Clandestino / Romeo Santos

2-60

–Alaric...

–¿Deb?– corrió hacia mi, por instinto me retiré de él.

–No voy a hacerte daño, ¿estás bien? Dime que estás bien mi amor– toco mi cabello y sentí un escalofrío que me recorrió la espina dorsal.– perdóname, perdóname por favor.– se hincó frente a mi y comenzó a llorar.–Nunca fue mi intención hacerte daño, a nadie... pero las cosas se me fueron de las manos.

Yo me quede estática, no podía decirle nada. Estaba aterrada, no sabía que esperar de Alaric pero necesitaba recuperar a mi bebé. A pesar de que el lugar era húmedo, mi piel estaba transpirando de los nervios que tenia.

–Me volvi loco, solo quería recuperarte, recuperar mi familia, perdóname por favor. Lo arruine todo Debora, mi carrera... si te hubieras muerto no me lo habría perdonado nunca.

–¿Donde está Matías?

–Ven, él está bien, ¿sabes que nunca le haría daño cierto? – me tomo de la mano y me guío a hasta donde estaba mi hijo.

–mami– corrió y me abrazo. Me agache para cogerlo entre mis brazos pero la herida me hizo soltar un leve quejido.

–¿Estas bien?– preguntó alaric poniendo una de sus manos en mi cintura.

–No me toques...– dije con dureza.–Por favor...– suavice mi tono de voz, aunque tuviera a Matías en mis brazos aún no estábamos en un terreno seguro.

–Se que tienes razones... pero no quiero que me odies...– sus ojos reflejaban dolor, la única vez que lo vi así fue cuando murió su hermano menor.

–No entiendo en que momento perdiste la cordura alaric.

–En el momento que me cambiaste por él... ¿crees que es fácil? Eras...no, vos sos mi vida entera Debora y un día reaparece este hombre y me mandas a la mierda. No te importo todo lo que yo di e hice por ti. ¿Sabes lo que me dolía en el corazón saber que me engañabas con él? ¿Que no sentías por mi ni el 30% de lo que siento por ti? Es lógico que iba a volverme loco. Y no solo te perdí a ti, perdí a mi hijo también, él que YO vi crecer, al que le di todo mi amor... ¿No era suficiente para llenarme de odio y rencor? Si hubieras sido clara conmigo desde un principio no hubiéramos llegado a este punto. Me hacías creer que todo estaba bien entre nosotros mientras te estabas revolcando con él.

–Yo intente... Alaric lo intente– los ojos empezaron a llenárseme de agua.— Intente sacarlo de mi mente y de mi corazón. No pude alaric, lo que siento es más fuerte que yo. No quería hacerte daño. Acepto mi error y se que te orille a esto, te arruine la vida por alguien que...– recordé la recién pelea que había tenido con Anthony y algunas lágrimas rodaron por mis mejillas.– aparentemente no vale pena.

–No llores... Ni él, ni yo merecemos tus lágrimas– con uno de sus dedos limpio mis mejillas. –Solo quiero que me perdones por todo esto, en verdad no sabes cuanto me arrepiento. Me enfrenté al mismo dolor que sentí cuando perdí a mi hermano y no sabía como canalizar todo ese dolor, en aquella ocasión tú me sacaste adelante, ahora no tenia a nadie.

–Te perdonó Alaric– sus ojos reflejaban tanto dolor que podía sentirlo.– Y espero que tú también puedas perdonarme... que me perdones a mi por todo el daño que te cause.

–Quiero que sepas que fuiste, fueron lo mejor que me pasó. Con ustedes viví los mejores años de mi vida, los momentos más felices. Quiero atesorar todos esos momentos en mi mente, nuestra boda, el nacimiento de Matías, la primera vez que me llamo papá... Quiero también que sepas que eres el amor de mi vida.

Me sonaba a una despedida. Quizá volvería a España y jamas nos volveríamos a ver.

–Quisiera poder borrar de tu mente todo el infierno Que te hice vivir los últimos meses, borrar cada palabra que te haya hecho sentir mal. No quiero que me recuerdes como esto– se señal y se talló la cara.

–Te quiero Alaric, nunca deje de quererte... nunca voy a olvidar todo lo que hiciste por mi... No te odio, al contrario me siento mal por convertirte en esto, la única culpable soy yo, yo te hice mal, te traicione, te abandoné... – la voz comenzó a quebrarse y me solté a llorar.

Alaric me envolvió en sus brazos y me deje, ya no sentía ese miedo.

–¿Puedo pedirte un favor?

–Dime...

–Yo voy a irme Debora... No quiero causar más problemas pero quiero que por favor... le hables bien de mi a mi hijo, a ese que no llegaré a conocer... Y a Matías hazle saber siempre que lo amo con mi vida, que es mi niño consentido y que donde esté es mi más grande orgullo.

–¿A donde iras? Por que no esperas a que nazca tu hijo...

–Debo irme deb, no soporto estar mas en este lugar... Solo prométeme que harás lo que te pedí.

–Te lo prometo.

–Te amo Debora.– Alaric me abrazo y me dio un beso en la frente, enseguida hizo lo mismo con Matías... dio la vuelta y se alejó algunos pasos.

Todo sucedió tan rapido...

–ALARIC, NO...– grite al ver que sacaba un arma y se apuntaba en la cabeza. Trate de detenerlo pero él fue más rápido que yo.

Cuando escuche la explosión del arma, abrace a Matías escondiéndolo en mi pecho para que no pudiera ver nada y me giré...en ese momento me topé con el pecho de Anthony y nos abrazo a ambos, no pude evitar refugiarme en sus brazos y soltar el llanto.

Él había estado aquí todo este tiempo...