3-38

316 26 39
                                    

Anthony nunca volvió, así que fui a cambiarme de ropa y ponerme unos zapatos más cómodos, total es su fiesta no la mia. Ya era bastante tarde eran casi las 4am, Salí al patio y gracias a dios ya quedaban pocas personas, en ese momento vi como alex lanzaba a la alberca a anthony y Cedin a alex, hicieron una cadena hasta que quedaron como 10 hombres dentro de la alberca, no pude evitar reírme.

–Sigues tu– uno de los sobrinos de anthony me tomo por la cintura y me empujo hacia la alberca.

–No, no, no– luche con todas mis fuerzas por que no me tirarán a la alberca también.

–Jovencito respeta a la mujer de anthony– dijo mi suegra y sentí un alivio tremendo por que le hizo caso a su abuela. Me sorprendía que aún siguiera aquí y tan animada.

–Gracias– le sonreí por haberme salvado.

–Señora perdón que la moleste... Matías se despertó llorando y está buscándola– me dijo su nana.

–Yo voy Deb, déjame ser su abuela consentidora.

–Claro, por mi está bien– me gustaba que la mamá de anthony quisiera tener mas relación con mi pequeño y que lo quiera tanto.

–De mi si no te vas a salvar– llego anthony por detrás y me cargo para tirarme a la alberca.

–No anthony, no, mi amor no por favor, hace frío–patalee y me defendí pero quien puede con un hombre de 1.85m. No me dio tiempo de nada cuando me tiro al agua junto con él, por un momento sentí que me ahogaba, trague como 2 litros de agua mientras luchaba por salir a flote. Cuando lo logre Limpie mi cara e hice mi cabello para atrás para buscar al infeliz que iba a dormir con gordo el resto de la semana.

–Es mi cumpleaños, no puedes enojarte– me dijo el individuo en cuestión con una enorme sonrisa.

Me acerque a él y me colgué a su cuello mientras le sonreía para susurrarle unas palabras al oído.

–No hay regalo, no hay sorpresas, no hay nada de nada– le sonreí y le di un corto beso en la nariz.

Hizo una cara de indignado que me dio bastante ternura y risa al mismo tiempo.

–Señores dice que no habrá sexo hoy– gritó para avergonzarme y todos soltaron la carcajada.

Me puse roja como un tomate. Estaba muy avergonzada por la osadía de anthony. Ni siquiera sabía si eso era su regalo y lo peor de todo es que no tenía donde esconderme. Anthony al ver mi reacción se rio y me abrazo para que pudiera esconderme en su pecho.

–Quítate– trate de quitármelo de encima pero no dejaba de abrazarme.

–No te enojes debby, es mi cumpleaños– me dio varios besos en la mejilla.

–Ya no es tu cumpleaños, ya se acabo el día... ya suéltame– cuando me lo quite de encima, camine como pude hacia las escaleras de la alberca para poder salir. Realmente no estaba molesta.

–Alguien va a dormir con el perro toda la semana– se burlaron de él sus sobrinos.

–Y alguien se va a quedar sin tío favorito todo el mes– dijo anthony saliendo de la alberca, él era demasiado consentidor con su hijo y con sus sobrinos así que esa amenaza si les pesaba. Y no monetariamente si no que era con él que salían a divertirse a diferentes lugares.

Tome una toalla y me envolví en ella, tome otra y se la di a anthony mientras fingía estar disgustada con él.

–Mírala está enojada pero no deja de cuidarlo– mencionó uno de los amigos de anthony.

–Prefiero que no se enferme y después sea yo la que tenga que cuidarlo, ustedes los hombres con una gripa parece que les dio una enfermedad terminal– todos soltaron la carcajada y apoyaron mi punto.

Poco a poco todos se fueron despidiendo hasta la casa quedó vacía.

–¿En verdad estás enojada conmigo?– me miro con esos ojitos tan bonitos que tenia.

–No mi amor– acaricie su cara con ternura.–No soy tan amargada como piensas– me reí.

–Gracias por este increíble día, lo disfruté mucho– me abrazo y me dio un beso en los labios.

–Me alegra saberlo, enserio me esforcé.

–Lo note amor, solo faltaron juegos pirotécnicos– ambos nos reímos y me abrazo.

Ambos subimos a la habitación y me tire en la cama, enserio estaba muy cansada, ha sido un día larguísimo.

–¿Cual era mi regalo?– se subió encima de mi.

–Un par de calcetines– mantuve los ojos cerrados.

–¿Brillan en la oscuridad? ¿Dan masajes? O que tienen de especial que me hiciste desearlos todo el día.

Abrí los ojos y lo observé. ¿Como podía ser tan lindo?

–Creí que cuando nos conocimos deje claro que era lo que podías regalarle a un chico en su cumpleaños– sonrió coquetamente.

–¿No estás cansado?– Sonrió como un niño pequeño y negó con la cabeza, en verdad se veía con mucha batería todavía y la mia estaba al 10%...

–Quítate de encima y espérame aquí, ok? Si te duermes pierdes– Me levante de la cama y me di una rápida ducha. Seque un poco mi cabello y busque entre mi ropa alguna lencería linda que anthony aún no me haya visto, encontré un conjunto color vino y me lo puse... para lo que me va a durar puesto. Busque un labial y me escribí en el vientre "Happy Birthday baby" y salí a buscarlo.

Estaba viendo televisión, le silbé y volteó a verme, me gustaba sentir que aún le gustaba, que aún me deseaba como el primer día que estuvimos juntos. El pobre no sabía que hacer si pedirme que me acercara o él ir a buscarme. Camine lentamente y me subí a la cama sin despegarle la vista.

–Te ves preciosa, soy muy afortunado de tenerte– me jalo por el cuello para besarme y me tiro a la cama.

Clandestino / Romeo Santos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora