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Y efectivamente Anthony se había quedado a dormir con Matías, habían estado viendo películas y los dos se quedaron dormidos en mi cama los muy descarados.

Tome la colcha que estaba en el suelo para taparlos, les había dado por jugar al súper héroe. Era tan gracioso ver a Anthony con la colcha como capa pero era divertido, con él solía reírme muchísimo.

Sentía que el corazón me iba a explotar de amor, al ver a los dos hombres de mi vida durmiendo, tan serenos, tan hermosos, tan iguales.

Tome una frazada y me fui a dormir al sillón, no podía por ningún motivo compartir la cama con Anthony. No quería darle pie a nada, no podía volver a fallarle a Alaric.

En la madrugada abrí los ojos de golpe por qué sentí que alguien estaba observándome y efectivamente era Anthony. Estaba sentado en la mesa de centro con los codos en las rodillas y sosteniendo su rostro con sus manos. La Luz estaba apagada, todo era muy tétrico.

–No jodas Anthony, vas a matarme de un susto– dije molesta y él se empezó a reír.–Das miedo sabes, Son las tres de la mañana y..,

–Ya se, ya se, es la hora en que los demonios te observan –dijo levantando las cejas de forma divertida.

Él solía despertarme a esa hora para... Bueno, ya saben.

–Déjame dormir– lo amenace y voltee para el otro lado.

–¿Por que dormiste acá?– me pregunto.

–Por que mi cama estaba ocupada.

–Hazme un espacio– dijo acostándose detrás de mi.

¿Y este atrevido?

–Anthony...– lo reprendí.

–Solo quiero abrazarte, oler tu cabello...

Escuchar su voz y sentir su respiración en mi nuca me provocó un escalofrío que me recorrió todo el cuerpo.

– Quedamos en comportarnos y tratarnos con respeto.

–Quedaste tu, ademas no estoy faltándote al respeto o si?– dijo dandome un beso húmedo en mi cuello.

–Anthony, voy a ser muy clara contigo– dije girándome y quedando frente a él. –Tengo sentimientos hacia ti, lo sabes y si llegas me tocas de este modo– quite su mano de mi cintura.– siento cosas Anthony, mi cuerpo reacciona pero no podemos, si a ti no te importa tu mujer, a mi si me importa mi marido.

–Lo único que me importa son estas ganas que tengo de besarte– y me beso, él muy cabron me beso.

¿Quien soy yo para negarme?

Su mano se deslizó por mi cintura y la fue bajando hasta presionar mi trasero. Tomo una de mis piernas y la subió a las suyas, en un repentino movimiento me tenía encima de él sin dejar de besarme.

–No, no, no– dije tratando de levantarme pero Anthony me tenía sometida con sus piernas y brazos.

–Si yo quiero y tú quieres– dijo tratando de convencerme con una sonrisa tentadora.

–No quiero– dije antes de soltar un leve gemido cuando Ant me mordió el cuello.

–Si quieres–Busco mi rostro y volvió a besarme de esa manera tan lujuriosa que solo él podía.

–Mami– escuche la voz de mi hijo y al mismo tiempo Anthony me tiro al suelo del susto.

–Pendejo– le dije a Anthony pegándole por haberme tirando.

–Perdón, perdón– dijo riéndose y levantándose para atender a Matías.

Lo cargo y lo metió al cuarto, obviamente no había visto nada estaba todo oscuro. Me levante del suelo y fui donde mi hijo.

–¿Que pasó mi amor?– dije abrazándolo.

–Teno miedo– dijo acurrucándose en mi pecho.

–No pasa nada, estoy aquí– dije sosteniendo su cabeza y frotando su pequeña espalda.

–Quiero a mi papá– dijo apunto de llorar.

Cuando Matías tenía pesadillas, era Alaric quien corría a consolarlo. Era obvio que lo extrañara, a crecido con la idea de que Alaric es su papá. Me sentía frustrada, por que sabía que cada que Matías le dijera papá a Alaric, a Anthony le lastimaba.

–Debo irme– dijo Anthony tomando su chamarra.

–Homiga– dijo mi hijo refiriéndose a Ant. (Anthony le había dicho que ant en inglés era hormiga, jamás pensó que le diría así) no pude evitar reírme. –Homiga– repitió mi hijo para atraer la atención de Anthony él cuál volteó con cara de intrigado y diversión. –Te quero– le dijo Matías a Anthony y juro que me derretí como bombón al sol.

–Yo también te quiero mati, mucho– dijo dándole un beso en la frente. Pude notar como los ojos de Ant se rasaron.–Los veo mañana– dijo sonriendome débilmente.

Deje a mi hijo y salí tras él.

–Anthony– le dije antes de que abriera la puerta.

–Dime.

–No puede volver a pasar lo de hace rato y menos estando el niño aquí.

–Ósea que no estando el niño no descartas la idea– dijo sonriendo coquetamente.

–Deja de provocarme Anthony, respeta mi decisión de respetar a mi marido.

–Ok, no te preocupes voy a comportarme– dijo antes de abrir la puerta e irse.

Regrese a mi cuarto y mati estaba jugando con unos carritos.

–Mati, amor, ven aquí. Necesito hablar contigo.

Mi hijo frunció la frente del mismo modo que lo hacía Anthony.

–¿Anthony te cae bien?

–Si– dijo mati.

–Ok, bueno... Anthony también es...– solté un suspiro, esto era más difícil de lo que esperaba.–Anthony también es tu papá.

Mi hijo me vio con cara de no entender nada.

–Ok– dijo Matías sin darle importancia al tema.

¿Enserio? Pensé tanto como decírselo sin causarle un conflicto emocional para que me responda con un "Ok" pensé que tendría muchas preguntas pero no hizo ni una sola!

Este niño y su padre iban a acabar con mi salud mental.

Clandestino / Romeo Santos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora