Amo cada segundo que paso a tu lado... pensé mientras lo observaba dormir.
Me parecía tan lindo, cada facción suya... su nariz, sus pestañas, los pequeños lunares que adornaban su frente y sus mejillas, sus labios entre abiertos que dejaban ver su blanca dentadura, su cabello negro todo alborotado... verlo tan tranquilo, con su respiración pausada... Quien pensaría que despierto es un remolino que agita todo a su paso.
Sin darme cuenta estaba sonriendo mientras observaba lo lindo que era anthony. Lo único que me falta para estar completamente feliz es mi hijo. Sin problemas podría venir a vivir acá, alejada de todos. Aunque extrañaría a "mis sobrinos" y Alex.
–Me vas a hacer mal de ojo– mencionó anthony sin abrir los ojos.
Me reí. –¿Como sabes que estoy observándote?
–Siento tu mirada, llevas observándome como una hora– seguía sin abrir los ojos pero estaba sonriendo.
–Tampoco exageres– pase una mano por su cabello y él la interceptó para darme un beso en la mano. –Se te pegaron los ojos con las lagañas o por que no abres los ojos– me reí.
–No quiero deslumbrarte con su belleza– llevo sus manos a sus ojos y lo froto.
Abrió sus ojos y se quedó observándome.
–Pareces un angel...
–No seas payaso anthony– me reí. Seguramente voy a parecer un ángel con su camiseta, el cabello alborotado y para que sigo con más.
–Enserio, mira... espera, no te muevas.– se giro y busco su celular.– gira un poco y sonríe– me movió la cara, como si fuera un fotógrafo profesional.
Me tiro varías fotos y después me las mostró, y la verdad si eran lindas. El sol que entraba por la ventana me daba un toque angelical.
–¿Que quieres desayunar?
–A ti– me tomo por la cintura y me sentó encima de él.
–Me da rabia...
–¿Que?– preguntó confundido.
–Que me gustes tanto...– pase mis manos por sus pectorales y las subí poco a poco hacia sus hombros.– Para mi eres él mas lindo y sexy de todos– pase mis manos por sus fuertes brazos, podía sentir cada músculo trabajado, la suavidad de su piel.
–Eres muy lujuriosa– se rio mientras ponía sus brazos en mi cintura.
–Lo que más coraje me da es que sabes que haces conmigo lo que quieres.
Soltó una carcajada.
–Si claro, como eres tan fácil de contentar... tan fácil de persuadir... –me reí.
–No quiero volver... No quiero que te vayas de gira y me dejes.
–Puedes ir conmigo lo sabes– no dejaba de acariciar mi cintura haciendo círculos con sus dedos.
–No quiero ser tóxica anthony y estar pegada a ti siempre... ademas tu corista no me soporta– me reí y me frote la cara.
–Eso es lo de menos... ¿Quieres ir conmigo?
–Si y no... Son meses anthony... si fueran semanas sería diferente...
–En el momento que tú quieras verme tomas un vuelo y nos reunimos, no es problema debby...
–Te amo hormiguita– se rio por que recordó que Matías así le decía cuando lo conoció.
–Yo te amo más, mucho más que tú.
–50/50 si?
–Creo que yo te he soportado más situaciones que a tu a mi, así que tengo el 70.
Me había dejado sin palabras, era cierto.
–Pero no significa que tú me ames más...
–Si me encuentras en una situación comprometedora con la araña de RD me botas sin pensarlo. Sin pensarlo me mandas al diablo.
–Y tú si me encuentras con cualquier lagartija descolorida harías lo mismo anthony.
Se quedó serio y pensativo.
–¿Consideras que soy el amor de tu vida?– preguntó clavando sus ojos fijamente.
–No eres el amor de mi vida... eres mi vida entera, eres tú y solo tú... y no te voy a hacer la misma pregunta por que puede que no me guste la respuesta aunque tú eres muy de decirme lo que quiero escuchar.
Se rió.
–Tú eres el amor de mi vida debora.
–¿Me quieres hacer llorar?– me tire sobre él y lo abracé. Así era como quería estar siempre, sin pelear, sin problemas, sin terceras personas metiéndose en nuestra relación.
–No, solo quiero que estes consciente que eres la mujer de mi vida– me dijo al oído mientras me abrazaba.
–Te amo pero ya me empalague, mucha miel por hoy– me reí y me volví a sentar sobre él.
–¿Quieres que me ponga malo eh?– me giro y se puso encima de mi.
Me reí y acaricié su cabello.
–Eres especialista en romper los momentos románticos y eso merece un castigo– tomo mis muñecas y las puso arriba de mi cabeza.
–¿Como me vas a castigar?– me mordí el labio inferior.
–Así– subió la camiseta que llevaba puesta y me tapó la cara con ella mientras dejaba besos por mi abdomen.
–Anthony me voy ahogar– me empecé a reír.
–No te pasa nada– dijo despreocupado acariciando mis piernas abriéndolas de par en par.
Comenzó su ardua tarea para hacerme sufrir, desempeñando sus mejores trucos y movimientos con su lengua, sin poder resistirme comencé a retorcerme, joder era tan Bueno... y yo tan boba que no me daba cuenta que tenia las manos libres y podía descubrirme la cara pero era más placentero lo que estaba haciendo en medio de mis piernas que no podía preocuparme por nada más.
–Ay Dios mío– fue lo único que logré articular cuando su cuerpo se unió con el mío.
Me encantaba este hombre me encantaba.
Como pude me quite la camiseta de encima y lo jale para besarlo, para enredar mi lengua con la suya mientras sus movimientos me hacían perder el juicio.
Sin previo aviso me giro y volvió a arremeter contra mi cuerpo, escuchar su respiración y sus gruñidos en mi oído me volvían loca, me hacían querer más y mas.
Sentir sus dedos clavándose en mi piel, cada segundo que pasaba se volvía más rudo pero sin lastimarme, era el punto perfecto.
Él era así... perfecto.
Perdón por tardarme tanto en actualizar pero la musa no me está dando y no quiero aburrirl@s! Les envío un abrazo y les doy gracias por seguir aqui❤️
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Clandestino / Romeo Santos
RomanceDespués de conocerse casualmente en una tienda, Debora y Anthony se reencuentran pero su relación se vuelve imposible por miedo a lastimar a los que los rodean.