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–No lo sé Deb, te lo aseguro que yo no la invite.

Era la arpia de caroline, no se como consiguió ma dirección de nuestra casa ni tampoco como se enteró de la reunión. Quería arrastrarla de los pelos hasta sacarla de mi casa.

Anthony me tomo desprevenida tomándome por la cintura y me beso, minutos después me percaté que fue por que ella había fijado su vista en nosotros.

–Le voy a pedir que se vaya, no quiero problemas– me dio un beso en la frente pero lo detuve del brazo.

–No te quiero cerca de ella Anthony, me enferma– le advertí.

–Bueno, dejémosla tranquila, si hace algo mando a tío a sacarla.

–¿Por que no mejor ahora?

–No quiero escándalos mi amor, no hoy.

No le dije nada y camine por delante de él. En cuanto todos los vieron gritaron en unísono "Feliz cumpleaños". Anthony tenía una sonrisa enorme de ver a la gente que era especial para él.

Cedin se acercó a él, le dijo unas palabras y se abrazaron. ¿Ya son amigos? ¿De que me perdí?

Sinceramente yo no podía hacer otra cosa que mantener la mirada fija en caroline, la odiaba. Alex me tomo desprevenida y me abrazo amenazándome con tirarme a la alberca. Me gustaba mucho llevarme bien con él, no me gustaría que anthony se sintiera que tenía que elegir entre nosotros.

–Déjala tranquila cabron– le pego anthony a alex en el hombro bromeando.

Vi como camino a mi lado mientras sonreía y se acerca a otro de sus amigos para conversar con ellos y tomar un trago. Por primera vez la mamá de anthony había decidido venir a uno de sus festejos, se veía muy feliz, se acercó para platicar conmigo sobre Matías y claro darme algunos consejos por si anthony se me ponía difícil.

Perdí noción del tiempo con la platica, entonces recordé mi principal objetivo, volteé a todos lados para buscar a anthony y no lograba localizarlo, hasta que al fondo lo vi tomando de la mano a caroline y la jalo hacía en interior de la casa.

Me enfurecí en automático. ¿Se la va a coger en nuestra a casa? Sentí que el corazón me latía con demasiada fuerza, juro que podía escuchar como la sangre fluía rápidamente en mi cabeza. Lo voy a matar... a los dos. Camine con rapidez y pasos decididos hacia donde vi que se fueron.

–Enseguida regresó– le dije a un amigo de anthony que quería sacarme platica.

Entre a la casa hecha una furia, camine por el pasillo y llegue a la puerta principal, entonces los escuche discutir, me quede callada y me pare bien la oreja para saber que era lo que hablaban.

–¿Por que ella? ¿Por que? YO ESTABA PRIMERO– ella estaba llorando.

–Deja el drama caroline, sabias que lo nuestro era una aventura nada más.

–¿Por que me decías que me querías? ¿Por que me llevabas a tus lugares especiales?

Anthony soltó un bufido, con eso sabía que estaba perdiendo la paciencia.

–¿Por que hacías cosas especiales para mi? Te amo anthony.

–Caroline... solo quería que estuvieras contenta y siempre disponible para mi.

–¿No me quieres ni un poco? Me decías que yo era especial... que si tú pudieras dejarla estarías conmigo... Lo pasabas bien conmigo.

–Lo nuestro era solo sexual... lo sabes.

–¿Pero ella? ¿La amas? Anthony... recapacita por Dios... ella no es ni la mitad de lo que soy yo, necesitas a tu lado una mujer como yo.

Oigan a esta gata.

–Mira ya me cansaste. A debora me la dejas en paz. Esa es la diferencia entre tú y ella. Tu solo eres el envase... ella es el envase y el contenido. Estoy enamorado de ella como no te imaginas. Estoy loco por ella, es la mamá de mi hijo y la mujer con la quiero pasar el resto de mi vida.

Mi corazón revoloteo al escuchar las palabras de mi amado.

–Anthony te amo, no lo comprendes– la mujer está se va a desmayar de tanto que llora.

–Y yo la amo a ella, entiéndelo. Es mi mujer, la escogí a ella, quiero estar con ella. Tú y yo ya fue caroline. Se acabo y quiero que te vayas de mi casa.

Escuche como algo se estrelló sobre el piso. En ese momento entre y vi que la muy hija de puta se le ocurrió lanzarle a anthony una escultura arabe en miniatura que me había encantado. La voy a matar ahora si.

Anthony estaba encorvado con las manos en la cabeza, pero en cuanto me vio se quedo pálido al verme entrar. Sabía que por mi mente podían haberse creado miles de historias de infidelidad.

–Quiero que te largues de mi casa, antes de que te saque de las extensiones– sentía la mandíbula contraída de la rabia que sentía.

–No me voy a ir, quiero que escuches de mi boca como tú amado anthony, me hacía el amor... una y otra vez sin parar. Como me tocaba, como me hacía...– no la deje terminar con mi mano voló como si tuviera vida propia y se le estrelló en cara.

–¿No te queda claro que eras una pre-pago para él? Te pagaba con regalos, eres una cualquiera. Y si crees que me vas a intimidar y vas a venir a terminar con lo que anthony y yo tenemos estas muy equivocada. Por que puedo ser peor que tú.

En ese momento tío entró a la escena y la saco de la casa. ¿Por que tenía que arruinarme este día?

Anthony se sentó en el sillón y se puso las manos en la cabeza.

–Ve a tu fiesta... la gente está aquí por ti, disfruta tu día– le dije sentándome a su lado.

–perdóname, no quería arruinarlo y te lo juro que no paso nada acá– se veía triste.

–Lo se y no has arruinado nada, escuche todo lo que le dijiste– toque su cabello mientras lo observaba. Era tan lindo.

–Te amo– me abrazo y me dio beso en los labios.

–Anda, no tomes mucho te tengo un regalo especial para cuando todos se vayan– le sonreí.

Clandestino / Romeo Santos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora