a través de un espejo, estaba completamente desnudó, se veía tan asquerosamente rico él muy desgraciado. Dio un tiron a mi cabello que me hizo encorvar la espalda y parar el culo. Pasó su mano por mi espalda con una suave caricia que terminó en una sonora nalgada que me quedó la nalga ardiendo.
Metió su mano por mi cadera y sin previo aviso entro en mi, de una forma brusca.
–Anth...ony– dije en un grito que terminó en jadeo.
Este hombre me iba a partir en dos, nunca había sido tan salvaje, sentía sus dedos clavándose en mi piel con fuerza. Era una mezcla de dolor y placer que no podía explicar. Él muy idiota me tenía a su merced.
Sin salir de mi, me giro. Estaba mordiéndose los labios y estaba concentrado en mi cuerpo, evitaba hacer conexión visual conmigo. Las gotas de sudor en su cuerpo lo hacían verse como actor porno. Definitivamente no había hombre en este planeta que me gustara tanto como él.
Metió sus manos por debajo de mi trasero y me cargo, enredé sin piernas alrededor de la cintura y sus manos se deslizaron por mi espalda. Me recargo en la pared mientras seguía embistiéndome con brusquedad. Chupo mi cuello y bajo hasta mis senos lamiéndolos y mordiéndolos sin piedad.
Quise pasar mis manos por su cabello pero me esquivo, en ese movimiento sus ojos conectaron con los míos, su mirada era tan Diferente, no me veía como antes lo hacía, no tenía esa chispa en sus ojos... solo había lujuria y rabia, no era mi Anthony.
Sus movimientos se volvieron más rápido y profundos haciéndome convulsionar en un orgasmo. Él me bajo y salió de mi, él aún no había terminado. Vi como se daba la vuelta y comenzaba a masturbarse, no entendía nada por qué no había terminado conmigo.
–¿Por que?– pregunte sin pensarlo.
Escuche sus gemidos y como se corría.
–Por que no quiero embarazarte y me lo ocultes de nuevo–dijo sin voltear a verme y se metió a su habitación.
Me sentí mal, me sentí como la mierda ¿Por que me había dejado llevar? Me deslicé por la pared y me senté en el suelo abrazando mis piernas. ¿Como había podido ser tan estupida?
No se cuanto tiempo dure en el suelo sentada, Anthony salió bañado y cambiado, no quería ni verlo. ¿Pero que estaba esperando? ¿Que después de todo esto me diera chocolates y globos?
–Si quieres puedes tomar un baño y después irte– dijo poniéndose su costoso reloj.
–Vete a la mierda– le dije molesta.
–¿Te espero o nos vamos juntos?– dijo con sonriendo con sarcasmo.
–¿Por que Anthony?– le dije levantándome para enfrentarlo.–¿Por que estas tratándome así?
–¿Te parece poco?– dijo cruzando los brazos.
–Todo lo hice pensando en ti, todo. Pensando lo mejor para ti, para no arruinarte la vida. Preferí arruinar mi vida, estando lejos del hombre al que amaba por tu felicidad.
–Nunca pienses por los demás... y ponte algo, báñate, no se... ahh y piensa como vas a tapar todas las marcas que deje en tu cuerpo– dijo riéndose con maldad.
–Aunque me pongas un sello con tu nombre, Alaric no va a dejarme, por que me ama– dije con rabia.
–Ah entonces no parece pendejo... es un pendejo. –dijo riéndose.
Lo fulmine con la mirada y me metí al baño, me sentía tan cansada, física y emocionalmente. Cuando apenas arreglo un problema vengo y la cago en otro. Cuando salí de bañarme Anthony no estaba. ¿Que iba a poner si este animal había roto mi ropa? Solo tenía las bragas y la falda.
Vi la maleta de Anthony y la abrí... busqué su camisa favorita y me la puse. Tenía tanta rabia que quería lanzar todas sus lujosas cosas por la ventana. Recogí mi cabello en un chongo y dejé mi cara limpia sin maquillaje.
Me puse mis tacones y tome mi bolso para dirigirme a la salida. Cuando abrí la puerta me lo encontré de tope.
Nos quedamos viendo por unos segundos. Era un duelo de miradas llenas de odio.
–Esa camisa es Mía– dijo señalando la camisa que robe de su maleta.
–Si, me la puse por que rompiste mi ropa, gracias.
–Quítatela.– dijo con aparente molestia.
Me encogí de hombros y me la quite, quedando con los senos al aire. Camine para salir de la habitación.
–¿A donde vas?– dijo asustado tomándome por la cintura, metiéndome de nuevo al cuarto.
Sabía que no iba a dejar que me fuera así.
–¿Estas loca o que?– dijo cerrando la puerta.–Salí a comprarte un sujetador y una blusa nueva– dijo dándome una bolsa de cartón.
¿Primero me trata mal y después es detallista conmigo?
–Me vas a volver loca Anthony– dije tomando La Bolsa para cambiarme.

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Clandestino / Romeo Santos
RomanceDespués de conocerse casualmente en una tienda, Debora y Anthony se reencuentran pero su relación se vuelve imposible por miedo a lastimar a los que los rodean.