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–Debora...

–¿Que Alaric? ¿Que? Ósea si soy "open mind" pero no tanto por Dios.

–Es la misma situación, yo te acepté...

–No Alaric, no. No es la misma situación. Yo ya tenía a Matías cuando te conocí. Tú fuiste y le hiciste un hijo a esa mujer estando CASADO conmigo. ¿No que me amas tanto? Dios mío que rabia...– dije molesta.

–También tengo derecho a tener descendencia...

–Si eso era lo que querías me lo hubieras dicho. Si querías formar una familia con alguien más me lo hubieras dicho maldita sea. No tienes idea Alaric, de lo decepcionada que estoy de ti.

–Yo no quiero otra familia... Tú eres mi esposa y Matías mi hijo...– dijo tratando de tocarme.

–No me toques. Si realmente pensaras que Matías es tu hijo no estarías diciéndome "Que tienes el derecho"...

–Soy su padre pero...

–A la mierda Alaric, Matías tiene su padre, no te necesita.

–Yo soy su padre ¿No crees que estás siendo injusta conmigo?

–¿Injusta? Si, tan injusta que te aguante que me estuvieras poniendo los cuernos con la enfermera esa pero esto es demasiado.

–¿Crees que no me di cuenta que cuando apareció el voz de niña cambiaste conmigo?

–No te atrevas Alaric, a referirte a Anthony así por que es mucho más hombre que tú– dije con rabia.

–Tan hombre que te dejó embarazada y yo fui el pendejo en acogerlos.

–¡Yo no te pedí nada! ¡Nada Alaric! Y él no me dejó embarazada por ni siquiera lo sabía. Te creía diferente Alaric, estás sacando totalmente el cobre.

–¿Yo si tuve que aguantarte que te revolcarás con ese hijo de puta mientras estas casada conmigo verdad? Por qué es lo que hacían cada que se veían o te vas a atrever a mentirme en mi cara.

Me quede callada. Esto no lo veía venir.

–¿No puedes negármelo cierto?

–Y entonces para qué quieres seguir conmigo... Si estás consciente que no te amo y tú vas a tener un hijo con esa mujer.

–Por que yo si te amo debora. He sido capas de aguantar un sin fin de situaciones por ti. Pisoteando mi dignidad por ti y tú, a mi primer error me mandas a la mierda.

–Y que es lo que quieres ¿Que te ayude a cambiar los pañales?

–No... simplemente...

–¿Simplemente que?– le grite.

–Cálmate por favor– dijo nuevamente tratando de tomarme por los brazos.

–QUE NO ME TOQUES– dije totalmente histérica.

–Debora... no tires por la borda nuestro matrimonio. Cambie de residencia por ti, deje a mi familia por ti, casi pierdo mi trabajo por ti...

–Yo no te pedí nada, así que no vengas a culparme o querer hacerme sentir remordimiento.

–¿Quieres el divorcio para correr a brazos de aquel negro asoleado?

No pude evitarlo y me empecé a reír. ¿Que tenían Antony y Alaric con los apodos?

–¿Eso es lo que quieres?

–No. Lo que quiero es dejarte libre para que puedas darle todas las atenciones del mundo a tu hijo biológico. Eso quiero.

–Deb... Yo no quiero lastimarte...

–Pues lo haces... cada que me hechas en cara que no puedo darte un hijo. ¿Sabes lo que es no poder darle un hijo al hombre con el que compartes tu vida? ¿Y que cada que esté tenga oportunidad te lo eche en cara?

–Yo jamás...

–Ya Alaric, ya. Por favor.

–Piensa bien las cosas y pon en una balanza las cosas buenas que he hecho por ti y las cosas malas – dijo antes de tomar su celular y las llaves del coche para irse.

Cuando se fue no pude evitar soltar el llanto. ¿Por que mi vida se había convertido en este circo?

Mi celular vibro y era Anthony. No le iba a responder pero me pasó como aquel día en mi oficina cuando me enteré que iba a tener un hijo con la bruja. En vez de colgarle atendí la llamada.

–Hey, hola!– escuche mi celular hablar.

Voltee a verlo confundida y me di cuenta de mi babosada.

–¿Hey que pasa?– dijo al verme llorando.–No te atrevas a colgarme– me conocía tanto el infeliz.

–Tuve una discusión con Alaric– dije limpiándome la nariz.– Por dios, me veo fatal– dije tapándome la cara.

–Tu eres hermosa... aunque estes sacando mocos– se empezó a reír.

–Anthony...–dije haciendo un puchero.

–Eres muy hermosa debora. Muy hermosa. Tanto que tengo un póster en mi recámara con tu foto– dijo volviéndose a reír.

–Ya, no seas payaso.

–Una foto como dios te trajo al mundo...

–No seas mentiroso, eso no existe.

–A que si existe, yo tengo varias– dijo moviendo sus cejas.

–Si querías hablar con Mati, él no está.

–Si quería... pero ahora quiero hablar contigo. ¿Estas bien?

–Pues... No del todo. Siento que mi vida se convirtió en su circo.

–Yo quiero ser tu payaso estelar– dijo sonriendo.

–¿No puedes ser serio?

—Estoy tratando de hacerte reír. No me gusta verte así.

–¿Como es que te gusta verme?– pregunte con inocencia.

–Uff mi amor si pudieras leer mi mente... me vas a poner cachondo.

–¿Que es eso?– pregunte riéndome.

–Lo aprendí en mexico... es que me pones caliente.

–Anthony– dije riéndome a carcajadas.

–Así me gusta verte. Sonriendo.

Le di una sonrisa pero mi semblante anterior volvió más rápido de lo que esperaba.

–¿Por que discutiste con Alaric?

–¿Recuerdas las fotos que me mostraste?

–Si.

–Bueno, Alaric va a tener un hijo con ella y le pedí el divorcio.

–Wow...– dijo sorprendido tocandose la barbilla.

–El mal de los hijos me persigue... quizá es el karma...

–Estas loca– dijo riéndose.–Oye pero ¿Cuando firman los papeles?– pregunto con una amplia sonrisa.

Clandestino / Romeo Santos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora