2-52

546 39 32
                                    

Narra Anthony.

Abrí los ojos y lo primero que vi fue a la hermosa mujer que descansaba a mi lado. De verdad era bella. Su piel, su cabello negro, sus labios rosados entre abiertos, su respiración pausada... quien la viera así jamas se imaginaría el remolino que causa cuando se despierta.

Me limpié los ojos y me levante para tomar un baño, hoy sería un día complicado. Después de varios días practicando frente al espejo que era lo que le diría a Cedin, hoy decidí ir a buscarlo.

Para ser sincero me estaba cagando de los nervios.

Todavía no lograba entender en qué momento fue que le robe a la novia y en que momento Debora se convirtió más importante que Cedin.  Yo juraba que nunca nadie iba a romper nuestra hermandad, mucho menos una mujer y mírenos ahora.

Cuando salí del baño, mi preciosa mujer se había despertado. Esa noche me había desvelado viendo una serie y por consecuencia había soñando con los personajes, no iba a contárselo a deb por que sería su burla por más de una semana, pero ella se había dado cuenta por que había hablado dormido.

Más tarde iba rumbo a casa de cedin, había memorizado lo que iba a decirle. Dure días analizando todo lo que ya le había dicho para no caer en contradicciones, de verdad quería recuperarlo aunque parezca una misión imposible.

Cuando llegué a su casa, me paré afuera de su casa. Los nervios me ganaron y me fui de ahí.

¿Por que era tan cobarde?

Me fui al gimnasio y después al estudio, tenía muchos pendientes. A pesar de tener mi vida vuelta un caos jamás descuidaba mi carrera, ademas aquí era donde me olvidaba de todo y solo me dedicaba a crear música.

Me quede ahí esta tardé, no me quería ir. No quería ir a ningún lado, necesitaba estar solo para pensar por donde iba a empezar a organizar mi vida.

"Hey"– me envió deb por mensaje.

"Hola, mi amor"

Aún me costaba entender la personalidad de deb, aveces se derretía por mi y otras veces era un témpano de hielo conmigo. Veía como decía "escribiendo" , después ya no decía nada y después volvía a decir escribiendo pero no me enviaba nada. Decidí marcarle.

–Hola– respondió.

–¿Como estas? ¿Que tal tu día?

–Bien...

–¿Que pasa?– pregunte al escucharla rara.

–¿Vas... a venir?

–¿Necesitas que vaya?– pregunte sonriendo.

–Se que te dije que íbamos muy rápido y mil tonterías... pero te extraño.

Mi corazón se hincho de emoción.

–No quiero ser tóxica y empezar a preguntarte dónde estás... o que estás haciendo pero...– dijo apenada.

–Puedes hacerlo mi amor, yo no oculto nada. Ahora mismo estoy en el estudio terminando unas cosas.

–Es que no quiero que pienses que quiero controlarte.

–Mientras no cruces los límites y no te pongas como una novia psicopatía todo está bien.

–¿Soy tu novia?– preguntó riéndose.

–Eres la mujer que más amo.

–¿Que más amo? ¿No soy la única?

–Si hay otras... mis fanáticas por ejemplo.

–Mmmmmmm.

–¿Que?

Clandestino / Romeo Santos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora