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Al día siguiente Anthony me dijo vendría a la hora de la comida, que en la mañana tenía algunos compromisos. Si claro, compromisos con la bruja de su mujer me imagino.. y es que en realidad si necesitaba espacio, estaba acostumbrándome demasiado a estar con él y eso que solo han sido dos días, pero verlo con nuestro hijo, es increíble que siga igual o más enamorada de él.

Eran casi las 4 de la tarde, Anthony no había aparecido y era más que claro que no iba a ponerme de intensa a llamarlo para preguntarle si iba a venir, estaba a punto de pedir algo de comer cuando tocaron a la puerta.

Me levante y pregunte quien era, era Anthony. Le abrí y me di la vuelta. Estaba molesta ¿Por que había tardado tanto?

–Traje de comer– dijo levantando unas bolsas.

–Bien– dije y me metí al cuarto a buscar a mi hijo que estaba viendo caricaturas.

–Vamos hijo, vino Anthony– increíblemente sus ojos se iluminaban cada que se lo mencionaba y salía corriendo a buscarlo.

Cuando salí Anthony estaba acomodando todo en la mesa y cuando vio a mi pequeño se agachó y lo cargó. Él lo trataba con muchísima ternura, lo coloco en su sillita y lo aseguro.

Había traído comida china.

–¿Estas enojada?– me pregunto intrigado mientras se servía de comer.

–No.

–Te notó sería– dijo dándole de comer a Matías.

–No me has contado ningún chiste como para que esté riéndome– dije sería.

Anthony empezó a reírse y me contagió la risa, no lo pude evitar.

–Matías, cántale a Anthony la canción que te enseño tu Primo– le dije cuando termino de comer.

Anthony frunció la frente y nos vio intrigados.

Mi hijo se quedó pensando unos momentos y comenzo a cantar..

–No se me ovida esa che en biza– canto mi hijo y Anthony se le iluminó la cara. Era un poema, debería de haberle tomado vídeo.

Anthony estaba sonriendo y nos veía emocionado.

–No se me olvida esa noche en Ibiza, un beso el alma me frisa, detén el tiempo no hay prisa bebé– le canto Anthony.

Mi hijo abrió los ojos y la boca con sorpresa. Sonaba igual que la canción y eso le sorprendió demasiado. Anthony empezó a reírse.

–¿Tu le mostraste esa canción?– me pregunto entusiasmado.

–No, se la enseñó un sobrino de Alaric, me sorprendió mucho cuando escuche que la cantaba.

Asintió y siguió comiendo. Note que cada que mencionaba  Alaric se ponía serio.

–Sabes...– dije llamado su atención.–A Matías le llama la atención la música, supongo lo saco de ti.

–¿Enserio?– pregunto emocionado.

–Si, siempre está tarareando algo o cantando alguna tontería.

–Ya tenemos a quien nos mantenga de viejitos– dijo tocando la cabeza de Matías.–¿Tienes fotos de cuando era bebé?

–Si– tome mi celular y empecé a buscar sus fotos. Le di mi celular a Anthony para que pudiera verlas.

Narra Anthony.

Empecé a ver las fotos de mi hijo cuando era un bebé, era hermoso y en verdad se parecía a mi, no había duda que era mío. Estaba feliz de poder conocerlo y estar conviviendo con él, también debo admitir que me gustaba compartir tiempo con su mamá.

Escucharlo cantar una de mis canciones hizo que el corazón se me desbocara, sentí una emoción inexplicable.

Seguí viendo las fotos en el celular de debora, pobre de mi hijo, cada mes le hacía una sesión de fotos de alguna temática pero sin duda era lindo, claro se parecía a su papá.  Había vídeos donde hacía cosas graciosas pero también había vídeos donde aparecía la lagartija del esposo abrazando a mi hijo  y viviendo momentos que debían haber sido míos.

Proseguí viendo fotos hasta que se me paralizó el corazón, jamas pensé que al ver estas fotos sentiría esta sensación tan horrible. Eran las fotos de la boda de debora y Alaric. Se veía hermosa parecía un ángel vestida de blanco... La foto decía que la boda había sido un 15 de noviembre... yo sin duda habría impedido esa boda. A pesar de que yo sabía que era casada no pensé que ver las fotos me harían sentir tan mal, esto solo incremento mi sufrimiento de saber que ella no era, ni sería Mía.

Tome el celular y lo puse hacia abajo en la mesa, sin decirle nada a debora, me levante de la mesa y metí al baño. No podía sacarme las fotos de la mente.

¿Realmente estaba seguro de renunciar a ella? ¿De destruir un matrimonio? ¿Que podía ofrecerle?

Narra debora.

La cara de Anthony era toda una belleza cuando estaba viendo las fotos de Matías pero derrepente sus facciones se endurecieron, espero no haya visto alguna vulgaridad o algún pack que se me haya cambiado de carpeta– me reír mentalmente.– pero Anthony estrelló mi celular en la mesa y se paro enojado. Tome mi celular y vi que eran las fotos de la boda. Me sentí mal, no era mi intensión que las viera.

Unos 20 minutos después salió del baño, se sentó donde estaba y empezó a jugar con Matías. Estaba ignorándome de nuevo. Estaba cansada de este estiré y afloje con él. Recogí las cosas de la mesa y me retiré al cuarto para acostarme un rato.

Como quisiera no estar casada y poder esforzarme por quedarme con este hombre.

–Deb...– dijo Anthony asomándose por la puerta.

–Dime.

–¿Puedo mostrarte algo?– dijo sentándose en la orilla de la cama.

–Si– dije sentándome con las piernas cruzadas.

–Es una canción, pero necesito la opinión de alguien que no escucha mi música.

Sonreí levemente.

–¿Como sabes que no escucho tu música?

–Si no querías saber de mi, menos de mi música– dijo con ironía.

–¿Como sabes que no escuchaba tu música para sentirte cerca?

Se quedó callado unos segundos y me ofreció sus audífonos. Los acepté y me los puso.

Empezó a sonar una balada y la piel se me enchino...

–Nadie entiende como este amor funciona, no se quiebra, no se dobla, nada lo destroza– cuando escuche a Anthony cantar sentí unas ganas horribles de llorar.

–Les presto mi cerebro que examinen anularte de mi mente, ni quemando mis neuronas– subí mi mirada y Anthony estaba observándome.

–Mami yo te amo hasta el infinito, sólido como meteorito, lo que siento jamás lo van a entender, los expertos buscan la cura por que te quiero con locura, desconfían que sea humano mujer– Sin darme cuenta una lágrima se deslizó por mi mejilla y Anthony la limpio con ternura. Esta canción describía todo lo que yo sentía por él.

¿Aventura? ¿Que es eso?

–Lo ven superficial, como un enigma, que a mí me falta un tornillo, de remate y sin salida, Tu loco trastornado mami Mía, yo te añoro y te valoro más que a mi propia vida.– No se si estaba alucinando pero esto era un juego de palabras que él ya me había dicho.

Me sentía como si él pecho me fuera explotar de tanto amor que sentía por Anthony. ¿Por que me hacía esto? ¿Por que me enseñaba estas canciones?

No pude terminar de escuchar la canción y me quite los audífonos.

– ¿Te gusto?– me pregunto.

Asentí varias veces sin decirle nada.

–Tu fuiste mi musa– dijo acariciando mi mejilla.

Clandestino / Romeo Santos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora