Narra Malú
- Melen... Melen tío, tienes que irte.
Suspira quejica y se incorpora.
M: Me estaba durmiendo.
- Ya, por eso, justo a tiempo.
Me encojo de hombros inocente y acomodo la sábana sobre mis pechos cubriendo mi desnudez. Al sacudirle con mi brazo he dejado caer un poco la tela y aunque no tenga ningún sentido, me avergüenza que me vea sin ropa.
M: Yo no sé en qué momento acepté tus condiciones.
Resopla saliendo de mi cama y colocándose los bóxers con prisa. Que buen culo tiene.
- Desde que descubriste que conmigo echas los mejores polvos.
Le recuerdo.
M: Eso no voy a negarlo.
Me mira achinando los ojos.
M: Pero que no vamos a enamorarnos por dormir juntos.
Protesta. Son casi las dos de la madrugada y fuera hace un frío que cala los huesos. En casa se está bien con la calefacción.
- Ya sabes lo que pienso de dormir con alguien, es demasiada intimidad.
M: El sexo es más íntimo.
- Dormir después de follar, eso si es íntimo.
M: Ya te vale, te hago gritar de placer y luego me echas como a un perro.
Niega gracioso con un movimiento de cabeza.
- Que va, jamas echaría a un perro.
Le hago reír y yo sonrío con el.
- Tu te vas porque eres hombre.
M: Mañana no vengas corriendo a casa desesperada porque estás a dos velas.
Amenaza irónico. Disfruta del sexo tanto como yo. Una noche loca en que estábamos pasados de alcohol y cachondos de sobra nos dimos cuenta que en la cama podemos llevarnos tan bien como fuera de ella y desde entonces no hemos dejado de complacernos. Lejos de arruinar nuestra amistad, nos ha unido mucho más. La única condición ha sido la misma que con cualquiera. Nada de dormir juntos.
- Conduce con cuidado.
Le pido.
M: Que si, Lumi.
Deja un beso en mi mejilla cuando termina de recoger sus cosas.
M: Buenas noches.
- Buenas noches, Melen.
Me despido de mi mejor amigo y enciendo un cigarro. Algunos recuerdos luchan por invadir mis pensamientos, pero yo soy mucho más rápida y los aparto.
Cotilleo las redes y sonrío con mi gente. A veces parezco ausente, pero estoy, siempre estoy.
M: "En casa, sano y salvo"
Después de varios minutos llega su mensaje.
- "Sueña conmigo 😘"
M: "No me apetece tener pesadillas 😜"
- "Tonto"
M: "Es tarde, me voy q dormir"
Se desconecta sin esperar respuesta. Yo me quedo con su whatsapp abierto. Mirándolo fijamente, pero sin leer nada.
- Ojalá pudiésemos querernos, Melendi.
Holaaaaa!
Aquí estoy otra vez, con una nueva historia y muchísimas ganas! Espero que la disfrutéis!
Nos leemos,
Alma