Clandestino / Romeo Santos

3-14

Anthony me abrazo y llore con más ganas. ¿Como iba a recuperar a mi hijo sin entregarme a la policía?

–Ya, tranquila– me acarició el cabello y me dio un beso en la frente.– ¿Que te dijo esa mujer?

–Que si quiero a mi hijo de regreso tengo que reconocer que yo hice el desfalco y decir que Alaric no se suicido que yo lo mate... si no lo hago me amenazó con hacerte daño– las lágrimas seguían saliendo sin parar.

–Nadie va a hacerme nada deb.

–Tengo miedo anthony. No puedo ni siquiera pensar que te hagan algo o que le hagan algo a mi niño.

–Vamos a encontrar una solución...– se quedó pensativo por unos minutos, mientras observaban el lugar.–¿Como viniste a parar aquí?– estaba más serio.

–La mama de Alaric estaba en un hotel al cual me llevaron, cuando salí me di cuenta que no llevaba mi bolso ni me celular, la oficina de David estaba a unas cuadras por eso recurrí a él.

–Podías haber tomado un taxi y regresar a casa– después del drama venían los reproches.

–No lo pensé Anthony... ni siquiera iba a decírtelo...– cerré los ojos al darme cuenta que la cague.

–¿No ibas a decirme que? – se levantó molesto y puso sus manos en la cintura.

Solté un suspiro y puse mis manos en la cara.

–No iba a decirte lo que ella me pidió, nunca me dejarías entregarme...

–Por supuesto que no. Tu no has hecho nada, esa mujer está loca. A mi no me ibas a decir nada pero si decidiste venir a refugiarte aquí y contarle todo a él. Ok.

–pero lo hice...

–Enserio Debora nunca voy a terminar de comprenderte. Eres tan impulsiva, me prometiste que me tendrías confianza, que no ibas a ocultarme nada. Y a la primera de cuentas tomas mi camioneta y te largas dejándome con el alma en un hilo. ¿Acaso te importo?

–Claro que me importas, por eso mismo hago lo que hago. No quiero que nadie te haga daño. Si esa mujer se le ocurre tocarte un pelo Anthony la mato, la mato sin importarme nada por ti Anthony, escúchame bien ERES MI VIDA. Te amo y si es necesario sacrificarme por ti y por mi hijo lo voy a hacer.

–Aveces no se que hacer contigo– se dio la vuelta y se fue. Solo escuche la puerta azotar. Lo entiendo se siente desplazado pero no lo hice para lastimarlo.

–Listo Debora– salio David con una sonrisa–¿Y tu novio, esposo o lo que sea que sea, donde esta?

–Se fue... peleamos y se fue.

David se encogió de hombros y se sentó a mi lado. –Convencí a mi padre, mañana va a retirar los cargos en tu contra.

–¿Enserio?

–Si– dijo sonriendo.

–Muchas gracias– la abrace y en eso vi a nene en una esquina observándome como el halcón que era.

–Dice thony que te espera en la camioneta para irse a casa– nene estaba molesto también.

–Claro. – me levante y David hizo lo mismo–Gracias por todo, Enserio.

–Aquí estoy para ti siempre que me necesites– David iluminó el lugar con su blanca sonrisa.

Nene volteo los ojos y me vio muy feo.

Ambos se despidieron y alcance a escuchar a nene decirle en voz baja "mama huevo" me dio risa por que nene le era tan fiel a Anthony que me daba ternura.

–Nene... antes de que bajemos quiero que me digas algo, con la verdad.

–¿Que?– este también estaba enojado conmigo.

–¿Anthony se puso muy mal?

–Se desvaneció cuando encontró la camioneta vacía, le bajó mucho la presión y no podíamos regularsela. Es todo.

Nene me abrió la puerta de atrás de la camioneta y ahí estaba mi morenito hermoso, todo pensativo, enojado y serio viendo hacia la ventana.

Me senté a su lado y tomé su mano pero él la retiró, aveces era como un niño chiquito berrinchudo. No hablamos durante todo el camino, tenía que esperar a que se le pasara la rabia.

¿Como estará Matías? ¿Habrá comido? ¿Estará bien?

Cuando llegamos a la casa Anthony fue directo a encerrarse en su disque oficina. Era obvio no me quería ni ver. Al dirigirme a mi habitación vi el cuarto de Matías abierto, entre y no pude evitar llorar. Si yo no lo hubiera dejado aquí, si no hubiera sido tan irresponsable esto no estaría pasando.

Me recosté en su cama y abracé su pijama, olía a él, a mi hijo, a mi mundo entero. ¿Como pude ser tan mala madre? Llore y llore hasta que me quede dormida.

Cuando abrí los ojos la luz comenzaba a filtrarse por la ventana, estaba un poco confundida hasta que reconocí que era el cuarto de Matías. Gire la cabeza y vi a Anthony sentado en el suelo a lado de la cama, estaba profundamente dormido, su mano sostenía la mía.

Me quede observándolo. Era tan perfecto para mi... sus pestañas, su nariz, sus cejas imperfectas, sus labios, esa barba crecida que me gustaba tanto. Definitivamente no lo cambiaria por nadie. Él es todo para mi.

–Anthony– susurré para despertarlo–Anthony mi amor, despierta.

Se quejó pero siguió dormido.  Va a despertar todo adolorido por dormir ahí.

–Anthony– susurre de nuevo y el pobre dio un brinco como si hubiera visto un fantasma. Se talló los ojos como si fuera un niño pequeño y bostezo.–¿Por que dormiste aquí?

–Por que creo que es un momento en el que debemos estar unidos.

–Perdóname por lo de ayer, solo quiero recuperar a mi hijo. No quiero hacerte daño.

Asintió con la cabeza. Sé que está herido aunque quiera aparentar que no.

–¿Que has pensado?

–Todo y nada. No quiero hacer nada estupido hasta que esa mujer me entregue a nuestro hijo.

–Me siento desesperado deb, me siento estupido, inútil de no poder hacer nada. Dime en que hotel esta esa mujer por que voy a ir a sacarle a mi hijo a como de lugar.

–¿Si me escuchaste? "Nada estupido" anthony... no quiero provocarla si ha llegado hasta aquí es por que está dolida y es capas de todo.

–Dime en donde está o voy a averiguarlo yo.