Clandestino / Romeo Santos

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La cabeza me daba vueltas, no podía parar de llorar. No entendía y no asimilaba lo que acababa de pasar. Escuchaba las sirenas de ambulancias o de la policía, no lo sé, todo era muy confuso, yo solo podía aferrarme a Anthony y a mi bebé.

Me sentía tan culpable de que alaric hiciera esto, yo acabe con su vida, yo lo orillé a hacer esto. En mi mente se repasaban una y otra vez todas las palabras que me dijo ¿Como fui tan tonta y no me di cuenta de sus intenciones? Alaric tenía un futuro prometedor, era uno de los mejores médicos, era relativamente joven, buena persona... hasta que llegue yo a cagarle su vida y aún así él me había dicho que era lo mejor que le había pasado.

Mientras Anthony me abrazaba permanecía en silencio y en verdad se lo agradecía, mi mente era un torbellino que podía arrasar con todo lo que se le atravesara en este momento. Él solo frotaba mi espalda y pasaba su mano con delicadeza por mi cabello. Mi hijo no entendía que era lo que pasaba pero no preguntó nada, obviamente estaba angustiado por verme llorar de esa manera pero solo optó por acurrucarse en el pecho de su papá.

No se cuánto tiempo había transcurrido hasta que escuche a Anthony hablar –Vamos, hay que salir de aquí– asentí mirándolo a los ojos.

Los paramédicos y la policía habían entrado al lugar, quise girar mi rostro hacia atrás pero Anthony me lo impidió, bloqueándome la vista con su cuerpo y moviendo su cabeza en negativa. Entendí el punto y no insistí más.

–¿Están bien?– Nos preguntó el tío de romeo acercándose a nosotros con preocupación. Anthony asintió y le pidió que no me hiciera preguntas.

Caminamos unos pasos hasta llegar a la camioneta de Anthony, tomó entre sus brazos a Matías y lo sentó en la sillita que tenía especialmente para él, le dio su teléfono y lo puso a ver vídeos para niños. Cerró la puerta y volvió conmigo.

–¿Que haces aquí? ¿Como supiste donde estaba?–pregunte limpiándome las lágrimas.

–¿En verdad pensaste que iba a dejarte sola?– me acomodo un mechón de cabello y me observaba con esos bellos ojos que poseía.

–Si...– la voz se me volvió a quebrar. Tenía un mar de sentimientos que me podían hacerme llorar un año completo.

–La ubicación de tu teléfono está compartida con el mío. No ibas a decirme donde te había citado y mucho menos ibas a dejar que te acompañara, así que te seguí, yo y la policía...

–¿En verdad te hago sentir tan abrumado? ¿O lo hiciste para poder seguirme?

–Después hablamos sobre eso, no es momento– me dio un beso en la frente y Gire el rostro, vi cómo traían el cuerpo de alaric en una camilla cubierto por una sábana blanca. Volví a sentir como me estrujaban el corazón. Intente acercarme pero Anthony me sostuvo del brazo, forceje con él y Corrí para acercarme al cuerpo de mi recién fallecido esposo, no descubrí su cuerpo pero me tiré sobre él.

–Perdóname alaric, por favor perdóname mi amor. Nunca debí fallarte, nunca debí...– mi llanto era descontrolado y el aire me estaba faltando.–Destruí tu vida, perdóname alaric por favor.

Anthony me tomo por los hombros y trato de alejarme.

–Suéltame, tú eres el principal culpable de todo esto– dije con rabia. Y yo sabía que no era así... la única culpable era yo.

Anthony en vez de alejarse me tomo por la cintura y me cargo para separarme del cuerpo de alaric mientras yo pataleaba y me desbarataba en llanto. Si yo hubiera sido él me hubiera mandado al demonio pero no lo hizo, me abrazo con fuerza y yo simplemente deje de luchar con él y seguí llorando recargada en su pecho.

–Ni tú ni yo somos culpables de nada. Él sabía que no lo amabas y se aferró a ti. Tú no tienes la culpa de nada Debora.

–No estuve para él cuando me necesito...

–No quiero ser insensible pero no tenías que estarlo. Él te engañó con otra, te mintió...

–Yo también lo engañe y yo también le mentí... si tú no hubieras aparecido en nuestras vidas...– grite desesperada y Anthony me tomo por los hombros para tratar de calmarme.

–¿Ahora vas a culparme a mi? Me imagino por dolor que estás pasando en este momento pero no seas injusta conmigo. ¿O que pasaría si el que estuviera ahí fuera yo?

–No... tú no–se me quebró la voz y lo abracé volviendo a llorar. Me muero si le pasa algo a Anthony, tendrían que internarme en el manicomio si yo lo llegara a perder.

–Se que es difícil pero trata de tranquilizarte, no por mi, por Matías. Es un bebé y el no entiende que es lo que pasa, está preocupado de verte así.

–Lo entiendo... ¿puedes estar con él? Quiero estar sola– me separe de su pecho y limpie mi nariz.

–No voy a dejarte sola. No te pongas necia mami, por favor.

Me sentía tan contrariada. Amaba a Anthony pero me sentía mal de estar junto a él mientras que alaric había terminado su vida por mi culpa.

Los policías se acercaron a mi y me interrogaron querían saber que era lo que había pasado desde que recibí el impacto, el "secuestro" de Matías y como alaric se había suicidado pero era obvio que no quería hablar sobre esto pero tarde o temprano tenia que hacerlo.

Ahora venía lo más difícil y lo que más ruido me hacia en la cabeza... ¿Que iba a decirle a la familia de Alaric? ¿Que se suicido por mi culpa? ¿Por ponerle los cuernos?

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