3-35🎉

346 28 37
                                    

Por fin todo había vuelto a la normalidad, Anthony y yo estábamos aparentemente bien, nos reíamos todo el tiempo y éramos más cariñosos de lo normal, más él que yo, claro está.

El cumpleaños de anthony era hoy, me levante temprano y recibí los pasteles que le había mandado hacer, uno era de varios pisos de color negro con algunos detalles en color oro y unas notas musicales, en la parte de arriba tenía sus iniciales... artísticas... "RS" pero esa sería su sorpresa para la reunión que organizamos con algunas de sus amistades aquí en la casa. El otro era más sencillo, era de un solo piso, repleto de betún blanco, acompañado de unas letras cafés que decían "Feliz cumpleaños anthony".

Desperté a Matías y le pedí que no hiciera ruido, le explique lo que haríamos a continuación y él aparentemente entendió correctamente lo que le dije. Puse varias velas en el pastel, no las conté para ser sincera... las encendí y entré a la habitación donde mi bello durmiente aún seguía roncando. Matías entró gritando y brincó encima de su papá para despertarlo, Anthony abrió sus ojos todo adormilado pero al vernos enseguida una sonrisa apareció en su rostro.

–Feliz cumpleaños mi amor– me acerque a él con el pastel entre las manos.

Anthony se enderezo y soplo las velas del pastel.

–Gracias– dijo sonriendo mientras abrazaba a Matías.

–¿Pediste un deseo o soplaste a lo tonto?

–Pedí un deseo... y no te voy a decir cual es– sonriendo mientras con un dedo agarraba betún del pastel para probarlo.

Matías metió los dedos en el betún y embarró a anthony de pastel en la cara. Enseguida me aleje de ellos, no iba a permitir que armaran una guerra de pastel en mi cama.

–¿A donde crees que vas?– me interceptó anthony por la cintura evitando que me alejara de ellos. Cogió  betún del pastel y me lo embarró en la cara.

Matías no dejaba de reírse así que también tuvo su merecido cuando yo lo embarre de pastel. Se rio como loco y salió corriendo. Deje el pastel sobre la mesita de a un lado y gire para ver a mi amado.

Anthony me tomo por las mejillas y me beso.

–Que Bueno está el pastel eh– menciono sonriendo.

–¿Te lo quieres comer?– sonreí coquetamente.

–No me vas a dejar– me tomo por la cintura en me sentó encima de él.

–Tengo un hijo que cuidar y una fiesta que organizar.

–¿Un rapidito? Es mi cumpleaños– hizo un puchero para convencerme y yo solté una carcajada.

–¿Que voy a hacer con tu hijo? No ha llegado su nana y sabes que si lo que dejo un minuto solo ya está haciendo una travesura.

–Amárralo en su cama– dijo bromeando.

–Mejor de amarró a ti– lo amenacé pero a él no le desagradó la idea.

–Aceptó– abrió sus brazos en posición para que lo amarrara.–hazme tuyo.

–Estas enfermo– me reí de sus locuras.

–Ven cúrame mami– Su voz estaba toda ronca y sexy. Sus propuestas eran muy tentadoras.

–Ya anthony– me empecé a reír por que empezó a hacerme cosquillas.

El sonido de su celular me dio tiempo de escapar de las garras de este hombre que solo me quería para su satisfacción personal, de lo cual no me quejaba pero tenía muchas que hacer. No pensé que organizar una "pequeña" reunión fuera tan complicado.

Anthony se fue a andar en bicicleta y yo me quede en casa para que quedara todo perfecto, no iba permitir verme apocada por las excelentes fiestas que le organizaba la bruja.

En el patio mande poner una pared completa de globos de varios tamaños y una enorme mesa de postres, una barra completa de comida que sabia que a anthony le gustaba y una pequeña barra para el barman que había contratado... y claro la música no podía faltar, uno de sus amigos me ayudó a contactar a un Dj el cual traería consigo un juego de luces robóticas para cuando oscureciera.

Cuando deje todo listo subí a tomar un baño y a arreglarme, elegí un vestido blanco entubado que quedaba abajo de las rodillas, junto con unas zapatillas doradas. En mi cabello hice algunas ondas, procure verme lo mejor que podía.

Cuando Anthony volvió no lo dejé ver nada, lo mande directo al cuarto para que se pusiera guapo.

Los invitados empezaron a llegar y yo estaba ahí para recibirlos, a la mayoría los conocía pero había uno que otro que jamas en mi vida los había visto pero por alguna razón estaban aquí. Se suponía que era solo los más cercanos.

Me dio mucho gusto ver llegar a alex y a los sobrinos de anthony. Los amaba, eran demasiado divertidos juntos.

–¿Y mi papá?

–Arriba. Seguramente quiere hacer su entrada triunfal como si fuera la princesa de genovia.

Se echaron a reír y los tres subieron a buscar a anthony.

Sentí que el mundo se me desestabilizó cuando vi a cedin entrando por la puerta. ¿Que hace aquí?

–Hola– me quede muda al tenerlo enfrente.

–Ho...ola...– no sabía que decirle.

–No se si la invitación me llego por error pero solo quise venir a recordar viejos tiempos.

¿Conmigo? Ok, no.

–Claro, pasa... eres bienvenido– espero no arruinen este día con una de sus estupidas peleas.

Llegaron varios invitados, familia de anthony y amigos, el patio ya estaba repleto de gente y anthony ni sus luces, así que decidí subir por él.

–Mi amor– entre a la habitación y lo encontré viéndose frente al espejo mientras se acomodaba la camisa.– Te ves muy guapo– me acerque y lo abracé. Nos veíamos muy bien juntos.

–Gracias– tomo mi mano y me dio beso en ella.

–¿Que no alex había subido por ti?

–Si pero aún no me había cambiado y bajaron hace rato– mencionó mientras se rociaba de perfume.

–¿Vas a demorar mucho?– pregunte al ver que se estaba tomando su tiempo para terminar de arreglarse.

–No... ¿Por que eres tan impaciente?

–La gente que está allá abajo, vino por ti, no por mi.

–Ya, vamos– me dio un beso en los labios y me jalo por la cintura para que bajáramos juntos.

Íbamos por las escaleras cuando me detuve de golpe.

–¿Que hace esa mujer aquí?

Clandestino / Romeo Santos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora