Capitulo 10🔥✖️✖️✖️

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—Olvídate de todo... De quienes somos...— dijo Anthony en mi oído, mientras sus manos se deslizaban por mis caderas bajando mi vestido. —Somos como romeo y Julieta teniendo nuestro amorío clandestino.—Solté un gemido cuando su mano se coló en mi ropa interior.—Estas a tiempo de tenerme—dijo en un susurro.

—No lo voy a hacer— dije sosteniendo su mano donde la tenía y con la otra tocando su cuello.—Te deseo... me estoy quemando de deseo por tenerte.

—créeme bebecita que yo siento lo mismo—dijo mordiéndome el cuello.

No sé por qué, pero que me dijera así me encendía un montón.

—Pero después de esto no vas a olvidarme ni a sacarme de tu mente jamás— dijo deslizando dos dedos en mi entrepierna.

Me retorcí entre sus brazos por el placer que estaba dándome, sentir su respiración en mi oído, como una de sus manos se apretaba en mi estómago para pegarme más su cuerpo para sostenerme, mientras que su otra mano hacía unos movimientos magníficos en mi intimidad que me hacían delirar.

Anthony se separó de mi dejándome a medias, voltee a verlo y se estaba chupando los dedos que habían estado hace un momento en mi vagina—Que rico— murmuro mientras sonreía perversamente y se quito el pantalón.

Era todo un poema erotico, mi mente estaba estupida por él, me gustaba mucho, muchísimo. Era perfecto por donde lo vieras. Quería chuparlo completo, pasarle la lengua desde su ombligo hasta su cuello. Estaba fascinada con su cuerpo.

—¿Que estás pensando bebecita traviesa?— dijo acercándose a mi.

Me jalo de las piernas haciendo que me acostara en la cama para terminar de quitar mi vestido.

—Que quiero lamerte completo— le dije mordiéndome un dedo de forma traviesa.

—¿Y qué esperas?

Anthony estaba parado al borde de la cama, me enderece y me puse de rodillas en la cama frente él. Pase mis manos por sus hombros y su pecho, rozando levemente su pezones... me acerqué agachándome un poco, saque la lengua y la deslice por todo su abdomen hasta llegar a su garganta, mientras que una de mis traviesas manos tocaba su ereccion por encima de los bóxers. Al llegar a su boca, me beso apasionadamente mientras su mano me agarraba bruscamente del cabello.

—No aguantó más—susurro.

Me tumbo en la cama y con rapidez deslizó mis bragas por mis piernas y las lanzo a algún lugar de la habitación. Hizo lo mismo con sus bóxers. Estaba hincado entre mis piernas, completamente desnudo para mi.

—¿Quieres que te coma o que coja?— me pregunto con su voz ronca, mientras acariciaba su ereccion.

—Quiero todo de ti— dije con desesperación.

Se acercó a mi abdomen me dio pequeñas mordidas bajando hasta mi abdomen, me abrió las piernas y me sopló, pasó la lengua por ahí pero volvió a subir a besarme la boca. Tomo su miembro y comenzó a frotarlo en mis labios vaginales, de arriba a abajo. Lo sostuvo en mi entrada y fue introduciéndose poco a poco.

—Se cuidadoso, hace mucho no tengo sexo— le dije en un susurro. Él asintió y siguió entrando a mí con lentitud. Cuando estuvo por completo en mi, tomo mis piernas para que las enrollara en su cintura. Comenzó a entrar y salir con movimientos lentos...

—Me estás volviendo loco—Dijo enterrándo su rostro en mis pechos.

Derrepente me tomo por las caderas y empezó a embestirme con mas fuerza, sus gemidos eran música para mis oídos, escucharlo así, gimiendo y gruñendo, viendo sus gestos al estarme cogiendo definitivamente los recordaría por siempre. Hacia un giro con sus caderas que tocaba un punto demasiado sensible dentro de mi, estaba arqueándome de placer, algo estaba apunto de explotar dentro de mi...—Dios mío que bueno eres—dije entre gemidos. Dio tres metidas rápidas y me convulsioné, literal estaba viendo estrellas, me sentía como drogada. Él salió de mi y se masturbo hasta descargar sus fluidos en mi abdomen. Era un poema enserio, verlo tan exitado, agitado, con esa vena marcada en su frente.

—Lo siento pero no teníamos condones— dijo viéndome el abdomen.—No podía venirme adentro.

—Eres el hombre más sexy que he visto en mi vida— dije con la respiración cortada. Recogí con un dedo su semen de mi abdomen y me lo lleve a la boca.

—Dios, Vas a matarme—dijo jalándose el cabello, le había exitado lo que hice.
Tomo su bóxer negro y me limpio el abdomen.

—Ven—dijo jalandome para llevarme al baño.

Encendió la regadera y ambos entramos, el agua tibia caía en nuestros cuerpos, los brazos de Anthony estaban rodeándome, mientras su lengua se apoderaba de mi boca, parecía un caliente beso bajo la lluvia. Me cargo y rodee mis piernas en sus caderas, me apoyo contra la fría loza del baño, pero eso no me impidió que yo siguiera disfrutando de sus fogosos besos.

—Me encantas debby—dijo mientras se introducía nuevamente en mi.

Me lo hizo lento, pero aún así no dejo de ser delicioso... esta vez sin importarle término dentro de mi. —En este momento no me importa si me das un hijo— dijo bromeando.

—Tranquilo, no puedo tener hijos.

-¿Como?— pregunto intrigado.

—Soy estéril— le dije con tranquilidad envolviéndome en una toalla.

—Yo... lo siento—Dijo apenado.

—Tranquilo, ya lo supere—le dije dándole una palmada en el hombro y salí del baño.

Clandestino / Romeo Santos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora