Clandestino / Romeo Santos

2-58

Narra Debora.

Intentaba abrir los ojos pero una horrible pesadez me lo impedía, me sentía demasiado cansada, como entumida. Lograba captar algunos sonidos que para mi eran extraños. Luchaba por abrí los ojos pero me rendía enseguida por la debilidad que sentía en mi cuerpo. Quizá estaba soñando y era una de esas parálisis del sueño que la gente confundía con que "se le subía el muerto".

Volví a intentar abrir los ojos pero esta vez no me di por vencida, poco a poco una luz blanca se fue colando entre mis párpados. Cuando abrí los ojos por completo visualicé un techo blanco. ¿Me morí?

Me removí un poco y sentí una punzada en el estómago, así que decidí no moverme más y quedarme quieta. Sentía los labios resecos y tenía mucha sed. Observe el lugar y no era difícil entender que me encontraba en el hospital.

Me sentía confundida, no sabía ni entendí como había llegado aquí. Mi párpados luchaban por volver a cerrarse, parecía como si me tuvieran sedada.

Escuche voces y enseguida se abrió la puerta de la habitación. Era Anthony... mi Anthony. Una leve sonrisa se dibujó en mi rostro sin darme cuanta.

–mami, hola mi amor– me dijo acercándose a mi con rapidez.

–Hola– respondí con debilidad.

–¿Como te sientes?– preguntó mientras tomaba mi mano y con la otra acariciaba mi cabello.

–¿Que pasó? ¿Por que estoy aquí?

Anthony soltó un suspiro y su rostro reflejaba preocupación.

–¿No recuerdas nada?

–No.

Anthony se rascó la cabeza y definitivamente lo que tenía por decirme no iba a gustarme.

–Habla...

–Estábamos en casa, llegó alaric... discutieron– Anthony soltó un suspiro y se frotó la cara con amabas manos.

–¿discutimos y que?

–Llevaba una pistola y te disparo– en ese momento se reprodujo en mi mente todo lo que había sucedido.

–¿Donde está Matías?– pregunte desesperada.

Anthony se quedó callado y dejó de tocarme.

–Anthony ¿donde está Matías?

–Alaric se lo llevó. No se donde está.

–Anthony por Dios, ¿por que lo permitiste?– me sentía muy angustiada sin saber dónde estaba mi hijo y comencé a llorar.

–¿Que querías que hiciera? ¿Que te dejara botada en el suelo desangrandote? No sabía que hacer.

–Te dije que lo cuidarás Anthony, por encima de mi– le grite.

–Él llevaba un arma Debora, estaba amenazándome mientras tú estabas en suelo con un balazo en el estómago, mientras mi hijo lloraba por que le tenía miedo alaric. ¿Que mierda querías que hiciera? Soy un simple mortal no un súper héroe.

–Es tu hijo Anthony. Yo daría mi vida por él, incluso por ti. ¿Y tú que hiciste? Acobardarte!

–Entiéndelo, no tenía opción.