No sabía que hacer, estaba muy molesta con mi familia y con el idiota que me acabo de encontrar. ¿Creen que van a volver a tratarme igual? ¿A pisotearme? Por supuesto que no.
Camine directo a la puerta para irme pero mi tío me detuvo.
–¿Deb?– mi tio, el hermano de mi mamá fue la única persona que me apoyó económicamente y emocionalmente pero tenía mucho tiempo sin verlo.
–Tío– lo salude con un leve movimiento de cabeza.
–Ven acá que yo no te he hecho nada– abrió sus brazos y me abrazo, al fin de cuentas tenía razón.—Tanto tiempo– acaricio mi cabello y continuó su abrazo. –¿No extrañaste a tu tío favorito?
–Claro– sonreí forzosamente.
–Estas tan cambiada, ahora eres toda una mujer...– me veía con admiración pero yo no tenia tiempo para esto.
–Tío... necesito que me digas que sucedió, que hicieron con el dinero... ¿Que paso?
Mi tío volteo para todos lados y me jalo hacia una esquina.– Tu papá se metió en problemas, se hizo adicto al juego y ahora le debe hasta la vida a sus socios. Ellos le tienen la empresa hipotecada. Tu familia ya no nos sus socios, son sus empleados.
–Wow...
–Vete de aquí, no perteneces acá Deb. Hiciste tu vida lejos de ellos, no vuelvas. Ellos sólo te traerán problemas. Tu papá sigue culpándote...
–Los únicos culpables son mi padre y él... no puedo ni decir su nombre por que me da nauseas.
–Tu sabes lo que ellos quieren... aléjate por favor– mi tío realmente se veía angustiado por mi.
–Lo haré.
–Prométemelo– me tomo de las manos.
–Te lo prometo tío– lo abracé y me despedí de él.
Salí de ahí lo más rápido posible, no quería toparme con nadie mas, solo quería volver a mi casa con mi hijo y anthony. No quiero perderlos por nada del mundo.
Cuando regrese a mi casa, sentí un vacío enorme al recordar que ninguno de mis dos hombres estaban. Fui al bar y me serví una copa de vino, lo necesitaba. Prendí la música y me senté en la sala.
Aveces mi vida era un verdadero caos.
Le di un sorbo a mi copa, cerré los ojos, tire la cabeza hacia atrás mientras repasaba una y otra vez todo lo que había sucedido hoy. Las palabras tan crudas de ese idiota o lo cruel que era mi hermano.
Sentí unas manos tocar mi cara y pegué un brinco del susto. Pensé que habían venido por la revancha pero sólo era anthony.
–Dios mío que haces aquí? Me has pegado un susto.
Me dio un beso corto en los labios y Sonrió.
–Terminó el concierto y corrí para acá, necesitaba estar contigo. Tengo unos días libres– se sentó a mi lado y subió mis piernas a las suyas. –¿Como te fue hoy?
–De la mierda.
–¿Por que? ¿Quieres contarme?
–Pues mi padre prácticamente me ordenó que yo debía pagar todos los gastos funerarios, me negué y mi hermano me dijo que era" Millonaria" por la ropa que usaba y... bueno fue horrible.
–¿Y que quieres hacer?
–Me gustaría comprar sus acciones de la empresa y obligarlos que trabajen para mi, doblegarlos, matarles ese ego tan grande que tienen.
–Deb– me tomo de la cara para que lo viera.– ¿Que quieres hacer con lo del funeral? ¿Quieres pagarlo? Puedo ayudarte con eso.
–Claro que no. Anthony estoy muy molesta, quiero pisotearlos, quiero acabar con ellos, los odio.
–Mami, estás molesta. Tú no eres así nena. Tu corazón es puro y yo se que a pesar de lo que puedes decirme ahora tienes un corazón noble. Dios con nada se queda.
–Es que no entiendo Anthony. ¿Por que me tratan así? ¿Por que me culpan a mi?
–Por idiotas... pero mi amor si eso es realmente lo que quieres hacer, te voy a apoyar pero tienes que estar consciente que es una "inversión" y aunque yo te de el dinero sin cuestionarte, debes cuidar nuestro patrimonio, debes sacar a flote esa empresa y vas a tener que aguantartelos toda la vida.
Hice un puchero y me recargue en él. Tenía toda razón. La rama inmobiliaria es algo de lo que no tengo idea y tener que aguantármelos sería un castigo para mi en vez de para ellos.
Al día siguiente era el entierro, anthony insistió en acompañarme yo no quería por que es una figura pública y llamará la atención. Es lo que menos necesito.
Llegamos pero nos mantuvimos alejados del tumulto, todos con sus elegantes trajes y conjuntos negros acompañados de sus gafas para el sol. Refinados pero podridos por dentro.
La ceremonia comenzó, algunos dijeron algunas bellas palabras para describir a mi mamá y las lágrimas se me salieron solas, mientras anthony me envolvía entre sus brazos para tratar de consolarme.
Todo fue bastante rápido, todos derramando lágrimas, mi papá gritando sobre la tumba diciendo lo mucho que le iba a hacer falta. Hipócritas todos.El celular de anthony timbro y tuvo que alejarse para responder, entonces fue que sentí que alguien me tomaba del brazo y me arrastraba a caminar lejos del lugar.
–¿Que quieres?– me solté de su agarre. Era el mismo idiota con el que me cruce ayer.
–Te tengo una propuesta.
–No me interesa nada que tenga que ver contigo.
–Se trata de tu familia y la deuda que tiene con mi familia.
–Te repito, no me interesa.
–Si te casas conmigo les regreso todo.
Solté una carcajada. –¿Que yo que? ¿Te estas escuchando?
–Si. Tengo que casarme para que mi padre me de el control completo de las empresas. Que mejor que tú.
–¿Me estas jodiendo verdad? ¿Por que yo?
–Por que a mi padre le agradas, siempre le agradaste. Y solo así creerá que es "real"
–Enserio estoy soñando– me reí con ironía.
–Me sigues gustando– paso su lengua por sus labios y quiso tomarme por la cintura pero me quite.
–No me toques, me das asco– puse la mano en su pecho para alejarlo pero me interceptó y me tomo por la cintura a la fuerza, quería besarme.
Anthony llego y lo empujó con fuerza.
–No vuelvas a tocar a mi mujer– se paro enfrente de mi.
–¿Tu mujer? ¿Está zorrita? Que me abría las piernas con apenas sonreírle– se burló pero anthony le dio un buen gancho en la cara que seguro lo dejo viendo estrellitas.

ESTÁS LEYENDO
Clandestino / Romeo Santos
RomanceDespués de conocerse casualmente en una tienda, Debora y Anthony se reencuentran pero su relación se vuelve imposible por miedo a lastimar a los que los rodean.