Capítulo 51

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Narra Mateo

Si a todos nos da pereza el lunes, el día de hoy se puede coronar. Apago el desagradable sonido de la alarma sin ganas de empezar un día que sé que solo puede ir fatal. No he visto a Malú desde el viernes y si el alcohol le ha concedido un mínimo destello de memoria, mis días fingiendo que trabajo para ella serán una pesadilla. La conozco lo suficiente para asegurar que va a encargarse de que cada minuto sea más desagradable que el anterior.

+ Eva. Eva, cariño, tienes que ir a la escuela.

La despierto, pero a su corta edad ya ha aprendido que el primer día de la semana es tedioso por naturaleza y sus ganas de seguir abrazada a Rapunzel bajo las sábanas son casi tan fuertes como las mías de mandar toda esta mentira a tomar por culo.

E: Un ratito más.

+ Solo dos minutos, canija.

Accedo.

+ Que no puedo llegar tarde a trabajar.

Hoy me esperan largas horas de ensayos. Tenemos dos conciertos benéficos antes de acabar el año y arrancan ya mismo.

E: Cinco.

Zanja girándose para darme la espalda. Estoy a nada de proponerle un paseo por la sierra y olvidarnos de la rutina.

..

...

R: Que cara, hermano.

Rubén me saluda animado.

R: Te ves más nervioso que la jefa antes de salir a un escenario.

Bromea.

+ Estos conciertos son importantes.

Miento usando mi trabajo como pretexto. Si que son importantes, y si que estoy nervioso, ya lo creo. Volver a ver a Malú después de haber esquivado sus labios tras una tarde de ensueño es de grandes gilipollas.

R: Malú es una bestia, dejara tu nombre por los cielos.

Intenta tranquilizarme. Los conciertos benéficos están totalmente ligados a mi y soy responsable de ellos.

+ Ya.

- Buenos días.

Entra en el estudio con prisas y gafas de sol. Nunca se separa de ellas, parecen ser su escudo frente a los ojos de un mundo que la juzga.

- ¿Estáis todos?

Pregunta dejando sus cosas sobre el sofá y acomodando el pie del micrófono a su altura.

- ¿Arrancamos ya?

Evita entrar en conversaciones con nadie.

R: Prepárate para ver como nos echa la bronca a todos.

Susurra risueño en mi oído.

R: Y aunque no le des motivos, tu incluido.

Se encoge de hombros divertido. No entiendo que es lo que le hace tanta gracia, pero si el supiera que le he dado razones de más...

R: Parece que viene cabreada.

Adivino el por qué.

R: Y no te haces una idea lo que es Malú de mala hostia.

- Venga cotorras, las charlitas me las dejáis para el recreo.

Llama nuestra atención provocando las carcajadas de su director musical y el resto de los músicos no aludidos.

+ ¿De que te ríes?

Pregunto entre dientes. A ninguno parece ponerle tan nervioso como a mí.

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