Bueno... y de cuanto estamos hablando?– me pregunto anthony sobre cuanto dinero recuperaría pero en su rostro estaba esa sonrisa traviesa.–No sé realmente... supongo es mucho, no lo sé.
–Te dejó casarte con él pero vamos a la mitad de las ganancias– se carcajeó.
–¿Eres mi dueño o como que "Te dejo"?– pregunte indignada.
–Eres mía, mi mujer, mi amiga, mi amante, el amor de mi vida... MÍA. ¿Lo tienes claro?– me abrazo posesivamente. Me reí y recargue mi frente en la suya.
Aveces me daba mucha ternura y me derretía por completo.
–¿Vas a dejar que me case entonces?– que anthony tomará a broma todo esto me relajaba bastante.
–Si, pero necesito la boda a la iglesia y todo– se froto el mentón como si estuviera pensando.
–¿Necesitas?– me reí.
–Si, Si... Necesito por fin cumplir mi sueño de impedir una boda– solté la carcajada.
–Pero si la impides no me van a dar el dinero.
–Eso es lo de menos...– sonrió y mi mundo cambiaba positivamente cuando él estaba a mi lado.
–¿Cuando tienes que irte?– lo abracé y acaricié su cabello.
–Dentro de dos días. Ven conmigo... Quiero hacerte el amor en mi camerino– me pico las costillas y me dio risa.
–Suena tentador...– le sonreí y lo besé.
Es mi persona favorita en el mundo.
Narra Romeo.
Estaba pasando, realmente esto estaba pasando... ¿En que mierda estaba pensando cuando permití esta locura? Nuevamente alguien más la llevaba al altar y no era yo. Se suponía que solo sería firmar unos papeles no que iban a montar toda una boda a la iglesia con prensa y todo.
Y ahí estaba yo observando como la arreglaban, como la maquillaban, viendo lo hermoso que le quedaba ese vestido blanco, lo bella que se veía.
Mi mujer se casaba con otro hombre. Que pendejo soy en verdad. Me sentía tan impotente... por que yo, yo pendejo anthony Santos aceptó cosas que se que no voy a soportar.
–¿Como me veo?– Deb pregunto ilusionada mientras me modelaba el vestido.
–Hermosa...– me sentía abatido.
–No estes así mi amor, es solo... es solo un contrato. Sabes que a quien amo es a ti– toco mi rostro con ternura.
–Te veo tan ilusionada... feliz... no pareciera que fuera solo un contrato.
Soltó un suspiro y me volteó los ojos.
–Es solo para recuperar el dinero y...
–¿Y que?
–Nada, anthony nada. Creo deberías salir de acá, si mi... si Ryan te ve acá, va a molestarse.
–¿Y eso importa?– pregunte molesto.
–Puede pensar mal.
–¿Puede pensar mal Debora? Estas actuando tan raro que pareciera que está feliz con esto y que lo nuestro no te interesa– di media vuelta y salí de ahí no sin antes azotar la puerta.
Camine por el lateral De la Iglesia, había mucha gente, no había un lugar desocupado. Llegue al final y me senté en la última banca para observar como mi mujer se iba a casar con otro.
La marcha nupcial comenzó a sonar por todo el lugar y se me enchino la piel. Verla caminando por el pasillo caminando del brazo de su papá, ambos con una sonrisa radiante. La entregó a él, a el hombre que más daño le había hecho. Y ella se veía feliz... le sonreía de la misma manera que me sonreía a mi hace unos meses.
El padre comenzó a hablar y a mi la mente se me nublo.
–Anthony ¿Enserio vas a permitir esto?– me pregunto mi primo henry que estaba sentado a mi lado.
–Mi hermano aquí estamos para apoyarte– lenny se giró estaba sentado en la banca de enfrente sentado junto a Max.
Me sentía muy confundido. Sentía que todo daba vueltas a mi alrededor.
"Queridos hermanos, continuemos con esta boda... Si hay alguien presente que se oponga a este matrimonio que hable ahora o calle para siempre"
Me levante decidido, acomode el saco de mi traje y camine para impedir esta maldita boda.
"YO ME OPONGO" – camine por el pasillo para acércame a altar, mientras toda la atención se fijaba en el chico moreno de 1.85 de alto que estaba apunto de impedir la boda de este importante empresario.
Debora quería matarme con la mirada, pero no iba a permitir esta locura.
"Un momento, padre no permita esto es absurdo, es un error. Ponga en pausa esta boda, ya le explico mis motivos, quien soy yo" – la música empezó a sonar y yo a cantar. Convertí esta tragedia en un musical.
"Que me escuche ese estupido en el altar, al público voy a contar la historia de un gran amor"– Debora camino hacia mi y me empujó tratando que parara.
–Anthony por favor, estás haciendo el ridiculo...
Escuche una carcajada y me desperté de golpe. Yo y mis malditos sueños locos. Debora estaba riéndose de mi. Riéndose no, carcajeándose.
–Disque "Yo me opongo"– soltó otra carcajada y yo me apene, me tape la cara con la almohada.
–Deja de burlarte de mi.
–Cuéntame tu sueño anda– intento quitarme la almohada pero no pudo.
Narra Debora.
Estaba leyendo un libro cuando escuche a anthony balbucear cosas y de repente grito "Yo me opongo" inmediatamente me imagine que era lo que él soñaba, no pude aguantarme la risa y mi carcajada lo despertó.
–Mi amor... mi vida... anda cuéntame– me subí encima de él para tratar de convencerlo.
–No, déjame dormir– seguía con la almohada en la cabeza.
Yo sabía que hacer con este hombre.
Pase mis manos por su pecho y las deslice hasta llegar al resorte de su pantalón de dormir e intente bajarlo pero me detuvo.
–Alto ahi vaquera, no vas a conseguir lo que quieres usando esos métodos– logre que se quitara la almohada de la cara.
–¿Donde me veía mejor con ryan o con alaric?– pregunte riéndome.
Anthony me fulmino con la mirada, uso toda su fuerza para girarse para tumbarme de encima de él. Tomo su almohada y se dispuso a dormirse.
–No voy a casarme con nadie que no seas tú...– le di un beso en la nuca y lo abracé.

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Clandestino / Romeo Santos
RomansaDespués de conocerse casualmente en una tienda, Debora y Anthony se reencuentran pero su relación se vuelve imposible por miedo a lastimar a los que los rodean.