+ Feliz navidad, Malú
- Haces bien en cumplir con nuestro acuerdo.
+ Que mandona eres.
- ¿Cómo va esa cena en Toledo?
+ Mejor de lo que esperaba.
Me alivia saberlo.
+ ¿Y la tuya?
- Hay más guitarras que personas.
Exagero.
- No puede no ir bien.
Pienso en que me apetecería invitarle a pasar nochebuena en casa de mi madre alguna vez, pero luego descarto la idea. Para mi es algo íntimo y jamás he traído compañía. Ni siquiera sé porque aquella descabellada idea se ha cruzado por mi cabeza.
+ Ya. Los instrumentos siempre saben lo que decir.
- Hoy es una excelente noche para que te encuentres con alguno de ellos.
Dejo caer por si cuela. No me olvido que lleva años sin tocar la guitarra o el saxofón y pretendo que se reconcilie con la posibilidad de hacerlo.
+ Sabes que no.
- Martín, me muero por escucharte tocar algo.
Prometo sincera. No dudo que voy a emocionarme.
+ Malú.
Suspira.
- Vale. No insisto más.
Presionándole no voy a conseguir nada. Tengo que lograr que sea él quien tenga el deseo de volver a tener un instrumento entre sus manos.
+ ¿Sabes lo que estoy haciendo ahora mismo?
Agradece mi actitud cambiando el tema.
- Hablando conmigo, hombre.
+ Pero mira que graciosa ha salido la súperestrella.
- Li sipiristrilli.
Lo imito fingiendo haberme ofendido.
- Venga, deslúmbrame.
+ Aquí recién han acabado de brindar.
Me cuenta.
+ Pero yo me he traído la copa a la terraza, y el cielo se ve que flipas.
Sonrío. Si hay algo que adoro es mirar el cielo.
+ Está lleno de estrellas.
- Que guay.
Alucino.
- Me encantan.
+ Algún día voy a llevarte a verlas.
Promete.
- Voy a obligarte a cumplir.
+ No hará falta. Voy a llevarte.
Repite garantizándome que no va a fallar a su palabra.
+ Cuando las miro me acuerdo de mi abuelo.
Me cuenta.
+ El me enseñó a ver algunas constelaciones, y desde que soy un crío sigo buscando las mismas cada vez que tengo la oportunidad.
Le escucho en silencio. Creo que el mismo no se da cuenta de lo tierno que es.
+ ¿Brindamos?
Propone.
+ ¿Por ellos, que estarán orgullosos de ti y te mi?
Me recuerda la charla en que nos contamos sobre nuestros antepasados.
- Salud.
Él no lo sabe, pero yo también tengo mi copa conmigo. La levanto mirando al firmamento y hago un pequeño gesto hacia las estrellas. Es bonito pensar que ellos me cuidan desde alguna lucecilla perdida en el infinito.
- Tengo ganas de besarte, Martín.