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Narra Debora.

Yo sabía que Anthony era muy capas de llevarme en toalla a donde se propusiera. Donde pone el ojo, pone la bala, así es él. No podía arriesgarme a que me llevara a la fuerza y en mis peores fachas a donde quiera que sea que va a llevarme, así que me arregle.

Me maquille, me peine, me vestí y aún así no me gustaba lo que veía en mi reflejo. No cuando había estado comparándome toda la tarde con aquella rubia pasada de tueste.

El hecho de no sentirme lo suficientemente bonita para Anthony me puso de mal humor.

–¿Estas lista?– me pregunto Anthony entrando a la habitación.

–¿No te enseñaron a tocar la puerta?– levante la vista y lo vi. Se veía guapísimo. Llevaba puesta una camisa fendi color negro y un pantalón de mezclilla. No tenía nada de especial su atuendo pero a mi parecer estaba estupendo. Su peinado era perfecto, sin un cabello fuera de lugar y su barba perfectamente delineada.

–¿Me doy una vuelta para que me analices bien?– me pregunto con una sonrisa de lado. El muy cabron se dio cuenta que lo estaba zorreando.

–Si, pero date la vuelta para que salgas por donde entraste–dije poniendo los ojos en blanco y seguí viendo la televisión.

Se empezó a reír y camino hacia mi con ese maldito porte y elegancia que poseía. Era un tigre acorralando a su presa. No pude evitar sentirme nerviosa.

–Pues tú vienes conmigo– me jalo e hizo que me levantara de la cama.– Quiero presentarte a mi novia.

No Mamés, sentí que el corazón me dejó de latir. Quería cachetearlo en ese momento. No le dije nada y seguí caminando junto a él.

¿Me quería presentar a la barbie esa?

–No me voy a subir a eso– me frene de golpe, al ver un helicóptero esperándonos.

–Vamos, no pasa nada– dijo riéndose.

–Anthony te he dicho que no y es no– dije molesta.

–Y yo dije que vas a ir conmigo y vas a ir conmigo– él muy estupido me cargo y me subió al helicóptero.

Se suponía que en este momento me debía sentir como Anastasia steele con su Christian grey dando un paseo en helicóptero pero no, me sentía enojada, frustrada, triste, con miedo y además quería matar a Anthony.

Aunque la vista desde aquí debe ser bellísima, no quería ni voltear hacia abajo, me daban unas náuseas horribles. Anthony de seguro Olvido mi terror a las alturas.

Cuando aterrizamos casi baje besando el suelo, era una experiencia muy diferente a viajar en avión.

–¿Estas bien?– me pregunto Anthony tomándome por la cintura, ofreciéndome una botella con agua.

–No– Anthony me abrazo y yo recargue mi cabeza sobre su pecho mientras me recomponía. Cuando recordé que venía a preséntame a su "Novia" me aleje de él.

–¿Que?– preguntó divertido.

–Nada– me arregle el cabello y crucé los brazos. –¿Y aquí que o que?

Se rio y no me dijo nada, de burla le servía.

En eso vi que una camioneta había llegado por nosotros, sin preguntar nada subí a la Suburban negra. Entró por unas calles y llegamos a la parte de atrás de un escenario. Bajamos y nos metieron a un edificio, subimos dos plantas y ahí estaba todo perfectamente acondicionado para fungir como camerino para Anthony. Seguía sin decir nada, solo escuchaba las platicas de los demás. Vi una ventana y me acerqué a ver. Me quede realmente impactada. Había muchísima pero Dios mío eso era una multitud. Desde aquí podía sentir la energía de esa gente... Y esa gente solo quería ver a Romeo.

Entendí el por que era tan importante su carrera, incluso más que yo. Debe ser duro sentir la presión y el deber de no decepcionar a toda esta gente.

–Perdón me equivoque...– me dijo Anthony al oído, abrazándome por detrás.–No quise decir que te iba a presentar a mi novia... era a mis novias– dijo señalando a su público y me dio un beso en el cuello.

Hijo de p.... madre. ¿Por que jugaba así conmigo?

–¿Enserio?– me giré y quede atrapada entre sus brazos.–Por que yo esperaba que me presentaras a la rubia del otro día– le dije acariciando su cara y su oreja.

–Ella es solo una amiguita– sonrió y se pegó más a mi.

–¿Te imaginas tenernos a las dos en tu cama?– pase un dedo por su labios y vi como trago saliva. –Desnudas...– susurre en su oído y sus manos apretaron mi cintura.–Lastima que yo no soy tu amiguita y solo quedará en tu imaginación.– me solté su agarre y me retire lejos de él.

Escuche como sacaba su frustración cuando le pego con sus manos al marco de la ventana. Yo también sabía jugar sucio. No me dirigió la palabra hasta que iba a comenzar su show. "vamos" fue lo único que me dijo. No entendía cual era su molestia conmigo.

Me quede a un costado del escenario y desde ahí podía observar a Anthony y a su público. No dejaba de sorprenderme la increíble energía que Anthony manejaba cuando subía a cantar. Definitivamente tenía muy buena condición física para cantar, brincar y bailar.

Romeo tenía magia... era como una sirena que aunque yo no quisiera me atrapaba y me embaucaba por completo al escucharlo cantar. Su manera de interpretar cada canción, la forma en que se mueve, su mirada, sus gestos...

Además, Sus fanáticos son increíbles, mira que esperar tantas horas solo por verlo, asoleándose, estando de pie todo el día, sediento, pasando hambre, entre otras cosas más. Ahora entendía muchas cosas... era preferible decepcionar a una sola persona que a millones que hacen tantos sacrificios por él.

Cuando bajo del escenario camine junto con ellos pero por azares del destino o por distraída más bien, tome otro rumbo y los perdí. Sentí miedo hasta que vi a amelfis.

–¿Que haces acá?– me pregunto al verme.

–Me perdí– dije avergonzada.

–Anthony debe estar volviéndose loco al no encontrarte– estaba riéndose.–¿Tu tienes idea de lo importante que eres para él?

–Yo, no...–no sabía que decirle.

–Ven conmigo.– me llevo con ella a un lugar más tranquilo y nos sentamos en unas sillas.– Yo no se como sea su relación ahora pero mi amor... thony está loco por ti, haría cualquier cosa por ti, nunca lo vi tan enamorado de alguien, yo sé que te ha decepcionado, que te ha lastimado pero dale una oportunidad.

–Yo no se que hacer...

–¿Lo amas?

–Si... pero yo no quiero causarle más problemas, no quiero interferir en su carrera por eso tome la decisión de alejarme, en cuanto esté bien voy a irme...

–Habla con él antes de que tomes una decisión. La comunicación es la clave de todo mi amor pero por favor no lo lastimes.

–Lo que menos quiero es lastimarlo.

Clandestino / Romeo Santos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora