–¿Y ese quien es?– me pregunto Anthony con un toque de molestia mientras se cambiaba de camisa.
Me dio mucha risa su pregunta. ¿Enserio estaba celoso?
–¿De que te ríes?– Estaba totalmente serio.
–¿Estas celoso?– pregunte acercándome para acomodarle la camisa.
–No, solo estoy preguntando quien es– se dio la media vuelta y regreso al escenario.
Para ser sincera me gustaba verlo celoso, me parecía bastante tierno y a la vez me sorprendía que un hombre tan imponente y con todo lo que representa "Anthony / Romeo" sea tan inseguro.
Yo era celosa, lo admito... pero yo creía que entendía la diferencia entre sus fanáticas y yo... pero cuando vi a una vieja besándolo en el escenario la quería bajar de pelos. Ahora la molesta e insegura era yo.¿Como soportaba eso la bruja?
–¿Donde está Matías?– me pregunto Anthony cuando bajo del escenario. Estaba limpiándose la cara y el cuello con una pequeña toalla blanca.
–Dormido en la camioneta–me cruce de brazos.
–Ok, enseguida nos vamos– me dejo ahí parada y se metió al camerino.
Me sentía como cuando a una niña pequeña le quitan su dulce favorito y se lo come otra niña.
–Listo, vamonos– dijo Anthony cuando salió cambiado. Llevaba un pants gris y una camisa gris.
Ni siquiera me miro y camino por delante de mi, yo lo seguí. Ibamos rodeados de toda su gente hasta llegar a la camioneta, se subió, tomó a Matías entre sus brazos y yo sencillamente me indigné. Él siempre era caballeroso conmigo. ¿En verdad estaba enojado?
No me subí a la camioneta y Azote la puerta. Todos me miraron como diciendo ¿Y esta loca que?Anthony bajo el vidrio de la camioneta y frunció la frente.
–¿A donde vas?
–Me voy aparte– le dije a tío que me veía sorprendido. Quizá nadie le llevaba la contraria a su sobrino pero yo era la diferencia.
–Debora, súbete a la camioneta– dijo con molestia por el show que le estaba haciendo pasar.
–No me voy a subir. Cuidas a tu hijo– dije dándome media vuelta. Estaba muy dispuesta a irme.
Escuche que la puerta de la camioneta se abría. Me imaginaba que Ant venía detrás de mi y para ser sincera era lo que quería por que ni siquiera traía mi bolsa.
–Se te olvida tu bolsa– dijo el muy HP.
–Gracias– dije arrebatándole mi bolsa y seguí caminando. Él hizo lo mismo pero con rumbo a la camioneta. El muy cabron se subió a la camioneta y se fue. ¿Y Ahora yo que iba a hacer por estar con mis jueguitos?
Camine por un pasillo y no podía creer lo que me había encontrado...
–Debbyyyyyy– dijo mi amigo el gay abrazándome.
–Mi amor, que gusto verte gordo– dije abrazándolo.
–¿Por que no me dijiste que estabas aquí loca? Cuanto te extrañaba– dijo abrazándome.

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Clandestino / Romeo Santos
RomantikaDespués de conocerse casualmente en una tienda, Debora y Anthony se reencuentran pero su relación se vuelve imposible por miedo a lastimar a los que los rodean.