Capitulo 31

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Tenía casi un mes sin ver a Anthony, había salido de gira pero nos manteníamos en contacto. Odiaba tenerlo guardado como "Juan electricista" además de tener que borrar nuestras calientes y amorosas conversaciones por miedo a que Cedin nos descubriera, no era como que me revisara el teléfono pero más valía.

El día de hoy, por la noche se llevaría acabo una cena para celebrar el aniversario de la empresa en la que trabajó, por su puesto Anthony estaría aquí, cuando leí la lista de invitados y vi su nombre su sentí mariposas en el estómago, no sé si lo invitaron por ser cliente de la expresa o por simple cortesía... pero él vendría, ya había confirmado su asistencia y el muy infeliz no me había dicho nada.

Termine mis pendientes y volví a mi casa para arreglarme. Anthony no me había escrito en todo el día, no me aviso que llegaría hoy y eso en cierto modo me tenia enfada, pero ¿Y si quiere darme la sorpresa?

Saque mi vestido y lo acomode sobre mi cama y tome un baño. ¿Como será esta noche después de pasar un mes sin verlo? Cedin no iría conmigo por qué "estaré trabajando" eso me da un poco más de libertad para nuestro reencuentro.

Salí del baño y me senté frente a mi tocador, quería verme radiante, hermosa... debí ir a una Estetica pero ahora debo arreglármelas sola. Comencé a maquillarme... hice un ahumado color negro en los ojos y un labial color vino. Busqué mi mejor lencería, quizá Anthony y yo... bueno uno nunca sabe... al terminar de arreglarme en enfundé en un precioso vestido negro y largo, con un escote frontal bastante pronunciado.

Al llegar a la fiesta me puse a trabajar, abría un pequeño desfile al comenzar la velada, enseguida se serviría la cena y por último abría bebidas alcohólicas y muchas música. Tenía unas 3 horas trabajando sin parar, hasta que vi a Anthony a lo lejos. Llevaba un traje color tinto satinado que arrojaban unos tonos color lilas, se veía guapísimo y mas cuando sonreía.

Me arme de valor y me acerqué, pero me percaté que estaba muy cerca de una rubia, ella no paraba de reírse y Anthony se veía muy entretenido con ella. Sentí como mi humor cambio por completo, estaba celosa, muy celosa. Ellos estaban dándome la espalda, vi como Anthony deslizó su mano por la cintura de la chica, quería cortarle las manos. Él no paraba de sonreírle, le estaba coqueteando, conocía cada gesto  y expresión de su cara. Se acercó a la rubia, le dijo algo al oído y ella se ruborizó. Quería trapear con esa mujer todo el lugar.

Camine con rapidez hasta acercarme a ellos.

—¿Interrumpo algo?— dije con molestia.

Anthony volteó a verme y se puso pálido.

—No sabia que estarías aquí— fue lo primero que dijo el muy infeliz.

—Vaya...— dije cruzando los brazos.

—Hermosa, ¿nos permites?— le dijo a la rubia acariciando su brazo, lo cual causó más molestia en mi. Ella asintió y se retiro.

—¿No sabias que estaría aquí?— le pregunte con molestia.

Anthony no me decía nada, solo estaba viendo la bebida que traía en su mano.

—¿Olvidaste que trabajó para esta compañía? ¿Por que no me avisaste que llegarías hoy?

Anthony seguía sin responderme.

—Carajo Anthony, respóndeme— dije enojada.

—¿Que quieres que te diga?— me respondió con molestia.

—¿Quiero que me digas que hacías con esa mujer?

—Hablando.

—Estabas coqueteando con ella— le dije elevándole la voz.

Anthony me tomo del brazo con brusquedad y me llevo a la terraza.

—No entiendo por que estas tan molesta Debora.

—¿Como que por qué?

—¿Por la rubia?

—¿No es lógico?— le dije molesta.

—No, no lo es. Tú y yo no somos nada debora. No tienes por qué reclamarme nada.

Anthony me estaba rompiendo el corazón, cuando más mío lo sentía, me hacía esto. Me quede callada y no le respondí nada, por que en cierto modo tenía la razón.

—No tengo por qué darte explicaciones de nada, ni tampoco tengo por qué consultarte lo que hago y mucho menos tienes por qué reprochármelo.

Estaba el shock por todo lo que me estaba diciendo. Mi mente no lograba responder algo coherente.

—Tengo total libertad de acostarme con quien sea al igual que tú— dijo encogiendo los hombres.

—Perfecto— fue lo único que pude decir, me di media vuelta y salí.

Escuche que dijo mi nombre, pero ya no estaba dispuesto a escucharlo, estaba tan furiosa y decepcionada de él, sinceramente no entendía su comportamiento. Tome mi celular y llame a cedin, le pedí que fuera por mi.

—No me toques— dije exaltada al sentir la mano de Anthony tocarme el brazo.

—Debora, perdóname.

—Vete al diablo— le dije antes de dejarlo hablando sola.

Estaba tan molesta, me sentía como una estupida... Anthony se iba a tragar cada una de sus palabras y lo iba a lamentar como nunca en su vida.

Al llegar Cedin, me subí rápidamente a su coche. Sin darle tiempo a nada, lo tome del cuello y lo bese hasta dejarlo sin aire.

—¿Que pasa?— dijo sorprendido al separarnos del beso.

—Quiero que me lleves a tu casa y me hagas el amor— le dije mordiéndome los labios.

—¿Bebiste?—me pregunto divertido.

—No, solo tengo deseos de estar con mi novio ¿Es pecado?— le dije acariciando su cabello.

—¿Estas segura?— me pregunto cedin acariciando mi rostro con ternura.

—Muy segura mi amor— dije dándole un beso en los labios.

Clandestino / Romeo Santos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora